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— solo tene cuidado - volvio a mirarme.

— en qué? - funci el ceño.

— concentrate en tus estudios, Emilia y dejá de mirar a pibes "lindos"

— bueno, basta - dijo Lu.

— mejor hablemos de otra cosa porque así no se puede, eh - dijo Marti.

Estuvimos hablando de que hicimos en clases.

En realidad no.

Solo hablamos de puras boludeces.

Hasta que sonó el timbre indicandonos que volvamos a nuestra aula.

Entre con las chicas y ahí estaban los pibes haciendo desorden.

Otros entrando corriendo.

Y las chicas hablando tranquilas.

Mientras los pibes forman desorden, las chicas hablamos.

— buenos días! - entro un profesor.

Todos se calmaron apenas entro y se sentaron.

Y así fue en todo lo qye restaba del día.

Clases, clases y más clases.

Hasta que se acabo el primer día.

En la salida me despedí de las chicas y de los chicos.

Menos de Iván ya que nos ibamos juntos, obvio.

— tenés plata? - le pregunte.

— para que? - levanto una ceja.

— pa' comprar algo en el chino - señale.

— mejor camina y dejá de pedir cosas

— dale, tengo hambre - me agarre la panza.

Él rodó los ojos.

— tomá - me dio plata.

— gracias! - le di un beso en la mejilla y fui a comprarme un baggio con un sandwich.

Iván me estaba esperando afuera.

Yo termine de pagar y salí.

— tomá - le di el vuelto.

— que te compraste? - guardo la plata.

— un baggio y un sandwich - se lo mostre.

— invita - agarro el sandwich y se comio un pedazo.

— te comiste una banda, Iván! - le pegue en el hombro.

— fue muy poquito, mejor avanzá - me empuje leve para que avanzara.

Rodee los ojos y camine mientras comia el sandwich y tomaba a sorbos el baggio.

La caminata hasta la casa fue de 20 minutos.

Ni tan lejos, ni tan cerca.

Abrimos la puerta de la casa y entramos.

Ahí estaban Victor y mi madre echados en el sofá mirando una peli.

— ya llegamos - dije.

Ambos nos vieron.

— como les fue en el primer día de clases? - pregunto mi mamá.

— como el orto - respondi y me pego en el hombro.

— no digas malas palabras, Emi

— perdoon - me sobe mientras reia despacio -. Pero es la verdad - susurre.

— ya digan como les fue - hablo Victor.

— nos fue bien, bro - chocamos puños.

— segura, bro? - asentí y él rio -. Y vos hijo?

— normal - le resto importancia.

— estoy jovenes de ahora - rio mi madre -. Ya vayan a cambiarse para que bajen a comer

Iván y yo asentimos.

Ambos subimos a nuestras respectivas piezas.

Yo me cambie a una ropa más comoda.

No me bañe ya que ya lo habia echo en la mañana.

Así que después de cambiarme baje para comer de una sola vez.

Me estaba cagando de hambre, wacho.

unrequited love | ꜱᴘʀᴇᴇɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora