QUINCE

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Cuando Chan se fue, Félix creyó que se sentiría fatal, sería como desprenderse de una parte de el mismo por tu tiempo indefinido, solo habia pasado una semana sin él, una sola donde su vida dió un giró que ni se imaginaba.  También creyó que Chan sería el monstruo troglodita que hacía lo imposible por llevárselo a casa, Félix estaba seguro de que en cualquier momento, Chan desataría aquella personalidad donde inevitablemente se lo llevaría a la ciudad y no lo dejaría hacer su trabajo.

Digamos que Chan a veces era así, más aún cuando había amenazado con eso antes, solo basto un mensaje para que le tuviera con los pelos de punta y tronandose los dedos, eso le pasa por tener un amigo fifas, es culpa suya plenamente, es su culpa de nadie más, su culpa porque sabía que tener un amigo musculoso, futbolista y sobre protector no era una buena idea, pero bueno, que más podía hacer si así ya lo quería.

El asunto es que nunca pensó que al momento de la partida de Chan, quienes más sufriera no sería él, no en lo absoluto. Quienes más sufrieron a su partida fueron Changbin y Jeongin, quienes casi con mocos en la nariz y un montón de lágrimas lo dejaron ir con la promesa de volver pronto, justo algún día donde no tuviera partido o donde tuviera vacaciones, también le prometieron que en primavera todo es más bonito y que pronto le mandarían un pollito para que comenzara su ejército de gallinas contra Félix. Ellos se abrazaron como nunca, como si fueran amigos de toda la vida y también después de muchos muchos besos, Chan tuvo que partir no del mejor ánimo. Digamos que en un solo día (el único que Chan estuvo ahí) se ganó a los hermanos de una manera insólita. Jeongin lo fue a dejar a la estación en su camioneta vieja y entonces Félix supo que su amigo había grabado un antes y un después en la vida de todos ellos.

Quizá el error de los hermanos Seo/Yang era que entregaban el corazón muy rápido sin poner limite, se la hacían pasar como los hombres más duros de todo el mundo y eran temidos por algunos ciudadanos, Changbin era la pesadilla de los reporteros y Jeongin parecía odiar a todo el mundo, sin embargo, si veías muy a fondo de ellos, podia ver que en efecto, el tiempo era lo que menos importaba para que ellos abrieran el corazón. Félix redacto esa noche, antes de dormir, que Changbin tenía un corazón muy noble, escribió algunos otros asuntos que descubrió y sobre todo, aquella noche antes de salir a su cita con Changbin, Félix supo que enamorarse de Changbin, sería quizá lo más sano que ha hecho en años.

Pero... ¿Cómo te puedes enamorar de alguien que no conoces del todo? ¿Cómo sentir que lo conoces de toda la vida sin realmente hacerlo? No hay razón, quizá los amores instantáneos no tienen una razón para existir, pero existen, de alguna forma existe, Félix es testigo de este de cualquier forma. Félix era testigo de eso, pues ahora lo sentía. Changbin no era luz, Changbin era el sol entero entrando por su enorme ventana en un día de primavera, Changbin radesba felicidad, amabilidad, franqueza, en cada sonrisa que le daba iba una parte de su vida sin decirse, en cada momento de su destino iba tejiendo parte de su destino junto a él. Changbin era tan divino como un Dios, tan magnífico como la bondad en persona, algo así de etéreo, algo así de maravilloso. Sin duda, enamorarse de Changbin sería el mejor placer del mundo.

Aquella noche salió muy atento de la ventana de Jeongin, Félix aún temia la negativa del chico, pues era el único que conocía el verdadero motivo de su visita. Félix lamentaba muchísimo el estar engañando de cierta forma a Bin, Pero saber que es por su bien era el mejor motivo del mundo, así que debía soportar un poco más, cuando todo se arreglará, Félix le diría la verdad de todas formas.

— Te prometo que Innie está durmiendo desde hace tres años luz— dijo Changbin a sus espaldas viendolo mirar a la ventana del chico.

— Tu hermano es aterrador cuando entre cierra los ojos y te mira fijamente, digamos que de cuñado estoy seguro que es un grano en el culo.— Félix fingió temblar del susto y Changbin solo soltó una hermosa risa. Extendió la mano a Félix y este se la tomó al instante.

Fast Runner (Changlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora