Cuando suena el timbre del descanso pongo en marcha la primera parte de mi plan.
Espero a que todos salgan a comer a la cafetería, especialmente Cristina y sus amigos. Ellos ni siquiera notan que no me he movido de mi pupitre cuando salen del salón.
En ese instante aprovecho para escabullirme y colocar una hoja en la mochila de Cristina sin que nadie se dé cuenta.
Perfecto, ahora que he dejado la nota todo estará... en ese momento me doy cuenta de que Kathy me ha visto, pero no me dice nada, solo ladea su rostro confundida desde su pupitre.
Unos minutos después me lo pregunta.
—¿Qué dejaste en la mochila de Cristina? —dice Kathy mientras bebe un refresco.
Ambos estamos apoyados contra la pared de los laboratorios de ciencia. Fuimos a la cafetería por unos refrescos y ahora solo estamos intentando relajarnos antes de que inicien las clases de matemáticas.
—Es un secreto. Te lo contaré cuando vaya a buscarte a la salida. —respondo.
Kathy alza los hombros y ninguno de los dos dice nada más. A veces nos gusta quedarnos callados, solo sintiendo la compañía del otro.
El timbre de fin de descanso nos sobresalta. Yo regreso al salón nervioso, ¿Cristina ya habrá visto la hoja? quisiera ver su rostro cuando la lea. Sin embargo, Cristina y su grupo de amigos llegan casi al mismo tiempo que el profesor.
Perfecto. Aún no ha visto la hoja.
Los minutos de clases pasan como una eternidad. No presto atención a lo que dice el profesor, solo miro a la espalda de Cristina, sentada unos pupitres más adelante.
Entonces el maestro dice que saquemos un libro de estudio. Yo no lo hago, solo espero y veo como Cristina abre su mochila para buscar aquel libro, pero se encuentra con la hoja, la hoja que yo escribí. La saca de su maleta y la lee. Estoy sobándome las manos como si fuera un lobo hambriento. Veo como Cristina se pone a leer la nota una y otra vez, ni siquiera ha buscado el libro que pidieron. ¡Está en shock!
Lo que pasa a continuación siendo honesto no me lo esperé. Cristina se pone de pie rápidamente y mira a todos lados furiosa.
—¿Tiene algo que decir alumna? —pregunta el profesor al verla de pie.
Sí Cristina ¿tienes algo que decir?
—No, profesor, solo estaba acomodando mi silla. —dice Cristina y se vuelve a sentar, pero sin dejar de mirar a los lados.
Su mirada voltea a mi sitio, pero yo fingo que busco el libro de estudios en mi maleta. Por dentro estoy riéndome, verla ponerse de pie tan enojada hizo que todo valiera la pena.
Cuando vuelvo a levantar la mirada Cristina ya se ha puesto a atender la clase, aunque veo que su rostro está rojizo, probablemente de la rabia.
Hay una persona mirándome. Es Kathy, me observa con curiosidad. Ella es la único testigo.
Unas horas después cuando termino de limpiar el salón voy a buscar a Kathy a la biblioteca, la encuentro como siempre suele estar. Con la nariz casi rozando las páginas de un libro muy grande.
—Hola. —le digo.
—¡Roger! —dice Kathy con una sonrisa, pero baja la voz de inmediato al recordar dónde está. — Ups. ¿Cómo va todo? —susurra.
Me doy cuenta de que a esta hora estamos los dos solos, lo cual me viene bien.
—Tranquila no hay nadie en la biblioteca, podemos hablar sin susurrar. —le digo.
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El Secreto de mi Bully - Temporada 1
RomanceRoger ha sido víctima de las burlas de su compañera de clase Cristina, pero todo cambiará cuando Roger descubra su secreto...