Capitulo 12

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El día no estaba saliendo como Samantha esperaba, el miercoles llego de manera lenta, casi torturosa si le preguntaban a la rubia. Todo empezó cuando su celular no cargo durante la noche, así que se desperto un poco más tarde de lo que esperaba, no vio a Vicky en la mañana así que se concentro en irse a sus clases. Cuando llegó, su profesor se negó a dejarla entrar debito a que ya habia pasado los quince minutos de tolerancia. Ari le hizo algunas señas para que revisará su celular, aunque parecia inutil ya que cuando intentó usarlo había muerto,

Samantha fue hasta la cafetería, quería comer algo, al menos eso la ayudaría a distraerse hasta que tuviera que ir a su siguiente clase. En el lugar, Félix le presto un cargador, así que la chica aprovecho para revisar si tenía algún mensaje pendiente.

Entre los mensajes que habían, leyó el de sus padres, quienes le deseaban un feliz cumpleaños y le dijeron que evitará estresarse mucho. La rubia siempre tuvo una buena relación con sus padres, especialmente porque ellos querían tener varios hijos, pero no pudieron, en realidad que hayan tenido a Samantha fue algo que los sorprendió, pero estaban muy agradecidos por eso.

Entre los cambios de mensajes que tenía con su madre, aprovecho en preguntarle sobre lo que le había pedido el día domingo antes de irse. A pesar de la confusión que tenía, la mujer había cumplido con la petición de su hija y le mando lo que le había pedido, prometiendole que cuando se volvieran a ver se lo daría en persona.

Samantha siguió revisando los mensajes y se sonrió al ver uno en particular, era de Rocio, La castaña le pedia que la acompañará a cenar para poder celebrar su cumpleaños. Sin duda era algo que ayudaría a levantar sus animos ese día, así que coordinaron dónde se verían y la hora. Para suerte de la mayor, Rocio le había dicho que pasaría a recogerla cuando terminará sus clases y que no se preocupará por nada.

Pasando poco más de una hora y media, llegó el momento de ir a su siguiente clase, así que Samantha aprovecho para reunirse con Ari, quien la recibio con un abrazo y le dio un pequeño regalo. La castaña le contó sobre como había empezado el día, pero su amiga parecía más tranquila y positiva al respecto.

- Vamos Rivers, solo a sido mala suerte, incluso dijiste que cenarías con Rocio, eso es algo bueno - la menor asintió e intentó sonreir.

- Tienes razón, nada puede salir peor - su maestro entró al aula con varios hojas en su mano.

- Buenos días a todos, hoy tendremos un examen sorpresa - Ari se giró para ver a su amiga, quien se veía igual de sorprendida que ella.

- Cambio lo que dije, el mundo te odia hoy.

El resto del día no mejoro mucho, pero tampoco empeoro. La rubia había recibido algunos mensajes de sus amistades y familiares deseandole que la pase bien, lo único que no le terminaba de gustar a la rubia era que Vicky aún no le había escrito, ni llamado. La castaña era lo más parecido que tenía Samantha de una hermana, así que le dolía que aún no la haya saludado, aunque conociendola probablemente la saludaría cuando llegará a su habitación.

Cuando su última clase terminó, Ari se despidio rápidamente de ella, la rubia iba a preguntarle a Juan sobre si sabía algo, pero el chico tampoco estaba en la clase cuando se dio cuenta. Luego de unos segundos guardando sus cosas en su maleta, salió y sonrió al ver a Rocio parada afuera de la puerta, sin duda había extrañado el ver a la chica desde hace algunos días, poco antes que fuera a la casa de sus padres.

Casi sin pensarlo se abrazon, realmente era bueno el sentirse cerca. Rocio le susurro un "Feliz cumpleaños" a la rubia, que le causo escalofrios. La menor la tomo de la mano y la jalo para que le siguiera los pasos. Ambas se encontraban más relajadas ahora que estaban cerca, aunque el contacto les duró poco ya que entraron al carro de la rubia. La castaña le había preguntado a Vicky y Ari para descubrir cual era uno de los lugares favoritos de Samantha.

La cena fue mejor de lo que las chicas pudieron esperar, sin duda necesitaban un tiempo a solas en esos momentos. Samantha no pudo evitar relatar todo lo malo que había pasado durante el día, por otro lado, la castaña le dijo que para ella todo había estado tranquilo. 

Sempiterno || Factor RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora