≫ ──── ≪•◦ 12 ◦•≫ ──── ≪

98 9 17
                                    

En la habitación de aquel extranjero se había creado una atmósfera pesada dada las palabras de Sineye, y más cuando su invitación recibió una respuesta por parte del Napoleón del Crimen.

"Lo siento, no estoy interesado en colaborar con nadie para esto", comenzó su discurso con una calma impoluta y una sonrisa forzada, pese a la mirada confundida de la rata contraria. "Verás, Basil ha sido mi peor enemigo durante años, ha sido quien ha perturbado mis planes y mis noches de sueño. Arrebatarle la vida es algo mío, ¿lo entiendes?"

Sineye se quedó en silencio unos segundos antes de que señalara a la coneja mientras decía casi escupiendo odio y confusión: "¿Y ella qué?"

"Ella no quiere matar a Basil, tú y yo sí, y yo en esa tarea trabajo solo", reafirmó Ratigan con una sonrisa forzada mientras se levantaba. "¿Eso es todo lo que querías hablar conmigo, novato?"

"¿Novato...?" Preguntó el extranjero un poco ofendido mientras terminaba de comer de su lata.

"Pues sí, ¿qué clase de mente maestra del crimen haría un plan así? Usar dinamita fue un detalle bueno, sí, pero me parece un poco soso querer pasar desapercibido, ya sabes, un poco cobarde, ¿Querías matar al detective más grande de todos y no quieres que la gente lo sepa? ¿Qué clase de mediocre eres?" Le cuestionó el Napoleón del Crimen de manera áspera y crítica mientras arrugaba la nariz y mantenía una sonrisa presumida.

"Supongo que... nuestros métodos son diferentes..." respondió en un susurro siseante el vaquero mientras veía a su contrario levantarse y tirar de su 'protegida'. "Entonces no va a-"

"Te recomiendo alejarte de Basil, él es mío. Solo yo tengo derecho de ponerle las manos en el cuello y acabar con él", le respondió de forma brusca pero manteniendo su compostura mientras se apoyaba en el marco de la puerta para salir.

'Supongo que mis suposiciones son ciertas... no, no, no, no puede ser... él jamás tendría una relación así, su corazón huele a dolor, que Basil tenga una foto de él enmarcada no signufica nada...', pensó el extranjero mientras miraba con decepción el suelo.

Ya afuera de aquel cuarto pero antes de llegar a la parte de las trampas, Bell detuvo a su jefe y le tiró de la camisa para hablarle al oído con cuidado.

"¿No crees que sería mejor trabajar con él y así... sacarle información y/o acabar con él de ser necesario? Sería más fácil, ¿no?" Le cuestionó ella con cuidado recibiendo la mirada disconforme de su jefe pero asintiendo, su disconformidad era tal que inclusó suspiró con desgana.

"Bien, trabajaré contigo, pero tendrás que acomodarte a mis métodos", gritó a viva voz Ratigan mientras se retiraba sabiendo que el contrario lo escucharía.

"¡Lo veo en su guarida cerca del muelle entonces!" Le gritó devuelta con una sonrisa satisfecha.

...

Basil y lo que ahora parecían ser sus dos compañeros fueron preguntando en todos lados sobre el paradero de Nollan, y siempre llevaba a lo mismo, desde importadoras, amigos de profesión, los de la fábrica, todos respondían con un "no se le ha visto desde que fue a un viaje en Estados Unidos".

Poco a poco con una seguidilla lograron llegar a lo que era su domicilio. En una casa abandonada se encontraban varios departamentos, todos pertenecientes a murciélagos. Era un lugar oscuro y lleno de pequeños ruiditos que atravesaban las paredes de cada departamento. No había luz alguna, por lo que solo les quedaba contar puerta por puerta hasta encontrar el departamento 13.

"No sé si esto sea buena idea... si nadie lo ha visto desde un viaje es porque no va a volver..." susurró Caprice mientras mantenía la mirada fija en el suelo, en las tablas de madera, intentando ignorar la profunda oscuridad.

𝐆𝐎𝐎𝐃𝐁𝐘𝐄 𝐒𝐎 𝐒𝐎𝐎𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora