capitulo 16

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Roger encuentra a Ace en su habitación, sentado en el centro de su cama como indio y sus manos escondidas en el centro. Roger no golpea, de todas formas la puerta está abierta, sin embargo, tampoco entra, solo se queda allí en el marco tras haber empujado la puerta lo suficientemente como para que su hijo note su presencia allí. Por un momento nadie dice nada. Ace, a pesar de saber que su padre está allí, ni siquiera levanta la mirada.

—Ace —Roger habla con firmeza, no deja lugar a opción alguna—. Supe lo que pasó con tus hermanos —ante la falta de reconocimiento a su presencia de parte de su hijo, Roger exclama— ¡Ace! ¡Te estoy hablando!

—¿Y qué querés que te diga? Si ya sabes lo que pasó, ¿Qué mierda querés acá? —Ace grita sin moverse, el único cambio visible fue la tensión de sus músculos.

—¿Por qué? ¿Por qué dijiste lo que dijiste? No logro entenderlo, ¿Qué pasó con eso de que ellos lo eran todo para ti?

—Si viniste solo a hacerme sentir más mierda, vete. Puedo hacerlo yo solo.

Roger no responde ni se mueve. El silencio se hace cada vez más pesado, la mirada fija y expectante de su padre lo hace estallar. Finalmente clava su mirada en la de su padre y golpea sus mantas.

—¡Me equivoque! —gritó, llevó sus manos a su cabello y tiró con fuerza—. Ya lo sé, no hace falta que vengas a recordármelo o lo que sea. Estaba frustrado y preocupado y asustado y enojado y sé que lo lastimé y que dije cosas que no debía, pero ya lo dije, ya pasó y no puedo retirarlo.

—Pero puedes disculparte. Y es lo que harás. Así que levantate, busca a Luffy y disculparte con él.

—No quiere verme.

—Lo dije una vez y no lo voy a repetir, Ace —advierte y finalmente se adentra cerrando la puerta tras de sí—. Sé que te preocupas por él, que es tu hermano menor y te has hecho cargo de él toda tu vida, pero eso no te da derecho de controlarlo ahora. Luffy ya no es un niño y tiene tanto derecho de vivir su vida como más le guste como tú y Sabo. Es un Omega precioso y el destino le dio dos alfas.

—Dos pedófilos, pervertidos, inútiles que solo quieren aprovecharse de él.

—Luffy tiene actitudes infantiles, es un poco torpe y distraído y se mete en muchos problemas, pero él sabe muy bien lo que hace, dónde se mete y cuáles podrían ser las posibles consecuencias, que le importe poco y nada es otra cosa. Luffy no es ningún idiota y esos dos no son ni algunos aprovechados. Que tu lo ames y lo cuides no significa que nadie más puede hacerlo.

—No son suficientes para él. Nadie nunca lo va a poder amar como yo. Ellos no entienden quién es Luffy, no saben cómo cuidarlo. Ellos no pueden tenerlo y Luffy los deja hacer lo que quieran con él.

—Ningún alfa será suficiente para contener a Luffy, por eso tienes razón, pero por eso son dos. Y repito, no eres dueño de su vida, no puedes controlarlo, cuidarlo no es limitarlo. No puedes llamarlo zorra por querer estar con sus destinados, ni por ninguna otra razón. No insultes a tu hermano y punto.

Ace se queda callado aún sentado en su cama, frunce el ceño y esquiva la mirada de su padre.

—Te dejé salirte con la tuya en múltiples ocasiones. Esta vez te pasaste de la raya, te equivocaste y vas a arreglar lo que rompiste. Luffy se irá pronto, no quieres separarte de él estando peleados, no seas tarado. Deja tu maldito orgullo y arregla las cosas con Luffy. También con Sabo. Y más te vale, Ace, que está sea la última vez. No quiero volver a escuchar que te refieres a tu hermano con esas formas ¿Fui claro? —Ace asiente aún sin mirarlo.

Sin decir más, Roger sale de la habitación golpeando con fuerza la puerta al cerrarla.

Por otro lado. Dragon encuentra a Sabo en su oficina escribiendo sin parar. Por un momento el revolucionario se queda allí con el picaporte en la mano mirando como su hijo escribe con el ceño fruncido y la birome en su mano empuñada con fuerza.

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⏰ Última actualización: May 24 ⏰

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