III

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°𝐅𝐨𝐫𝐠𝐢𝐯𝐞 𝐦𝐞°

Salió del hotel desecha, las palabras de Charlie estaban atormentado su mente y no dejaba de repetirse una en concreto.

Eres una asesina.

Tenía razón, lo era, no merecía absolutamente nada y Charlie tenía todo el derecho de terminar con ella, pero no quería dejarla sola, no quería dejar que Charlie luchará sola por ese sueño tan noble y por el cual nadie iba a escucharla... La necesitaba.

Dejó un camino escarchado que se deshizo casi inmediatamente al sentir su cabeza doler como la peor de las malditas torturas, con esto se sumaba el dolor increiblemente terrible que sentia en su pecho, parecía que algo por dentro se estaba entimeciendo, se sentía un frío doloroso.

Tardo varios minutos para que ese dolor desapareciera, dejándola agitada y cansada, como si hubiera hecho un esfuerzo demasiado grande.

—Creo que tu discusión con la princesa te afecto demasiado.

La voz radiofónica de Alastor la hizo brincar en su lugar y voltear instintivamente, ¿en serio Charlie había mandado al demonio radio?

—Eso no es de tu incumbencia, ahora vete.

—Creo que cierta rubia te condicionó, debes buscar un modo de defender el hotel... Bueno, si es que quieres volver.

Se sentía tan frustrada, claro que quería volver, pero no sabía ni tenía idea de cómo podría combatir a los Ángeles, ellos no podían ser lastimados ¿no?

—Seguramente tu no tienes ni idea tampoco de como combatir a los Ángeles, o al menos no dirías nada sin algo a cambio.

Dijo sabiendo bien a donde iba esa conversación, Alastor sabía algo, pero a cambio pediría un trato que ella no estaba dispuesta a hacer.

—Me alaga que pienses de ese modo, pero me conoces tan poco linda.

La desconcertó, ¿que es lo que quería decir?

—Esta vez no pediré nada a cambio, te diré lo que se como muestra de aprecio.

—¿En donde esta el truco?

Pregunto aún sin creer que de verdad Alastor dijera cualquier cosa sin algo a cambio y no hubiera un truco detrás.

—No hay truco lindurita, pero si eso crees supongo que puedo seguir guardando este... Curioso secreto.

—¡Espera! ... ¿Qué es lo que sabes?
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Entonces lo sabía, Carmilla Carmine había matado a un Ángel en el último exterminio, ¿cómo era siquiera eso posible? No tenía idea, es por ello que ahora se dirigía a dicha mansión, tenía que hablar con la Overlord, solo así podría tener esperanza de que Charlie alguna vez pudiera perdonarla.

—¡Carmine! Ya se lo que hiciste en el último exterminio, así que podemos hablar tranquilamente allá dentro o puedo gritarlo aquí afuera.

Grito a la cámara que tenía enfrente, sabía que Carmine estaba escuchando y prueba de ello fue que la gran puerta delante de ella se abrió poco tiempo después.

—Jodida puerta del demonio... ¿hola?

—Tienes dos minutos para convencerme de no silenciarte para siempre.

[𝑳𝒊𝒌𝒆 𝒂 𝒇𝒂𝒓𝒚𝒕𝒂𝒍𝒆] °𝐂𝐡𝐚𝐠𝐠𝐢𝐞°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora