🍁 6 : ¡¿Mas y mas Mariposas?!

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— ¿Que me pasa Felix? — exclamó Minho agitando al chico mientras lo sontenia por los hombros.

Felix lo miro aturdido.
Minho se había pasado todo el día tomando agua, tratando de ahogar lo que sea que se moviera en su estómago. Desde el día anterior, luego de pasar el rato con Ha-neul se había sentido de aquella manera.

— ¿Que es lo que pasa? — pregunto Felix.

— ¡Eso es lo que quiero saber! ¡¿Es algún tipo de enfermedad?! — dijo volviendo a mover a Felix.

— Necesito...saber los sintomas para decirte — hablo Felix mientras el chico lo agitaba.

— Siento algo que se mueve en mi panza ¡deben ser lombrices! — tomó otro trago de agua —, y ayer estaba muy rojo. ¿Me pegara un resfriado?

— ¿Y donde estabas justo ayer? — pregunto sabiendo la respuesta.

Felix sonrió al ver cómo Minho se ponía rojo.
— Fui a la tienda — respondió mirando fijamente al suelo tratando de controlar inútilmente su sonrojo.

— ¿Viste a Ha-neul? — inquirió Felix.

— Si — se quedó como pasmado un momento con una extraña sonrisa ladeada en el rostro —, pero, ¿eso que tiene que ver?

— Ahí está tu respuesta — sonrió Felix — Te gus...

— No — Minho parecía muy serio —, no es eso, ni te atrevas a decirlo.

— ¡Pero si la vas a ver todos los días! — exclamó Felix.

— A eso se le llama amabilidad — dijo Minho desviando la mirada.

— Entonces di su nombre sin hacer ninguna expresión — lo reto el menor, probando el truco que había visto en una película.

— Fácil

— ¡Haslo!

Minho relajo todos sus músculos tratando de que no se notará su nerviosismo.

— Ha-neul — dijo, y sin darse cuenta una pequeña sonrisa había aparecido en su rostro.

— ¡Ja! — exclamó Felix apuntandolo con el dedo, dando a entender que lo había atrapado — ¡Te lo dije! ¡Te gusta Ha-neul!

Minho lo miro amenazante y Felix hecho a correr.
— ¡Ayuda! ¡Conejo enfadado! ¡¿Donde rayos está mi hermano canguro?!

🍁🐇🍁

— Ya veras — murmuro Minho al tiempo que Felix corría hasta donde Chan.

En el fondo Minho sabía que era verdad lo que Felix le decía, lo sabía desde el momento en que entró a esa tienda, porque fue el momento en que su corazón se habia vuelto loco.

Pero no podía aceptarlo en voz alta, si lo hacía se sentiría más real, cabía decir que su orgullo se dañaria, pues había rechazado a la chica y ya no parecía sentir lo mismo que el, esto también era una de las razones, si no sentía lo mismo que él...tenia miedo.
Pero más importante ¿que diría Stay de él?

Eran las personas más importantes para él, y nunca habia estado involucrado en un rumor de relación, por lo que no sabía ni un ejemplo de como podía reaccionar Stay.

Negó con la cabeza.
¿Debía consultarlo con alguien?

No, se lo guardaría igual que siempre.

No quería que los demás se preocuparan, tenían muchas cosas que hacer. Tal vez le diría a Felix, después de todo ya lo sabía.

Pero primero tenía que confirmarlo.
Salió del edificio de JYP y se dirigió hacia la tienda, estaba un poco ansioso por lo que daba pasos rapidos.

Cuando finalmente llegó se encontró con la chica justo fuera de la tienda. Tenía puesto un abrigo café y miraba a los animalitos de fuera inclinándose levemente, por lo que Minho supo que acababa de llegar.

El chico se acerco y al notar su presencia la chica se volvió hacia el.

— ¡Minho! — exclamó.

Minho se quedó sin palabras solo de verla, su cuerpo se congeló mientras su corazón se movía como un loco, sus latidos eran acelerados y pensó en quedarse ahí admirando a la chica todo el día.

Finalmente reaccionó.
— ¡Hola! — fue lo único que se le ocurrió decir — ¿Acabas de llegar?

— ¡Si! — la chica sonrió — ¿como lo supiste?

— Soy adivino — bromeó admirando la linda sonrisa de la chica.

Ha-neul volvió a reír.
— ¿Quieres pasar? — pregunto señalando la tienda — ¿O quieres salir a algún lugar?

— No lo se — dijo Minho desviando la mirada — Tengo algo de tiempo.

— ¡Entonces vamos a comer algo!

El chico asintio y dejó a la chica entrar para avisarle a su amiga mientras el esperaba afuera.
Como ya había pasado la primera Nevada hacia aún más frío y más viento, pronto el suelo se cubriría por completo de nieve y tendían que usar botas para evitar mojarse.

Cuando la chica salió, caminaron juntos en dirección a una tienda cercana, mientras Ha-neul hablaba sobre la tienda y los animalitos animadamente, Minho la miraba y escuchaba con mucha atención sonriendo cada que decía algo gracioso.

Dos veces estuvo por chocar con algo por mirar a la chica, pero logró esquivarlo disimuladamente sin que Ha-neul se diera cuenta.

Al llegar al lugar tomaron algo de comida y se sentaron adentro junto a la ventana.

— ¡Disfruta tu comida! — exclamó la chica.

Comieron en un cómodo silencio, mientras Minho intentaba averiguar cómo abordar el tema que quería.
Luego de un rato, se armó de valor y hablo.

— Ey — la chica lo miro — ¿Te gusta Felix?

Ha-neul miro la mesa con los ojos muy abiertos, tal vez intentando comprender bien la pregunta.

¿Por que Minho había iniciado así la conversación?
No estaba seguro.

— Si — dijo finalmente la chica volviendo a mirarlo.

Sintió un pinchazo de decepción, ahora que lo sabía se sentía...horrible.

— Y ¿que te gusta de él? — pregunto sintiendo un nudo en la garganta.

La chica miro fuera de la ventana para pensar.
— Es agradable, alegre y me hace sentir tranquila, además de que es un buen amigo — continuó comiendo.

Espera. ¿Amigo?
Eso solo término por confundir al chico, ¿había entendido mal su pregunta?

— ¿Y crees que es guapo?

— Supongo que si — respodio Ha-neul levantando las cejas.

— Entonces ¿te gusta de forma romántica? —  cuestionó Minho preparándose para la respuesta.

— ¡Ay! ¡No! — la chica parecía tomada por sorpresa — No, de esa forma no lo veo, solo creo que es una buena persona.

Minho sintió una gran felicidad y tranquilidad invadir su cuerpo, tenía ganas de brindar y sonreír, mientras las mariposas volvían a volar en su estomago.

No estaba confirmado que siguiera sintiendo algo por él, pero por lo menos no sentía algo por alguien a quien él le tuviera cariño.

— ¿Por que preguntas?

— Curiosidad, Felix quería verte y me molesto por todo el edificio hasta que le dijera a que hora vendría — mintió — , tal vez sienta algo por ti.

— ¡No creo! — exclamó sonriendo la chica.

— Dije lo mismo — dijo el burlón —, ¿como podrias gustarle teniendo cara de conejo?

— ¡Ey! ¡Te recuerdo que tu también eres un conejo! — le reclamo la chica mientras Minho reía a carcajadas — ¡Ey! ¡Ya para!

Al fin podía dejar salir lo que sentía en aquellas carcajadas llenas de nerviosismo y alegría.

◍▹Bunny Eyes ◍ | Lee Know y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora