(...)
- Cuídate mucho, mi vida - me beso la frente.
- Vos igual, ma - mire a Victor -. Nos vemos, bro - chocamos puñitos.
- Promete que vendrás a visitarnos - me señaló.
- Lo prometo, vamos a ser bros siempre - sonreí y él igual.
Mire a Iván y él estaba tecleando algo en su teléfono.
Voltee los ojos.
- Los extrañare mucho - les dije a ambos.
Los dos me abrazaron de vuelta.
Al separarme del abrazo entre al carro de mi padre.
- No te olvidas de nada? - pregunto con una sonrisa.
- Mm... - pensé unos minutos.
No creo.
- No, nada - respondí después de unos pocos minutos.
Mi padre iba a arrancar.
- No! Esperate - me miro saliendo del carro.
Me olvidaba de mi hija.
Otra vez.
Soy muy mala madre.
Antes de tocar la puerta alguien abrió.
Era Iván.
- Sos una muy mala madre, Emilia - dijo Iván con Linda en sus brazos.
- Es que... - busque una excusa.
Él soltó una pequeña risa.
- Ni tenés excusas, Emi - sonrió.
- Bueno, déjame - solté una risita.
- No te olvides de tu hija - me la dio.
- Nunca más - la agarre.
- Extrañare tus gritos de loca - lo mire con los ojos entrecerrados y lo golpee en el hombro.
- Que chistoso
- Bueno, bueno - rió -. Te extrañare, Emi - dijo con una pequeña sonrisa.
- Yo igual - sonreí -. Y Linda igual - la mire.
- Vas a volver?
- Dentro de unos meses volveré
- Tanto tiempo? - asentí.
- Igual nos veremos en el Colegio
- Mjm, bueno, ya debes de irte - mire el carro de mi padre.
- Si, ya me voy, no vemos - lo abrace y él siguió el abrazo.
Me separe y me subí al carro.
- Ahora si, ya vamos - mire a mi padre.
- Vamonos - guardo su teléfono y arrancó el carro.
Yo miraba a Iván por la ventana del carro hasta que desapareció al voltear en una esquina.
- Cómo la pasaste en estos meses con tu madre? - preguntó mi padre.
- Me fue muy bien, pasaron muchas cosas tanto buenas y malas - respondí recordando las cosas que pasaron -. Cuando lleguemos a casa te contaré todo
- Entonces, vamos a toda velocidad - sonrió -. Me enteré que Martina se fue del país, verdad?
- Si... se fue sin avisarnos, al ver que no sabíamos nada de ella nos preocupamos un montón, pero nos enteramos días después
- Seguramente tuvo que irse por algún motivo importante y no los quiso preocupar, no tenés que estar triste
- Lo sé, pero la extraño... la extrañamos mucho
- Querés poner una música? - desvío el tema.
- Dale, pero no la cambies a tu música esa de los 80, eh - reí y él igual.
En todo el camino hacia casa estuve contándole algunas cosas a mi padre.
Mientras reíamos por varias cosas y tal.
Extrañaba pasar tiempo con mi papá.
Lo admito...
Tengo papitis.