Capitulo 6

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Rocio frunció el ceño cuando se dio cuenta que el carro se empezaba a alejar de la ciudad, había pasado al menos media hora desde que habían empezado el trayecto a su destino y Samantha no tenía ninguna intención en decirle que es lo que harían. La menor revisaba su celular intentando buscar lugares cercanos, pero la rubia le pidió que pusiera algo de música para intentar distraerla.

- ¿En serio no me dirás a dónde vamos?

- Quiero que sea una sorpresa, pero creo que eres un poco impaciente - una sonrisa escapo de sus labios - Juguemos algo para conocernos mejor, ¿te parece bien? - la castaña se enderezó interesada por la propuesta.

- ¿Qué quieres jugar?

- ¿El juego de las veinte preguntas? - Rocio alzó las cejas por la propuesta.

- Bien, tú empieza - Samantha asintió mientras golpeaba el volante suavemente, al ritmo de la música.

- ¿Qué te hizo querer estudiar literatura?

- Siempre he querido publicar un libro, de pequeña solía jugar y creaba historias, pero con el tiempo le empecé a tomar más importancia. Empecé a escribir poesía cuando estaba en secundaria, tengo un cuaderno en el que suelo escribir cuando estoy sola - la mayor la miraba de reojo interesada en lo que escuchaba.

- ¿Cuándo fue la última vez que escribiste algo?

- Eso cuenta como otra pregunta - Samantha sonrió al ver como la chica a su lado tomaba en serio el juego.

- Esta bien, solo porque en serio me interesa la respuesta - Rocio se veía más animada.

- Creo que fue hace un par de meses, no me he encontrado de muchas ánimos para escribir estas semanas.

- Mira el lado bueno, estás en cursos generales, cuando los termines podrás estudiar únicamente lo relacionado con tu carrera - Rocio asintió pensando en ello.

- ¿Tienes hermanos?

- Me hubiera encantado tenerlos, pero no. Mis papás tuvieron algunos problemas en gestación, luego de eso intentaron tener otro hijo, pero se rindieron luego de unos años. ¿Y tú? - la menor se quedó en silencio pensando en como seria ser hija única, sin duda no era algo que le gustará mucho.

- Tengo un hermano, Aldo. Somos mellizos, en realidad el también está en la universidad, aunque casi no nos vemos por nuestros horarios.

- ¿Qué estudia? - la castaña miro de reojo a la chica a su lado, pero Samantha pensó en sus palabras - Esa no vale como una pregunta, ni siquiera es sobre ti - la menor se rio y le comenzó a contar un poco de su hermano - ¿De dónde eres?

-Sinaloa, me mude para la universidad, así que no hay mucho que conozca de aquí - la rubia sonrió al escuchar eso.

- ¿Te das cuenta que eso ya es una aventura, no? Viniste a un lugar extraño e intentas sobrevivir a la universidad - Rocio miro con más atención a Samantha, le encanta la forma en que la chica miraba el mundo - Es curioso, yo tampoco soy de aquí, nací en Monterrey, pero me mude cuando era pequeña.

- ¿En serio? ¿Cuándo fue la última vez que estuviste ahí?

- ¿En México? Creo que desde los 6 o 7, ¿Y tú? ¿Es la primera vez que sales de México?

- No, una vez fui al Disney de vacaciones - Samantha sonrió.

- Yo amaba ese lugar, ¿A cuál fuiste?

- El de París.

- ¿En serio? ¿A qué edad?

- Tenía 10 creo - la rubia asintió, como si estuviera pensando las cosas - ¿Pasa algo?

- No, solo que es muy curioso - Rocio miró confundida a la chica.

- ¿Por qué? - el carro se detuvo, pero la castaña no tenía idea de en dónde se encontraban.

- Lo hablaremos en otra ocasión, ya llegamos - ambas salieron del vehículo y Samantha tomó la mano de la menor para seguirla dentro del lugar, no había nada alrededor exceptuando por una pequeña caseta si es que se le podía decir así. Cuando llegaron a ella, la rubia hablo con una persona dentro del lugar y luego de unos minutos un ruido llamo la atención de la castaña.

Rocio se alejo unos pasos para poder ver que generaba ese ruido, pero no esperaba ver como una avioneta aterrizaba a varios metros lejos de ella. Samantha llegó hasta Rocio con unos trajes bien doblados en sus manos.

- Es hora de que vayamos por tu primera aventura - la menor se giró hacia la chica y le sonrió un poco emocionada por lo que harían.

Sempiterno || Factor RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora