Epilogo 2

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Rocio tenía una sonrisa al ver como su esposa miraba encantada la vista que tenía desde la ventana del avión. Samantha era la más emocionada por ese viaje y es que sería la primera vez que regresa a México desde niña. Por otro lado, Emma estaba sentada al medio de sus madres, mientras dormida sin entender muy bien a dónde se dirigían.

- Aldo estará esperándonos en el aeropuerto, dijo que quería ver a Emma antes que mis papás - Samantha rio al darse cuenta que se escuchaba a algo que su cuñado probablemente diría.

- No puedo esperar a que lleguemos, tengo tantas ganas de comer ese helado que vi en tiktok - cuando la rubia termino de hablar, por el parlante se escuchó una voz que les indicaba que pronto atrerrizarían.

Después de ese largo viaje, las chicas habían salido del avión y recogido sus maletas. Rocio arrastraba sus maletas, mientras veía como Samantha se colgaba un bolso sobre el hombro, mientras sujetaba a Ella que empezaba a despertarse por todo el ajetreo que se escuchaba en el lugar.

La rubia sujeto la mano de su hija, quien intentaba seguirles el paso hasta la salida del lugar. Un carro estaba estacionado, mientras un hombre parecía distraído hablando con uno de los señores de seguridad que le indicaba que no podía estacionar en la entrada.

- Solo será por unos minutos - el chico se giró hacia su dirección y sonrió al ver la presencia de las tres mujeres delante de él - No tiene que preocuparse que ahora nos vamos - Aldo tomó a su sobrina en brazos para saludarla, mientras Rocio metía las cosas en la maletera con ayuda de su esposa.

- ¿A mi no me saludarás?

- He estado contigo desde antes de nacer, no me hará mal descansar un poco de ti - Samantha sonrió al darse cuenta de la indignación en su pareja, que no duro mucho cuando el guardia volvió a insistirles para que despejen el área.

El camino hacia la casa de los padres de los Torres fue tranquilo, Emma se encargaba de contarle a su tío sobre que era lo que había hecho esos meses que no lo había visto. Aldo parecía muy interesado en la conversación, aún cuando el tema fue las caricaturas que vio la niña el día anterior.

El resto de la mañana fue tranquila, llegaron con los padres de Rocio, quienes estaban emocionados de recibir a la familia Torres Rivera con ellos y es que habían insistido en los últimos meses para que las visitarán después del lanzamiento del libro de su hija.

Las chicas se quedarían en una habitación de la casa con Emma, quien en esos momentos jugaba en el jardín con el perro de sus abuelos. Love corrió por todo el espacio persiguiendo la pelota que la niña le lanzaba. Rocio se sentó en la entrada de su casa viendo como su hija parecía divertirse, una de sus preocupaciones era que Emma se sintiera incomoda al no conocer el lugar, pero se había equivocado.

- ¿Te imaginas cuando crezca? - la voz de Samantha, hizo que la menor se girará a verla confundida, no se esperaba que la chica se sentará a su lado con una taza de chocolate entre sus manos.

- No estoy preparada para que crezca aún - su esposa asintió la cabeza de acuerdo con su comentario.

- Tenemos tiempo hasta que eso pase - ambas se quedaron en silencio mientras disfrutaban del momento - Te imagino de pequeña correteando por este lugar con Aldo, recuerdo que me dijiste que siempre quisieron un perro, pero sus papás no lo dejaron.

- Siendo justas, tenía a Aldo, era casi lo mismo.

Después de esa conversación, las chicas almorzaron con los padres de la menor y les avisaron que regresarían en la noche porque irían a conocer un poco de la ciudad. Fueron al centro con Emma, quien preguntaba por todas las cosas que estaban a su alrededor. Samantha solo miraba a Rocio pidiéndole ayuda con la mirada porque ella no tenía ni idea de que responderle a su hija.

- Quiero un helado - los ojos de la niña se iluminaron al ver como en un puesto de la esquina las personas esperaban para recibir sus pedidos.

- Es algo tarde Emma, te puedes enfermar - Samantha se agachó a la altura de su hija para acomodar su chaqueta que se había levantado.

- Es el helado que querías probar Samy - la rubia se quedó pensando por unos segundos antes de levantarse y tomar la mano de Emma.

- Vamos por ese helado Emma, nos van a ganar el puesto en la cola - Rocio se rio al ver como su esposa celebro por llegar antes que una señora a la fila, mientras esperaba emocionada por comer ese helado.

Rocio las miro por unos segundos a la distancia, sin duda era una vista que no se cansaría de ver. Lo bueno es que sus vacaciones recién empezaban y tal como le dijo a Samantha, ese viaje recién estaba por empezar porque aún les quedaban muchas aventuras por vivir. 

Sempiterno || Factor RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora