__ observaba el reloj con impaciencia mientras esperaba en la abarrotada estación de trenes. El ruido ensordecedor de los anuncios y el bullicio de la multitud parecían desvanecerse a su alrededor mientras su mente vagaba por los recuerdos del pasado.
Había decidido tomar un tren sin ningún destino fijo, necesitaba escapar de la monotonía de su vida y descubrir un nuevo rumbo. Pero en ese momento, el destino tenía otros planes para ella.
Justo antes de subir al tren, decidió detenerse en una pequeña cafetería que estaba cerca de la estación. El aroma del café recién hecho y el sonido suave de la música de fondo la envolvieron en una sensación de tranquilidad.
Se sentó en una mesa cerca de la ventana y sacó un libro de su bolso, preparándose para disfrutar de un momento de tranquilidad antes de partir hacia lo desconocido. Sin embargo, su atención fue rápidamente capturada por un chico de cabello alborotado que entró en la cafetería y se sentó en una mesa cercana.
__ no pudo evitar mirarlo de reojo. Había algo en él que la intrigaba, algo que la hacía querer conocerlo mejor. Observó mientras él hojeaba el menú con una expresión de concentración, y cuando finalmente levantó la vista y sus ojos se encontraron, __ sintió un estremecimiento inexplicable recorrer su cuerpo.
El chico pareció notar su mirada y le dedicó una sonrisa. __ bajó la mirada rápidamente, sintiéndose repentinamente avergonzada. Pero algo en la sonrisa del chico la tranquilizó, como si le dijera que no había nada de qué avergonzarse.
La tensión se disipó cuando el chico volvió a sumergirse en el menú, y __ aprovechó la oportunidad para observarlo más detenidamente. Notó los hoyuelos en sus mejillas cuando sonreía y la manera en que sus ojos se iluminaban al hablar con el camarero.
Y entonces, para su sorpresa, el chico se levantó de su mesa y se acercó a la suya.
X: ¿Te importa si me siento aquí? -preguntó, señalando la silla vacía frente a __-
__: -sorprendida por la repentina interacción asintió con una sonrisa- Por supuesto, adelante.
El chico tomó asiento y extendió la mano.
X: Soy Taehyung, un gusto.
__: __, encantada -respondió, estrechando su mano con una sonrisa-
Y así comenzó una conversación que duraría horas, llena de risas, historias compartidas y la sensación inconfundible de haber encontrado a alguien muy especial en el lugar menos esperado.
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Hola a todas, esta es la primera historia que voy creando, denle mucho apoyo para poder traerles más contenido. Nos leemos en el próximo capítulo, bye 😊
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Destino Imprevisto
Hayran KurguEn el corazón de la bulliciosa ciudad, el destino entrelaza sus hilos invisibles, guiando los pasos de aquellos destinados a encontrarse. __, una chica soñadora y con una pasión por la aventura, nunca imaginó que su vida daría un giro inesperado el...