El dios de la muerte

Capítulo 13

Camino por el bosque vigilando que nadie me vea, no puedo evitar sentir adrenalina mientras me adentro entre los árboles, tan solo un par de pasos más adelante alguien me abraza por la espalda haciendo que grite

- Yo soy yo linda - menciona sonriente Dean caminando para quedar de frente a mi

- ¡Me asustaste! - también sonrió

- Quería sorprenderte

- Lo has logrado

Pasa una mano por mi cabello y la baja hasta que queda en mi cintura, tira de mi suavemente acercando su cuerpo al mío

- Te he extrañado mucho - digo en un susurro

- También te he extrañado, no me gustaría tener que alejarme tanto tiempo de ti - sus ojos como esmeralda recorren mi rostro - si por mi fuera pasaría todos los días a tu lado

Sus palabras calientan mi corazón, en un solo movimiento junta sus labios con los míos se sienten tibios y sus manos firmes, como si quisiera asegurarse que no iré a ningún lado.

Rodeo su espalda con mis manos sintiendo la tela cara de su traje, Dean pertenece a una de las mejores familias no solo de la zona donde vivo, sino de todo Pollux; fue muy sorprendente que se acercara a mi después de que diera una presentación donde él era uno de los invitados, más sorprendente fue notar que teníamos mucho en común.

Sus labios se mueven de una manera que me hacen desear nunca terminar con el beso, pero por desgracia tras unos segundos nos separamos lentamente.

- ¿Nadie te vio venir aquí? - cuestiona

- No, nadie sabe que estoy aquí

- Bien

- Aun no me has dicho porque tenemos que mantenerlo en secreto

- Es complicado - su rostro cambia - pero es mejor que lo mantengamos en secreto un tiempo mas

- De acuerdo - sonrío - apenas llevamos dos meses saliendo, supongo que puedo esperar un tiempo más

- Gracias linda, te prometo que no será para siempre

- Confió en ti

- Ven, te invito a comer

- ¿No has dicho que nadie debe vernos juntos?

- Por eso mismo le he pedido a uno de mis cocineros que prepare algo especial para nosotros - me toma de la mano para guiarme

- Eso suena muy bien

Caminamos un par de minutos hasta llegar a una mesita que está llena de platos con comida y dos sillas, todo luce tan precioso que me cuesta pensar que fue preparado para mi

- Me dijiste que siempre habias querido comer al aire libre, asi que pensé que tener una cita aquí podría ser buena idea

- Es perfecto - sonrió mientras observo la vajilla lujosa y las copas de vino

Me acerco a una silla que Dean de inmediato mueve para que pueda sentarme, él toma su lugar delante de mí y toma la copa de vino

- Hagamos un brindis

- ¿Por qué brindaremos? - pregunto mientras tomo mi copa con la mano