me enamoré de una princesa.

Capítulo 12: El nacimiento

Capítulo 12: El nacimiento

Continuación del Capítulo 11:

Después de la tensa discusión con su padre, Lena se retiró a su habitación, sintiéndose abrumada por las emociones y los dilemas que enfrentaba. Miró por la ventana, observando cómo la luz del día se desvanecía lentamente y daba paso a la oscuridad de la noche. En ese momento, su mente se llenó de preguntas sobre su futuro y el de los dos pequeños que crecían en el vientre de Kara.

Pasaron semanas y los días se hicieron largos para Lena, quien cada vez se sentía más ansiosa ante la inminente llegada de los bebés. A pesar de las dudas y los conflictos internos, una parte de ella estaba llena de emoción y anticipación por convertirse en madre. No importaba cómo fueran concebidos, esos niños serían parte de ella y los amaría incondicionalmente.

Finalmente, llegó el día del nacimiento. Lena se encontraba junto a Kara en la sala de partos, sosteniendo su mano con fuerza y transmitiéndole todo su apoyo. El ambiente estaba impregnado de tensión y emoción mientras los médicos y enfermeras se preparaban para recibir a los nuevos integrantes de la familia real.

Después de horas de trabajo de parto, el llanto de un bebé llenó la sala. Era un niño. Lena sintió una mezcla de alegría y alivio al ver a su hijo por primera vez. Sus ojos azules, tan similares a los suyos, la conmovieron profundamente. La emoción se apoderó de ella mientras acunaba al pequeño en sus brazos.

Poco después, llegó el turno del segundo bebé. Esta vez, era una niña. Lena la miró con asombro y amor, maravillándose de la perfección de cada detalle en su pequeño rostro. Las lágrimas de felicidad recorrían sus mejillas mientras sostenía a su hija en brazos, sintiéndose completa y llena de amor por los dos seres que había traído al mundo.

En ese momento, todas las preocupaciones y dudas que habían atormentado a Lena parecieron desvanecerse. Solo existía ella, sus hijos y el vínculo profundo que los unía. Aunque los desafíos aún estaban presentes, Lena sabía que haría todo lo posible para proteger y amar a sus hijos, sin importar las circunstancias en las que se encontraran.

La noticia del nacimiento de los gemelos se extendió rápidamente por el reino y más allá. El pueblo celebraba la llegada de los herederos, sin importar su origen. Muchos admiraban la valentía y la determinación de Lena al enfrentar los obstáculos que la vida le había presentado.

A medida que pasaban los días, Lena y Kara se sumergieron en la tarea de criar a los gemelos. Juntas, enfrentaron los desafíos de la maternidad con amor y paciencia. Lena se esforzó por crear un ambiente cálido y acogedor para sus hijos, donde pudieran crecer felices y seguros.

Con el tiempo, las dudas y los prejuicios fueron cediendo ante la evidencia del amor incondicional de Lena hacia sus hijos y su dedicación como madre. Aunque algunos aún cuestionaban su capacidad para gobernar debido a su identidad de género, la mayoría reconoció el valor y la fortaleza que Lena demostraba en su papel como madre y futura reina.

El nacimiento de los gemelos marcó un nuevo capítulo en la vida de Lena y el reino. Desafió las normas establecidas y demostró que el amor y la familia trascienden cualquier barrera social o prejuicio. Lena estaba determinada a criar a sus hijos con los valores de igualdad, compasión y respeto, preparándolos para un futuro en el que pudieran ser ellos mismos sin temor.

A medida que los días se convertían en semanas y las semanas en meses, Lena se enfrentaría a nuevos desafíos y decisiones. Pero, con el amor de sus hijos como guía, estaba lista para enfrentar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino y luchar por un futuro en el que todos