La chica de los CD's (Kivi)

6. Chiara Oliver Williams

Aquel viernes siguiente, Juan Carlos, Susana y Noemí se encontraban hablando entre ellos

-No hay cambios en su diálogo, pero se ve con más energía- Comentó Susana

-Creo que aquella chica que mencioné aquella vez, Chiara, es como una especie de amiga. No lo sé- Intervino Juan Carlos

-¿Ella no te ha dicho nada sobre la chica?- Preguntó la doctora

-No- Negó Juan Carlos- absolutamente nada, ¿Debería preguntarle?

-No, deja que ella se encargue. Al parecer la hace bien

Ambos padres asintieron

(...)

El sábado, volvieron a ir a la mañana al centro comercial, como era costumbre

Violeta entró, pero no hizo más que poner un pie en el local de música que Cris la saludó

-Bienvenida a OT’s World ¿Puedo ayudarte?

Él estaba muy cerca de la entrada y se encontraba libre, mientras que Chiara se encontraba vendiendo unas púas más en el fondo. Cris estaba algo celoso de Violeta, cosa que era bastante estúpida, ya que Violeta era una chica; pero si podía impedir que hablaran no estaría nada mal, pensó.

Ella se puso muy nerviosa. Tenía la idea fija de que fuera Chiara quien la atendiera, como todas las semanas. No contaba con la posibilidad de que alguien más lo hiciera. Ella iba a esforzarse por hablar más, pero no con todos, no ahora. Ni siquiera había tenido tiempo de tomar un CD cualquiera entre sus manos. Pero agradece en parte por ello. Si él era quien se encargaba de la compra ni siquiera tendría excusa ni oportunidad de hablar con Chiara. No podía permitir eso. La veía una vez a la semana y sólo unos momentos. Era demasiada la espera para desperdiciar la oportunidad de esta forma ¿Qué debía hacer?

-Violeta

Oyó esa voz que hacía que todos sus problemas se disiparan y sintió como si un peso de toneladas de kilos se cayera de sus hombros. Estaba a salvo. Tanto ella como el moreno se giraron a mirar a Chiara, que se había acercado a ellos. Había terminado de atender al cliente con quien estaba ocupada

-No te preocupes, Keeks. Yo me encargaré de atenderla- Dijo Cris con una gran sonrisa boba hacia Chiara. Sí, estaba más que claro que le gustaba

-No- Dijo en seco, haciendo que el chico dejara de sonreír- Verás- Cambió su tono de voz a uno más suave al notar que había sonado algo fría- Violeta es mi cliente favorita, y yo soy su vendedora favorita- Le guiñó un ojo con una sonrisa de lado- Es algo mutuo, por eso seré yo quien la atienda siempre que venga. Si estoy ocupada, esperará a que esté libre ¿Entendido?- Finalizó en tono algo descarado

-Como quieras- Escupió algo molesto y se dirigió a otra parte del local rápidamente para desaparecer de su vista

-Ya se le pasará- Dijo sonriente a Violeta quien la miraba sorprendida- ¿Estás bien?

Violeta sentía ganas de sólo asentir, eso era simple. Pero habían acordado que dejaría de hacerlo

-Si- Dijo con la mirada gacha

-Bien ¿Qué va a necesitar mi clienta favorita el día de hoy?

Violeta sintió un escalofrío en su columna vertebral. Cada cosa buena que Chiara decía sobre ella le ponía el corazón a mil por hora. Volteó a penas su rostro y tomó cualquier CD, entregándoselo. Chiara la miró con el ceño fruncido y tratando inútilmente de ocultar una sonrisa. Chiara mordió su labio inferior, eso la hizo ver condenadamente sexy. Violeta tragó saliva

-¿Sabes? Es una pena que no podamos tener más tiempo juntas el día de hoy. Pasar mi tiempo para almorzar contigo fue mucho más entretenido que pasarlo sola. Y no puedo usar mi descanso en este momento. Si almuerzo a las once de la mañana moriré de hambre el resto de la tarde- Hizo una mueca graciosa