El Secreto de mi Bully - Temporada 1

Episodio Nueve

"No sé qué estoy haciendo con mi vida", pensé. 

Son las cinco de la tarde, hoy no hay clases. Luego de la conversación que tuvimos ayer, Selina insistió en que debíamos salir a una "cita falsa", ni siquiera me preguntó si estaba de acuerdo con todo esto, pero siendo honestos no me iba a negar tampoco.

"No pude dormir nada" pienso. Son las cinco de la tarde y Selina aún no llega. Quedamos en la plaza de la ciudad, un lugar concurrido y que siempre, en las noches, tiene sus calles cubiertas de parejas. 

—Lo siento, se me hizo tarde. —dice de repente una voz a mis espaldas.

Me giro y quiero ocultarme debajo de la primera mesa que vea. Es Selina con una corta falda negra de cuero y un polo negro, sus labios están pintados de negro y tiene el cabello recogido en una coleta de...  sorpresa, color negro. No me había percatado hasta entonces que Selina es una chica de estilo gótico.

—No, acabo de llegar también. —miento, llegué hace una hora. 

—¿En serio? ¿Eso es lo que llevarías a una cita? —me dice levantando las cejas con una voz neutral.

Me veo a mí mismo, traigo un polo amarillo y unos jeans viejos, es lo que suelo usar al salir a pasear. Ni siquiera sé qué se usa de vestir en una cita, ¡nunca he estado en una!

—Dijiste que era una cita falsa, no pensé que debíamos arreglarnos mucho... —digo rascando mi nuca.

Selina parece molestarse, pero no estoy seguro, su rostro es muy poco expresivo y es difícil saber en qué está pensando.

—Es cierto. No es que yo me haya arreglado mucho para ti. —dice esquivando mi mirada.

Nos quedamos en silencio unos segundos, siento que las manos me sudan.

—¿No tienes experiencia en esto verdad? —digo. Es lo único que se me ocurre decir, ella voltea a mirarme sorprendida. Veo sus mejillas un rubor muy sutil.

—Oh, me vas a decir que el basurero tiene mucha experiencia. ¿Con quién has tenido citas? ¿Con los tachos de reciclaje? —dice Selina con un tono a penas alterado.

—Es mi primera vez... —digo mirando al suelo.

Selina me observa con cautela.

—Voy a tomarte la mano y llevarte a un lugar. —dice Selina.

Antes de que si quiera yo pueda responder, Selina toma mi mano y me arrastra por las calles. noto que sus dedos también están sudando. Por algún motivo me pone más nervioso saber que ella está algo nerviosa también. 

—¿Te gustan las películas de terror? —dice ella cuando llegamos a un cine.

—Sí. —miento, no me gustan para nada.

—Genial, a mi también. —dice Selina en su usual tono neutral y sin mostrar ninguna expresión facial.

Compramos unas palomitas y entramos al cine. Nos sentamos en unas butacas del fondo.

—¿Te gustan las películas antiguas de terror? —susurra Selina, la película aún no ha empezado.

—Sí. —miento, obviamente.

—¿De verdad? A mí me encantan. Esta es la secuela de "cuchilladas susurrantes", voy a contarte el lore antes de que empiece la película así sabrás de qué trata. 

Después de eso y durante la película, Selina me da una avalancha de información sobre personajes y trama de la película que estamos por ver. Las personas al rededor nos miran molestas por el ruido, pero a Selina le da igual, veo por primera un brillo en sus ojos. ¿Eso es... eso es emoción?