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Para cuando el acuerdo estuvo firmado y ambas bases militares unificadas, Taehyung le pidió al general Kim que le mostrase algún sitio de la base en el cuál poder sentarse a relajarse y pensar. Seokjin le habló de la zona de descanso, en dónde de vez en cuando los soldados participaban en algún juego de mesa o simplemente fumaban.

Así que cuando estuvo allí, sentado completamente solo pudo concentrarse en esos miles de pensamientos que no lo dejaban en paz. En su opinión, todo lo que le dijo a Jungkook era verdad, entonces…

¿Por qué se sentía mal?

¿Realmente pensaba aquellas cosas que dijo?

¿Se arrepentía?

¿Cómo se sentiría Jungkook?

Simplemente demasiadas preguntas y él no tenía respuesta para ninguna. Encendió uno de los cigarrillos que trajo consigo y luego de la primera calada lo dejó en el cenicero. No tenía ganas de fumar, solo quería verlo…

Quería ver a Jungkook, necesitaba que él mismo le dijera en su cara que de verdad lo traicionó, solo así…

Solo así comenzaría el largo proceso de olvidarse de él.

Una voz femenina lo llamó, la cual él de inmediato reconoció. Sana estaba de pie a un lado del asiento en el que se encontraba, con los brazos cruzados a la altura de su pecho y el entrecejo ligeramente fruncido.

—Señor, debemos regresar a la base —informó ella—. Hemos estado demasiado tiempo fuera y creo que sería lo más prudente.

En realidad, eso era lo que menos le importaba. Luego de separarse de Taehyung para que este fuese con Seokjin, ella de casualidad se encontró con aquel pelinegro al que tanto detestaba.

Vió a JungKook llorando en uno de los pasillos, y aunque le pareció bastante gratificante aquello no podían quedarse mucho tiempo.

Sus planes corrían peligro.

—Tienes razón —levantándose estiró los músculos de sus brazos hasta que estos traquearon y acto seguido se volteó a ver a Sana —. ¿Podrías localizar a... Jungkook, está en esta base y necesito hablar con él.

Mierda, no necesitas hablar con él, me tienes a mí, pensó la fémina.

—Creo que lo ví salir hace unas horas, señor —mintió sin remordimientos, no podía permitirse perder lo que era suyo.

¿A una misión? —Taehyung observó el rostro de Sana hasta que esta asintió y él suspiró, tal vez en otra ocasión...

—Entonces... avisaré al general Seokjin de nuestra pronta partida, ¿gusta acompañarme?

—No, mejor no, hazle saber que estoy agradecido con él —Luego de su petición pasó a un lado de la japonesa, saliendo del área de descanso primero. Sin perder tiempo añadió: —Te esperaré en la salida.

—¡Vale!

—¡Vale!

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I Hate Loving You (Vkook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora