[𝑳𝒊𝒌𝒆 𝒂 𝒇𝒂𝒓𝒚𝒕𝒂𝒍𝒆] °𝐂𝐡𝐚𝐠𝐠𝐢𝐞°

XXIV

°𝐔𝐧𝐞𝐱𝐩𝐞𝐜𝐭𝐞𝐝 𝐯𝐢𝐬𝐢𝐭𝐬°

La cita había salido mejor de lo que hubiera pensado en algún momento, no sólo arreglaron las cosas, sino que ahora estaban próximas a casarse y no podía esperar a que su alma se uniera con la de Vaggie para siempre está vez.

El camino de regreso fue ameno, ambas se sentían cómodas la una con la otra, sin embargo, no pudo evitar sentir las miradas que iban dirigidas a ambas, pero a Vaggie más que nada, eran miradas rencorosas y algunas de miedo.

—¿Desde cuándo te miran así?

Pregunto cubriendo a Vaggie tras de ella, esta vez hablaba en serio cuando decía que la protegeria de cualquier cosa o persona.

—Desde que... Bueno... Tu madre-

—Esa mujer no puede ser llamada como mi madre... No es mi mamá.

Dijo con su corazón aumentando de ritmo al decir aquello, jamás pensó dirigirse a Lilith de esa manera y ahora lo estaba haciendo, porque recordaba la verdad y las mentiras habían quedado atrás.

—No voy a ponerte en riesgo otra vez... Se que eres capaz de protegerte, pero no quiero que pase lo de la última vez, no podría perdonarme si no llegará a tiempo.

Pidió tomando ambas manos de su pareja, quizá no estaba en las mejores condiciones para mostrarse intimidante, pero no dejaría que su depresión fuera causante de que Vaggie estuviera en peligro, debía mostrarse como lo que era, la jodida princesa del infierno.

—Char... Yo... Lamento alejarte después de que ese maldito intentara... Ya sabes, pero crei que pensarias que yo estaba sucia o algo asi y-

—Vaggie, jamás pensé en algo así, tu no buscaste que ese malnacido intentara abusar de ti, no fue tu culpa.

Interrumpió al saber hacia donde iba la conversación, jamás pensó algo parecido sobre Vaggie, al contrario, pensaba que era una chica valiente por afrontar todo lo que le pasó.

Ambas se habían detenido en la cera para hablar más sobre el tema, quizá habían arreglado todo pero aún no hablaban sus inseguridades la una con la otra.

—Las miradas que más detesto son las de miedo, porque eso va en contra de todo lo que yo quiero que los pecadores sientan.

Mencionó al saber que esas miradas también se dirigían a ella, ahora le tenían respeto, pero no se sentía bien para ella, porque sabía que todo era a costa de temor.

—No lo hiciste a propósito nena, intente detenerte lo antes posible.

Asintió sabiendo que Vaggie había hecho su esfuerzo, logró traerla de regreso después de todo, pero aún así mató a cientos de pecadores en tan solo minutos... Su gente.

—Cuando papá me dijo que debía imponer respeto alguna vez... No pensé que debía imponerlo a través del miedo, yo no quería que todo esto pasará.

Sus ojos habían comenzado a picar y un nudo en su garganta se había formado, estaba a punto de ponerse a llorar otra vez, pero la mano de Vaggie sobre su mejilla la hizo mirarla.

—Una vez más, todo fue culpa de Lilith, y se que con el tiempo ellos sabrán quién eres sin necesidad de temerte, algún día reinaras y me tendrás contigo.