-¿Katsuki a dónde crees que vas?- caminaba detrás de su primo- tienes que explicarnos que está pasando.
Después de que su cara de ángel se marchó no supo que más hacer, caminaba de regreso al castillo con su amigo y prima detrás de él exigiendo respuestas pero para ser sincero no tenía ánimos de contestar pues el recuerdo del cuerpo de la castaña estaba en su mente y eso lo hacía sentir avergonzado.
-¡¿Por qué nunca me contaste de que existían las sirenas?!- continuaba sorprendida- ¿También hay dragones?, ¡Debo decirle a mis tíos!
Una alarma se activa en el cerebro del cenizo, el cual se gira para quedar enfrente de su prima y tomarla de los hombros.
-Escuchen los dos- estaba asustado por lo que pudiera pasar de ahora en adelante pero si él podía protegerla lo haría sin importar las consecuencias- nadie, absolutamente nadie debe enterarse de que las sirenas existen, eso pondría en peligro a mi cara de ángel y no voy a permitir eso.
-¿Tú cara de ángel?, ¿es que estás enamorado de esa criatura?
El cenizo no responde pero no había necesidad, Mina interpretó demasiado bien el sonrojo de su primo, observa a Kirishima el cual le regala una mirada de comprensión...tal vez y solo tal vez su primo había encontrado el amor.
-Ey tranquilo- acaricia su mejilla- no le diremos a nadie, lo prometo- sonríe con ilusión- pero no creas que no la quiero conocer, tienes que presentarnos la y para la próxima vez que vayas debes decirme para llevar ropa, no puede ir desnuda por ahí.
Él sonrió avergonzado, ansiaba volver a ver a su castaña aún teniendo pocos minutos de estar a su lado, su corazón latía con emoción pues ahora que alguien más sabía de su existencia lo hacía sentir menos presionado...tenía miedo...claro que lo tenía pero por ella haría cualquier cosa sin dudar, cuando regresaron al castillo él se fue directo a su habitación.
-"Dios la toque"- miraba sus manos que habían sostenido esa tersa piel- "nunca imaginé que será así de suave", debía dejar de pensar en ella, estaba tan ruborizado que no sabía cómo ocultarlo.
-D-debo de tomar un baño... sí...eso haré.
Una vez en su baño se va desabrochando su camisa pero su ángel no sale de sus pensamientos...estaba avergonzado como nunca en su vida lo estuvo pero...pero no dejaba de recordar cómo se sentía ese pequeño cuerpo sobre el suyo...su pequeña cintura y sus grandes caderas, se adentra a su tina para sentir el agua por su cuerpo, moja sus manos y las pasa por su rostro y cabello...recarga su cabeza en el filo de la tina y mira al techo.
-Eres tan hermosa- recuerda a Ochaco y con ello su suave piel- no puedo dejar de pensar en ti- se frota su rostro con ambas manos, se sentía frustrado y... algo más...- rayos solo una vez...una vez y ya.
Acerca su mano derecha a su virilidad la cual ya estaba despierta, haber visto a la castaña desnuda le había afectado de sobre manera...a él de por sí ya le gustaba mucho, demasiado...los movimientos de su mano comenzaban a hacer efecto en él, se sentía bien...tan bien...en su cabeza estaba el rostro de su ángel, sus bellos labios rosados y abultados que cada que los veía solo quería besarlos...probar como se sentirá perderse en esos bellos labios, sus pechos proporcionados y hermosos...pasa saliva pues recordarlos solo provocó querer tocarlos y lamerlos, acariciar su suave y tersa piel.
-¡Aahh! Ángel- estaba ido en placer mientras se masturbaba, los ritmos cada vez se hacían más rápidos y Bakugou tuvo que sostenerse del filo de la tina para recibir su eminente placer.
Su respiración estaba agitada y se sentía avergonzado, jamás había llegado a tal magnitud de tener que masturbarse para calmar sus ansias pero ella lo volvía loco a tal punto de perder su autocontrol, sale del agua y desagua la tina para que nadie pudiera ver el desastre que había dejado, ella había provocado que él llegara a esas acciones...estaba tan jodidamente enamorado de ella que ya no podía controlarse...solo esperaba que las cosas siguieran bien de aquí en adelante, solo eso...
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El hilo rojo ♥️Kacchako❤️
Romance-¿Quién eres?- pregunta el niño La pequeña trata de ocultarse lo más que puede entre las rocas, estaba temerosa, tenía miedo y no era para más...era la primera vez que veía una criatura como esa... -¿No escuchas?- vuelve hablar con su entrecejo frun...