Capitulo 14

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Un nuevo sábado llego, decir que Rocio no se sentía nerviosa sería una mentira, por primera vez desde que había empezado a salir con Samantha era el turno de la castaña de planificar la cita que tendrían esa semana. La menor había estado pensando durante todos esos días sobre que podría hacer, hasta que una idea llegó a su mente, solo esperaba que a la rubia le gustará.

Casi a las cuatro de la tarde Samantha se terminaba de alistar, cuando un sobre se metió por debajo de su puerta. Aquel detalle la hizo fruncir el ceño, pero llegó hasta el sobre y lo tomo, al abrirlo pudo ver como una nota con perfecta caligrafía. "Nos vemos a las seis en The Willows para nuestra primera cita. Muero por conocerte Sam" En cuanto terminó de leer la nota fue casi inconsciente ponerse nerviosa.

- ¿Juego de roles? - Samantha tenía una sonrisa en su rostro al pensar en todas las posibilidades de lo que había pensado Rocio.

Cuando el reloj marcaba las seis, la rubia entraba al restaurante, una de las encargadas la había llevado hasta su mesa, dónde una chica con un vestido negro la miraba atentamente. Rocio se sentía algo nerviosa, pero no estaba dispuesta a que eso se notará.

- Hola - Samantha se sentó al frente de la castaña, quien acercó la copa a su boca y bebió lentamente el vino.

- Estaba muy emocionada por conocerte Sam - la voz de la menor estaba un poco más grave de lo que acostumbraba.

- Diría que es un gusto conocerte a ti, pero aún no te has presentado - la castaña se rio y tomo otro trago de su copa.

- Me llamo Dariana, pero puedes decirme de muchas formas - la rubia abrió los ojos sorprendida.

- Eres algo atrevida, no negaré que tengo mucha curiosidad de como irán las cosas está noche.

- La noche es larga, así que ¿Por qué no tomamos algo de vino? - Samantha sonrió y dio un sorbo a la copa que la castaña había servido.

- Solo será una copa, tengo que conducir está noche.

- Si, no hay problema, no será la única cosa que probarás está noche - la rubia casi se ahoga al escuchar ese comentario, Rocio solo le sonreía coquetamente.

- Veremos hasta dónde llegas con tus insinuaciones Dariana - Samantha estaba disfrutando demasiado de la interacción que estaban teniendo en esos momentos.

En resto de la cena fue más divertida de lo que esperaban, era como si de alguna manera se volvieran a conocer, a pesar de que ellas sabían que no era la primera ves que lo hicieron.

Cuando salieron del restaurante, Samantha condujo con Rocio hasta la universidad, a pesar de haber conocido el campus muy bien, el hecho de estar solas y fingir que todo era nuevo servía para que el ambiente se sintiera más misterioso.

- Tengo que admitir que esto ha sido encantador, pero me gustaría que nuestra noche termine aquí - Rocio frunció el ceño un poco asustada por el comentario de la mayor.

- ¿Por qué? ¿No te gusto? ¿Acaso...

- Tranquila - la rubia acaricio la mejilla de la castaña para poder relajarla - Me ha encantado esta noche contigo, pero hay una persona con la que quiero verme antes de ir a mi habitación.

- ¿Ah sí? ¿A quién? - Rocio sintió como sus mejillas se sonrojaban y Samantha se rio al ver lo adorable que era su cita.

- Es una chica que conocí hace poco más de un mes, se llama Rocio y es increíble - la menor sonrió al escuchar las palabras.

- ¿La prefieres más a ella que a mi?

- La prefiero más a ella que a cualquiera, pero ha sido un encanto el estar contigo hoy - la mayor dejo un beso en la mejilla de la castaña y se giró para alejarse algunos pasos caminando. Rocio espero unos segundos, aún sonriendo por la noche que paso, sin querer que la rubia se alejará mucho, corrió hasta alcanzarla.

- ¡Rivers! - la mencionada se giró y sonrió al ver a la chica delante de ella.

- Rocio, que bueno que te encuentro, te extrañe toda la noche - Samantha entrelazó uno de sus brazos con el de la chica y comenzaron a caminar a sus habitaciones.

- ¿Sí? Escuche que estuviste con una sexy chica toda la noche.

- Si que lo estuve, pero tenía otra cosa en mente todo ese tiempo.

- ¿Qué cosa? - la castaña parecía un poco confundida.

- En que aún me debes mi regalo de cumpleaños - Rocio abrió los ojos sorprendida.

- Cierto, ¿Qué es lo que querías? - la rubia se detuvo y tomo la cintura de la menor con sus manos atrayéndola a ella.

- Solo cierra los ojos - el susurro de Samantha, causo que la castaña la obedeciera casi instantáneamente. Rocio sintió como la respiración se le corto al sentir los labios de la rubia contra los de ella, ambas podían sentir como su respiración era se volvía irregular, pero no querían que el momento terminará.

Luego de unos segundos, cuando el beso termino, la frente de las chicas estaban juntas y sus ojos se miraban fijamente.

- Creo que el regalo me gusto más a mí que a ti - Samantha se rio y dejo un rápido beso en los labios de la menor.

- He esperado mucho para este momento Rocio... No quiero que termine.

- Te prometo que no terminaremos pronto.

- Lo sé, me gusta pensar que esto será sempiterno - la castaña frunció el ceño con una sonrisa.

- Es curioso, me recordaste a una persona - la rubia abrió los ojos sorprendida, pero sonrió por ello.

- ¿Ah sí? ¿Te parece si lo hablamos después? Quiero continuar con mi regalo - Rocio sonrió y asintió antes de sentir como la mayor volvía a besarla. 

Sempiterno || Factor RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora