Eran comienzos del verano. Temperaturas altas, aves cantando y revoloteando, césped más que verde. Susana se encontraba aseando la casa aquella tarde. Terminó de limpiar completamente el salón y subió las escaleras. Iba a dirigirse hacia su habitación. Pero se detuvo antes en una puerta de color blanca. Seis largos meses habían pasado desde la muerte de VioletaTal vez no era la chica más habladora, pero la casa se sentía extremadamente sola sin ella. Después de todo, ella siempre estaba allí. Tana seguía en Granada. Había venido para su funeral y había vuelto a marcharse. La casa era muy solitaria y eso no ayudaba en la depresión de Susana, al igual que la de Juan Carlos, que se pasaba los días trabajando en busca de despejar su mente de la ausencia de su hija. No habían vuelto a entrar en la habitación de la chica desde su fallecimiento, no querían acrecentar el dolor. Pero debían ser valientes
Tendrían que hacerlo tarde o temprano. Cuanto más tiempo dejara pasar, más difícil se tornaría todo. Dirigió su mano lentamente hacia la perilla de la puerta y la giró. Se adentró en la habitación con todas las cosas de limpieza. Se mantenía ordenada, tal y como Violeta la había dejado. Permanecía cerrada, pero la falta de aseo había hecho que se acumulara el polvo.
A Susana se le formó un nudo en la garganta. Todos y cada uno de los objetos de Violeta le provocaban un dolor inmenso. Pasó un trapo por encima de su radio grabador, quitando el exceso de polvo y encendió la radio. Tal vez algo de música la ayudaría un poco a sobrellevar la soledad mientras limpiaba. Comenzó repasando los muebles, los adornos, todo lo que estuviera sucio. Trajo una gran caja de cartón al lugar, abrió el armario y comenzó a depositar parte de la ropa de Violeta dentro.
Ya nadie la usaba, así que donarla era la mejor opción. Luego de llevar la caja con las prendas dentro a la entrada de la casa, buscó una escoba y comenzó a barrer la habitación. Comenzó por una de las esquinas y arrastrando todo hacia la puerta que daba al pasillo; pero cuando barrió bajo la cama, la escoba se topó con algo. Frunció el ceño y se agachó para ver de qué se trataba. Era una caja. La tomó entre sus manos y sopló el polvo que tenía encima. Se sentó en el suelo con la caja en su regazo. Al abrirla se llevó una gran sorpresa
-Oh, Vio…- Murmuró con dolor
Eran CD’s. Los reconocía fácilmente. Estaban todos perfectamente envueltos en papel azul. Intactos. Jamás habían sido abiertos. Comprendió al instante que se trataba de sus excusas para ir al centro comercial cada semana. Cada envoltorio tenía la fecha escrita a mano en la esquina superior izquierda junto a un pequeño y muy cuqui dibujito. Susana suspiró y abrió el paquete con la fecha más antigua. Sonrió divertida al encontrarse con un CD de música jazz. Violeta odiaba el jazz. Prosiguió desenvolviendo el segundo con la fecha más antigua. Negó con su cabeza, mordiendo su labio. Se trataba de un disco de Pink Floyd, uno que ella ya tenía. Al desenvolver el tercero algo llamó su atención. Un pequeño trozo de papel había caído al piso al abrir el paquete. Susana lo tomó en su mano y lo leyó. Frunció el ceño. La inscripción estaba hecha a mano y sin ningún cuidado. Como si lo hubieran escrito a prisas
-No…-Murmuró asustada
Tomó rápidamente el siguiente CD en sus manos, que habían comenzado a temblar de sobremanera, y desgarró el papel azulado a causa de los nervios. Otro pequeño trozo de papel cayó de este. Era un papel diferente al anterior, pero la letra era la misma
-No puede ser- Jadeó entrando en estado de desesperación
Siguió abriendo cada uno de los paquetes en orden cronológico. Todos contenían un pequeño papel dentro. Todos habían sido escritos por la misma persona
-No…-Sus ojos se habían cristalizado mientras descubría más y más notas- Chiara…Violeta…-Sollozaba
Llegó hasta el último. La fecha era de una semana antes del accidente. Con las pocas fuerzas que le quedaban, rompió el envoltorio. Leyendo así, el último papel
Cajas, CD’s, papel de envolver hecho añicos y pequeños trozos de papel escrito yacían en el suelo alrededor de Susana quien lloraba desconsoladamente, abrazándose a sí misma
05/11/1994
“Me gusta tu nombre”12/11/1994
“Me caes muy bien, Violeta”19/11/1994
“Para ser honesta, a veces creo que escoges tus discos al azar”26/11/1994
“Hoy es un buen día, aprendí más cosas sobre ti”03/12/1994
“Si quieres usar ese anillo cada sábado, no me opongo”10/12/1994
“Adivina quien estaba triste porque pensó que no irías a verla esta tarde”17/12/1994
“Eres muy guapa”24/12/1994
“Gracias por pasar mi cumpleaños conmigo. Te quiero, Vivi <3”31/12/1994
“No sabes cuánto me alegro de haberte conocido. Siento que somos almas gemelas. Del mismo diente de león”07/1/1995
“Me gustas Vivi ¿Saldrías conmigo?
ESTÁS LEYENDO
La chica de los CD's (Kivi)
FanfictionLa monótona e insípida vida de Violeta será puesta del revés cuando visita la tienda de CD's donde encontrará los ojos esmeralda más brillantes que haya visto nunca Adaptación de una historia Larry (El chico de los de CD's de HeHasBlueEyes)