La chica de los CD's (Kivi)

9. Kiki y Vivi

-¿Como dices, Juan? ¿Estáis seguros?

-Segurisimos, Noemí

-Lo vimos con nuestros propios ojos. La escuchamos reírse

-¿Cuando fue la última vez que Violeta había reído?

-Ni siquiera me acuerdo. Fue hace mucho tiempo, cuando era pequeña

-Las personas que padecen el tipo de problemas que Violeta tiene evolucionan muy lentamente, si es que logran hacerlo. Pero Violeta en los últimos dos meses ha demostrado una evolución enorme ¿Habéis tenido algo que ver?

-Lamentablemente no sabemos cómo ayudarla. Todo lo ha hecho por su cuenta- Afirmó orgulloso Juan Carlos

-No estoy tan segura. ¿Sabéis que fue lo que provocó que riera?

Ambos se quedaron en silencio unos segundos

-Ella

-¿Ella?

-La chica de los CD’s

-¿Qué sabéis sobre ella?

-No mucho. Trabaja en el centro comercial. Violeta va a esa tienda todos los sábados. Al parecer se llama Chiara. El sábado por un cambio de planes estuvo a punto de no ir. Juraría que estaba al borde del ataque de nervios- Respondió Susana

-¿Conocéis a esa chica?

-Solo la vimos a unos metros de distancia. Y la oímos decir unas tonterías. No parecía mala persona- Habló Juan Carlos

-Creo que ya somos personas adultas y no hace falta que os diga que Violeta está sumamente interesada en esa chica

Esas palabras fueron como un balde de agua fría. Ellos lo sospechaban desde hacía tiempo pero necesitaban que alguien se lo confirmara, y así fue. De todos modos ellos la apoyaría sin importar qué

-Eso pensábamos- Afirmó Juan Carlos suspirando- ¿Que nos aconsejas hacer?

-No hay mucho que hacer. Está más que claro que si Violeta progresa es debido a su fuerza de voluntad, la cual requiere del incentivo. Si le quitarais el incentivo, probablemente volvería a estar en el estado inicial o incluso peor. Procurad que eso no pase

-Claro

(...)

Al día siguiente Violeta estaba dubitativa, sobre ir al horaria del almuerzo de Chiara o al finalizar su turno de trabajo. Una semana atrás luego de su trabajo había sido la mejor experiencia de toda su vida, pero no quería que Chiara pasará hambre por su culpa otra vez.

Por otra parte quería pasar tanto tiempo con ella como le fuera posible. Tampoco sabía si al ir cuando terminara, Chiara querría pasar tiempo con ella. Tenia tantas posibilidades pasando por su mente; pero finalmente decidió ir cerca de las cinco de la tarde.

Esperando que hubiera almorzado sin ella. Dándole lugar a que la invite a pasar tiempo con ella al terminar el turno. Estaba arriesgando un lapso de tiempo asegurado a cambio de algo mejor que no sabía si ocurriría, pero sintió la necesidad de hacerlo. Aproximadamente media hora antes de que el local cerrará, Violeta ingresó por la puerta. Chiara sonrió al verla y desvió la mirada hasta que la chica estuvo casi frente a ella

-¿Y bien?- Preguntó divertida- ¿Vas a admitir que un hombre con bigote es como un animal?- Violeta sonrió hasta marcar su hoyuelo que hacía derretir a Chiara

-Nunca

Intercambiaron un par de comentarios banales y realizaron la compra del CD. Al menos Chiara no se veía hambrienta, aunque sí algo más cansada de lo normal. Violeta tomó la bolsa con la compra y la apretó con fuerza, tal vez en verdad no pasaría lo que ella esperaba. Apenas si podía soportarlo