Capitulo 17

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Había pasado una semana más, Samantha y Ari se habían quedado esa noche en la habitación de la castaña, ya que su compañera no estaría y necesitaban terminar de editar la sesión de fotos de Rocio para su presentación. En unas horas sería su exposición y aún estaban seleccionando las mejores fotografías.

- ¿Cuándo tomaste está? - la castaña sonrió al ver en la pantalla de su laptop una fotografía de Rocio y ella en la playa.

- Fue cuando ya habíamos guardado las cosas y ustedes estaban aprovechando del tiempo para su pequeña cita improvisada - la menor tomo su laptop y se sentó en su cama junto a su amiga.

- Creo que es de mi favorita.

- La mía también, realmente me lucí al tomarla, ¿cierto? - Samantha se rio y le dio un suave golpe en el brazo.

- Supongo que Rocio y yo no hicimos nada - el sarcasmo se escuchó en la voz de la menor, quien siguió revisando las fotografías.

- Hablando de Rocio y tú - las castaña la miró de reojo - ¿Haz pensado en pedirle que sea tu novia? - aquella pregunta hizo sonreír a su amiga.

- ¿Por qué la pregunta? - la castaña se encogió de hombros.

- Han salido por un tiempo y aún no oficializan su relación.

- ¿Qué sabes Garza? - la mayor volvió a mirar la pantalla de su laptop - Ari...

- Rocio me pregunto al respecto hace como una semana, parecía un poco preocupada de pedírtelo y que tal vez no sea lo que tu quieres - la castaña asintió como si analizará la situación.

- Así que eso es lo que piensa.

- ¿Y tú que piensas?

- Quiero pedirle que sea mi novia, es solo que quiero sorprenderla - Ari parecía un poco confundida.

- ¿Haz pensado en algo?

- La verdad es que si, pero aún no sé como lograr llevarla hasta allí.

- ¿Hasta dónde? - Samantha pensó unos segundos y le sonrió para contarle un poco a su amiga sobre que es lo que había pensado para pedirle a Rocio que sea su novia.

En otro de los edificios del campus, Vicky tocaba la puerta de la habitación de una castaña, quien le abrio y giro los ojos casi instantáneamente. La mayor no dudo mucho en ignorar las quejas de Nuvia y entró al lugar.

- Hola Vicky ¿Qué haces aquí? - la mencionada se acercó a la cama de Rocio y se sentó junto a ella.

- Hola Rocio, gracias por preguntar, al menos sé que a alguien aquí le importa mi presencia - Nuvia giró los ojos ante aquella respuesta y giró su silla para ver a las otras dos personas en la habitación.

- Tu manera de llamar mi atención cada vez está peor - la castaña frunció el ceño.

- Yo no quiero llamar tu atención, solo vine aquí a saber como estaban - la menor miro la interacción de las chicas y sonrió al recordar un detalle.

- Samantha está con Ari, ¿verdad? - la mayor se giró a ver a Rocio.

- ¿Puedes creerlo? Hoy dormiré sola en mi habitación - la castaña la miro fijamente.

- No me digas que tienes miedo de dormir sola - el tono de burla se escuchó en el comentario de Nuvia, pero el silencio y desviación de mirada de Vicky, sorprendió a las dos menores - Espera, ¿Tienes miedo de dormir sola?

- Vamos, búrlate si quieres, lo merezco, pero déjenme quedarme aquí hoy - Rocio parecía sorprendida con lo que escuchaba y más porque la mayor parecía estarle pidiéndole permiso específicamente a Nuvia.

- Vicky no voy a burlarme y claro que puedes quedarte aquí si Rocio no tiene ningún problema - Nuvia suavizó su tonó de voz.

- Por mi no hay problema, pero ¿Cómo vamos a dormir? - una sonrisa volvió a ponerse en el rostro de la mayor.

- Obviamente yo compartiré cama con Nuvia - ese comentario hizo reír a la menor, más que nada por la cara que puso su amiga al escucharlo.

- ¿Disculpa? Ya accedí a que te quedes a dormir, ¿Por qué yo debo dormir contigo? - Vicky se levantó y se acercó hasta la cama de Nuvia.

- Es obvio, no dejaré que la novia de mi prima duerma con alguien más, ni siquiera conmigo - Nuvia frunció el ceño.

- En realidad aún no somos novias...

- Pero pronto lo serán - la mayor abrió los ojos al darse cuenta de sus palabras.

- ¿Qué es lo que sabes? - la mencionada sintió la mirada de las dos chicas sobre ella. 

Sempiterno || Factor RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora