🍁 22 : Primer amor

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— ¿Minho? — se escuchó la voz de Ha-neul del otro lado del teléfono — ¿Donde estas que no te veo?

— ¿Que? ¿Ahora eres Shakespeare? — bromeó Minho.

— ¡Oye!

Minho río.

— ¡Ya enserio! — se quejó Ha-neul — ¡No te veo! ¿Donde estas?

Mnho miro a su alrededor buscando un punto de referencia cuando por fin la vio. Llevaba un vestido café, con una camisa de mangas holgadas y cuello alto con un holan.

Su cabello estaba suelto y miraba hacia todas direcciones buscándolo.

Su corazón dio un salto y sus latidos le recomendaron correr hacia ella para abrazarla con fuerza. Sin embargo, su cuerpo simplemente no reaccionó, se quedó sin aliento y una sonrisa apareció en su rostro.

— ¿Donde estas? — repitió la chica.

— Frente a ti — casi no había podido responder.

Verla frente a él, luego de tanto tiempo (una semana Minho, no exageres), simplemente le traía una inmensa felicidad.

La chica dirigió sus ojos hacia el y en cuanto sus miradas se encontraron Ha-neul sonrió con alegría. Levanto una mano lo más alto que pudo y la sacudió enérgicamente en el aire mientras Minho reía.

La chica corrió hacia el y en cuanto estuvieron frente a frente, lo abrazo.

Claro que el corazón de Minho estallo de emoción y las mariposas, que habían estado un tiempo apagadas, volvieron a revolotear al tiempo que sus orejas se coloraban.

— ¡Te extrañe! — sonrió Ha-neul.

Levanto la mirada sin dejar de abrazarlo con fueza.

Parecía que, luego del abrazo cuando se marchaba, había entendido aquello como un permiso para hacerlo más seguido.

Aunque realmente aquello le gustaba.

— Y yo a ti coneja — respondió Minho revolviendo su cabello con cariño.

Ha-neul tomó una de sus maletas y le ayudó a llevarla a la entrada.

— ¿Quieres ir a comer algo? — pregunto sonriente.

— Si, me muero de hambre — repuso Minho con una sonrisa oculta por el cubrebocas.

Cuando las actividades se habían terminado y los días libres para explorar la ciudad daban inicio, Minho le había pedido permiso a Chan para volver a Corea antes que todos. Claro que sin que le avisase a nadie, pues quería tener un reencuentro normal con Ha-neul.

El mayor le había otorgado el permiso con una gran sonrisa en el rostro, que no le decía nada bueno a él.

Aun así se despidió de los miembros, le dio indicaciones a Seungmin para evitar que quemara la cocina al hacerse la comida y tomó sus cosas para tomar su vuelo de regreso.

Sin olvidar decirle a Ha-neul, claro.

Caminaron saliendo del aeropuerto uno al lado del otro, mientras Ha-neul no paraba de hacerle preguntas de como había estado su viaje, a pesar de ya saber la respuesta.

Entraron al primer lugar de comida que vieron, pues Minho moría de hambre, y se sentaron en una de las mesas.

— ¿Te imaginas que algún día yo viaje al extranjero? — dijo Ha-neul luego de pedir la comida.

— ¿Nunca lo has hecho? — inquirió Minho.

— No — entrecerro los ojos —, ¡y no te burles! También existe gente pobre como yo, en el mundo.

◍▹Bunny Eyes ◍ | Lee Know y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora