El Secreto de mi Bully - Temporada 1

Episodio Cinco

A la hora de salida del día siguiente, el profesor se toma un instante para detenernos de salir corriendo de la escuela.

—Escuchen el día de mañana se decidirá qué hará nuestra clase para el festival de primavera. Quiero que todos colaboren para que salga mejor que el año pasado, no quiero que volvamos a perder contra todos los salones. —dice.

Todos asienten con desgano, nadie quiere hacer nada más a sabiendas que los exámenes pronto llegarán.

—Cristina y... el otro delegado, por favor vengan conmigo. —dice el profesor.

Minutos después nos lleva a su oficina donde nos entrega una montaña de folios que debemos rellenar, más que nada solicitudes de uso de aulas para preparativos. 

—Pueden ir a organizarse en el aula Magna, no la va a usar nadie estas semanas. —dice el profesor.

¿Voy a estar solo con este monstruo? pienso, pero solo asiento, mientras Cristina se da la vuelta con una sonrisa y empieza a caminar hacia el salón que nos designaron. Obviamente deja que yo cargue con todos los papeles.

Mientras camino detrás de ella por los pasillos y la veo saludando a todo el mundo con una sonrisa resplandeciente que me deja en sombras, me pongo a pensar que ojalá ya tuviera un plan, pero no tengo nada. A pesar de que me pasé toda la noche intentando idear algo.

Hasta ahora, lo único que sé es que ella no quiere que nos vean en público juntos, porque desea mantener ese ideal de niña perfecta para el resto de la escuela. Que la vean haciéndome las cosas que me hace en secreto, podría acabar con su popularidad. 

Eso es interesante. Por ahora solo debo esperar el momento preciso para revelar su maldad frente a todos, por mi y por Kathy, que ahora es prácticamente un rehén sin saberlo.

Cuando llegamos al aula Magna pongo la montaña de papeles en el escritorio y me giro para ver a Cristina cerrando la puertas y bajando las cortinas de todas las ventanas.

Luego me mira con esos ojos azules brillantes.

—Vamos a estar solos todos los días hasta el festival del evento. ¿No es fantástico Roger? Es como si el universo conspirara a mi favor. —dice Cristina y empieza a reírse. 

Yo me volteo a arreglar los papeles de la mesa, quiero acabar lo más pronto posible. Sin embargo, Cristina nota mi apuro y parece enojada. Camina hacia el escritorio donde ordeno los folios y con una mano los tira todos al suelo.

—Ups, ahora tendrás que volver a hacerlo. —dice Cristina con una mirada sombría.

Trago saliva y me agacho a recogerlos, en ese momento escucho como Cristina se sienta sobre la mesa y pone sus piernas en mi espalda, como si yo me tratara de un apoya pies.

—¡Quédate allí! —dice Cristina.

Ni loco, es demasiado humillante, reúno valor y me pongo de pie, haciendo que sus pies cuelguen en el aire. Ella me mira con una expresión furiosa.

—No voy a hacer eso Cristina, no soy... ¡no soy tu mascota! ¡No puedes tratarme así! —digo, mientras siento mi cuerpo temblar.

Cristina me observa en silencio, por sus ojos parece que está pensando en cómo matarme de la forma más dolorosa.

—¿Una chica y un chico a solas puede llamar la atención no? ¿Te imaginas qué dirían si el profesor se entera de que el basurero del salón intentó meter sus manos debajo de la falda de la más perfecta y popular estudiante de toda la escuela? —dice Cristina.

Me quedo de piedra de nuevo, ¿hasta dónde puede llegar su maldad? 

¿Acaso se atrevería a decir esas mentiras? La miro con ojos de suplica, pues sé que es capaz de aquello.

—No creo que puedas volver a pisar una escuela en tu vida y eso dejaría a Kathy desconsolada, y no te quepa duda que me voy a esforzar por consolarla. —dice Cristina y sonríe.

—¿Por qué me haces esto? Nunca te he hecho nada. —digo.

—¿Seguro? 

¿A qué se refiere Cristina? ¿Acaso he hecho algo para merecer su odio? Sea lo que sea, no lo recuerdo.

—Si te portas bien tal vez te lo diga. Por ahora digamos que es mi forma de mostrar amor a la persona que me gusta. —dice Cristina.

Me rindo, no puedo ganar esta batalla ahora mismo.

Cristina alza los pies, mostrándome sus largas piernas debajo de su falda.

—Tengo los pies muy cansados. —dice sonriendo.

Me trago mi orgullo, pienso en que todo esto acabara cuando encuentre la forma de acabar con ella, pero por ahora estoy atrapado.

Me agacho y dejo que sus pies descansen sobre mi espalda, mientras la escucho reírse. 

—¡Eres una buena mascota, Roger! ¡Una increíble mascota! —dice entre risas.

Luego toma fotos con su celular y saca un chupetín de su cartera, la veo saborearlo mientras revisa las fotos que acaba de tomar.

Me pongo de pie, tengo el rostro rojo de furia.

—¡Ya basta! ¡Tenemos que... tenemos que trabajar! —digo con los puños cerrados.

Cristina alza los hombros sin desviar la mirada de su celular.

—Me da igual, ya tengo lo que quería. Puedes empezar. Me iré a tomar un café con mis amigas. —dice Cristina, luego se pone de pie y da pequeños saltos hasta salir por la puerta.

Me quedo solo con la montaña de papeles que hay sobre el escritorio y el suelo.

Ya es de noche cuando relleno los formularios, no tengo ganas de pensar en lo que podríamos hacer como salón, así que solo pongo las dos opciones más populares que han tenido éxito en anteriores festivales. Que los del salón escojan lo que quiere hacer mañana, tengo otras cosas en las qué pensar. 

En ese instante escucho que la puerta del salón se abre, alzo la mirada sobresaltado, dejando caer el lápiz sobre los folios. 

Espero ver a Cristina que ha vuelto con alguna otra idea malvada, pero no es ella.

Es una chica de pelo castaño que no reconozco, es hermosa de pies a cabeza. Pienso que tal vez se ha confundido de salón.

—¿Eres el basurero? —dice con los brazos cruzados.

Odio que me llamen así, pero no tengo más opción que asentir con la cabeza.

—Me alegra... porque vengo a salvarte. —dice y empieza a caminar hacia mí. 

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Próximo capítulo: 1 de Mayo.

Nota del autor: ¿Quién será esta chica misteriosa que acaba de irrumpir en la vida del basurero? Lo digo en serio, no tengo ni idea. Escribo estos episodios el mismo día de su publicación. Supongo que tendremos que esperar para saberlo.  

Nota de disculpas: ¡Hola! Hoy debí publicar el nuevo capitulo, lo sé, pero tuve una emergencia. ¡Publicare el siguiente el 1 de Mayo! ¡Disculpas!