El Secreto de mi Bully - Temporada 1

Episodio Cuatro

Nota del Autor: ¡Espero les guste la nueva portada!

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Estoy en el salón de clases al día siguiente, sentado en mi pupitre sintiéndome muerto por dentro. No pude dormir ayer luego de lo que paso con Cristina en la azotea. 

Llegue temprano para evitar cruzarme con ella, ni siquiera pude conseguir el valor de mirarla cuando entro al aula riendo con sus amigos, parecía de buen humor. ¿Cómo puede estar tan alegre después de lo de ayer? ¿Tanto placer le provoca hacerme sentir mal?

Cristina, hermosa como ella misma, con el uniforme impecable y el cabello rubio recogido en una cola rosada, ni siquiera voltea a buscarme con la mirada. Para ella, es como si no existiera. 

Luego las clases comienzan, nada fuera de lo normal, hasta que llega la hora de la salida. El profesor nos detiene con un anuncio importante.

—Chicos, hoy vamos a elegir a los representantes del salón, serán dos y estarán encargados de organizar el evento de fin de año. La escuela sugiere que hagamos una obra teatral, pero claro eso depende de lo que ustedes decidan. ¿Algún voluntario? —dice el profesor.

Todos se quedan callados, nadie quiere hacerlo. Excepto una persona.

Cristina alza la mano muy energéticamente.

—Yo lo haré. Tengo buenas ideas para este año. —dice Cristina.

Nadie pone ningún "pero", todos aplauden la idea de que Cristina sea la organizadora. 

—¿Escuchaste? Cristina va a ser la encargada, voy a proponerme para estar a su lado. —dice un chico a mi lado mientras habla con otro.

—Ni de broma, yo estaré con ella. —dice el otro.

De repente todos los chicos del salón empiezan a levantar la mano. Es lo que se puede esperar, pasar tiempo con Cristina para ellos debe ser como el cielo, para mí es todo lo contrario. 

—Vaya, no esperaba que hubieran tantos voluntarios. —dice el profesor.

—Si me permiten hablar. —dice Cristina poniéndose de pie.

Todos se quedan callados.

—El otro encargado debe ser el basurero, quiero decir... ¡ay, olvidé su nombre! —dice Cristina riéndose.

"Jujuju", odio su risa malvada con la que me taladra los oídos. Además sé que ella sabe mi nombre, solo finge para molestarme.  

—¿El basurero? —se preguntan varios chicos asombrados.

—Necesitamos a alguien que esté acostumbrado de hacer mucho trabajo, ya que habrá muchas tareas y papeleo. —dice Cristina sonriéndome.

Yo bajo la mirada, no quiero que me vea, no quiero que nadie me vea, pero todos tienen sus ojos puestos en mí.

—Es verdad... habrá mucho trabajo, que aburrido. Que lo haga el basurero. —dice un chico a mi lado.

Los demás parecen estar de acuerdo porque bajan las manos y asienten.

—Bueno, ¿qué opina... alumno? ¿está de acuerdo? —pregunta el profesor.

¡¿El profesor ni siquiera recuerda mi nombre?! Soy el que limpia su escritorio todos los días, me molesta aquel detalle, pero no digo nada. Estoy más concentrado en idear una excusa para no hacerlo, estar cerca de Cristina tanto tiempo es lo menos que necesito ahora.

—Lo hará. ¿Dónde firmamos? —dice Cristina mirando al profesor.

¡No! ¡No quiero! Siento que las palabras se me atoran en el cuello, quiero decirles que dejen de mirarme y me dejen en paz, pero no puedo hablar.