Había pasado una semana desde que Rocio había tenido su primer beso con Samantha, sin duda ese fue uno de los mejores momentos que la castaña había vivido desde que había llegado a la ciudad, incluso podía considerar que fue uno de sus momentos favoritos en los últimos años.
Durante la semana, las chicas habían buscado cualquier oportunidad para verse, a veces aprovechaban los pocos minutos que tenían para almorzar y se reunían en uno de los jardines del campus, aunque en un par de días Ari las había acompañado porque tenía que terminar algunos trabajos con Samantha. Por las noches solían reunirse en sus habitaciones, aunque en ocasiones les costaba tener algo de privacidad considerando a sus compañeras de cuarto.
Este día era algo especial para Rocio, su madre le informó que ese día llegaría las cosas que habían mandado para que ella decidiera si quería botarlas o no. Por otro lado, Nuvia saldría a visitar a su familia, así que el dormitorio sería para ella todo el fin de semana. Aprovechando esa oportunidad, había hablado con la rubia, quien acepto que su cita fuera en su habitación esa semana.
- Tengo curiosidad de lo que hay dentro de estas cajas - la menor se giró a ver a Samantha, quien la ayudaba a cargar lo que su madre le había mandado. A diferencia de lo que la mayoría pensaría, la rubia accedió rápidamente a tener una cita dónde revisarán las viejas pertenencias de la castaña. ¿La razón? Consideraba que era una buena oportunidad para conocer un poco del pasado de Rocio.
Las chicas llegaron hasta la habitación de la menor, cada una con una caja en sus brazos. Cuando ingresaron, dejaron las cosas en el piso para acomodarse en la cama de la castaña. La menor tomó su celular para poner algo de música, pero se sorprendió cuando sintió como Samantha se colocaba encima de ella y le daba un beso en sus labios.
- ¿Qué quieres comer? Hay que pedir algo y luego veremos lo que hay en las cajas.
- Me gusta la idea - la menor volvió a besar a la rubia.
Paso algunas horas y ambas estaban en la alfombra de la habitación, Rocio abría la primera de las cajas y se sorprendió al sacar una gorra de él. Con cada articulo tenía alguna pequeña historia de la niñez de la castaña, algunas eran un poco más largas o profundas, pero Samantha se veía interesada con cada detalle. Pero algo en particular llamó la atención de la rubia, que le acercó a la caja y lo saco lentamente.
- ¿Qué es esto? - Rocio miro confundida el sobre que tenía la chica al frente de ella.
- Me había olvidado de esto - la menor abrió el sobre y saco la carta que tenía en su interior - Fue hace como nueve años o un poco más creo, fue el día que fui a Disneyland - la rubia abrió los ojos sorprendida y se arrastro hasta quedar al lado de Rocio.
- ¿Hace diez años? Tenías como diez años, ¿no? - la menor asintió y comenzó a leer lo que decía la carta - Tu letra no ha cambiado mucho - Rocio se rio y le dio un ligero empujón a la mayor.
- Ese día fue una aventura si lo pienso - Samantha tomo la carta para leerla mejor.
- ¿Por qué lo dices?
- Estaba triste porque Aldo se enfermó y recuerdo que me puse a llorar, una niña se me acercó e intento consolarme.
- Ella se escucha adorable - la castaña asintió con una sonrisa.
- Si, pero creo que fui algo intensa con ella, le dije que la amaba y que quería que fuera mi novia - Samantha se empezó a reír por lo que escuchaba.
- No puede ser, una niña me gano... - Rocio giro los ojos apoyo su cabeza en el hombro de la rubia.
- Parece que los diez años se van a cumplir dentro de poco.
- ¿A qué te refieres?
- Aquí - la menor apuntó hacia casi la parte final de la carta - Le dije que nos veríamos en el mismo Disneyland en diez años, se supone que eso es el 18 de agosto así que sería en un mes, luego de terminar el ciclo - un ligero silencio se sintió entre ambas.
- ¿No has pensado en ir? - Rocio se enderezó y miro con el ceño fruncido a Samantha.
- Fue hace mucho, no creo que ella se acuerde. Además, en ese tiempo quería que fuera mi novia, ahora estoy interesada en alguien más - la rubia tomo la mano de la menor y le sonrió.
- Creo que sería interesante que vayas, si ella va o no eso podría ser una buena historia para tu libro. En realidad, no todos tienen promesas por las que han esperado diez años en cumplir - Rocio pensó por unos segundos antes de asentir.
- Voy a pensarlo - Samantha sonrió y dejo un beso en la frente de Rocio antes de sacar otra cosa de la caja.
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Sempiterno || Factor R
Fiksi PenggemarRocio se enamoro por primera vez en un parque de Disney y le juro su amor a aquella niña con mirada brillante. Los años pasaran y con el tiempo aquella promesa de un amor de niñez quedará en el olvido o eso creían. Está historia es una adaptación, l...