3 - ¿YO NO SOY TU AMIGO?

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~WENDY~

Al día siguiente ya me encontraba mejor, lo peor es que por culpa de mi memoria fotográfica siempre lo recordaba todo. La memoria fotográfica no era nada malo, al contrario, era muy buena, pero si la mayoría de tu vida la has pasado sufriendo... Me refiero a que con trece años me enteré de que era adoptada, pero según mi familia adoptiva mis padres biológicos estaban bajo tierra. Ese día decidí no hablarles como siempre lo había hecho, me lo podrían haber dicho antes ¿no?

Hoy decidí que después de clases me iría a la biblioteca, a leer libros y tranquilizarme por lo de la noche anterior, ojalá no volver a ver a ese tío que ni siquiera se molestó en saber mi nombre, aunque aún recordaba su beso, y había sido... Maravilloso.
Me senté en mi sillón favorito de la biblioteca ya que era el más cómodo, y seguí leyendo, creía que allí nadie me molestaria, hasta que volvió... Volvió a aparecer el chico de la noche anterior ¡joder, mierda, venía hacia mí! ¿Pero... Porqué?  
Mi reacción fue intentar taparme la cara con el libro, pero el esfuerzo fue en vano.

- Buenas tardes - Dijo serio.

- ¿Qué haces tú aquí? - Pregunté susurrando.

- Ah... ¿Te acuerdas de mi? - Dijo con una sonrisa traviesa. Y yo asentí.

- Obvio que sí, yo nunca olvido nada - El abrió los ojos como platos y soltó una risa amarga. Luego la gente de alrededor nos pidió silencio.

- Ya... Pues entonces te acordarás de lo graciosa que estabas ¿verdad? - Yo sonreí con sarcasmo.

- Ja-ja, muy gracioso.

- ¿Como te llamas? - Pregunté. 

- Me llamo Ja... Jax, y tienes que cuidar a mis hermanos - ¿Era cosa mía o había dudado al decirme su nombre? ¿De quién cuidaría? ¿Lo había dicho en plural?

- Yo soy Wendy, Wen para los amigos - Dije cogiendo el libro del sillón.

- ¿Y yo soy tu amigo? - Dijo con una sonrisa socarrona.

- Ya veremos - Dije más para mí que para él.

~ALEX~

Dudé al decirle el nombre. Ahí estaba otra vez, la buscaba por trabajo pero me venía bien que pudiese cuidar niños. La encontré porque me llevé toda la mañana siguiéndola. Llevaba unos pantalones largos negros, un jersey rosa y unas Converse blancas. Tenía el pelo recogido en un moño flojo con algunos mechones caidos y unas gafas que le favorecían mucho.

- Ven conmigo - Dije, y ella negó con la cabeza.

- ¿Tiene que ser ahora? - Preguntó, mirando hacia sus manos donde tenía el libro.

- ¿Pero tu no querías trabajar? - Ella asintió y me siguió hasta el coche. 

- ¿Cómo se llaman? - Preguntó al ponerse el cinturón.

- Andy y Sofi - Ella repitió los nombres en dos susurros más, y centró la vista en la carretera.

- Tienen siete años - Seguí diciendo.

- ¿Siete? No es por entrometerme pero creo que a esa edad no es adecuado una niñera, a esa edad deberían pasar tiempo con sus padres - La verdad es que llevaba razón, pero eso tenía sus propios motivos.

- Ya lo sé, pero es difícil si su padre está muerto y su madre no pasa ni por casa - Dije tajante, luego se quedó callada.

- Lo siento - Dijo otra vez susurrando.

- Empiezas hoy ¿te parece bien? - Y ella asintió.

- ¿Son buenos? - A esa pregunta no podía responder, aparqué y nos bajamos.

- Vale, no respondas - Dijo saliendo del coche.

Cuando entramos, le dije a mi vecina que ya se podía ir, ella se quedaba a veces con mis hermanos y la verdad es que me caía muy bien, pero ya estaba demasiado mayor para seguir cuidando de dos niños pequeños, tenía unos setenta y cinco años. Luego, senté a mis hermanos en el sofá del salón, mi hermana me miró fijamente con esos ojos que me hacían reír. Ellos no tenían nada en común, solo los ojos celestes, mi hermano tenía el pelo oscuro y mi hermana era rubia, ¡vaya!... Que no se parecían en nada y eran mellizos.
- ¿Es tu novia? - Preguntó mi hermano y Wendy negó con la cabeza.

- Soy Wen, vuestra nueva niñera - Dijo. Seguido mi hermana se levantó y se acercó a Wendy.

- ¿Sabes maquillar? - Pregunto mi hermana, y Wen soltó una carcajada y asintió sorprendida.

- ¡Me encanta! Eres muy guapa - Siguió diciendo.

- Andy, di algo ¿no? - Le dije a mi hermano.

- ¿Y mi mamá? - Dijo mi hermano, y Wendy y yo nos miramos.

- Andy, sabes que mamá no puede venir a casa, ella trabaja - Dijo mi hermana con su dulce voz. 

- Vale, y ¿cuál es vuestra comida favorita?  - Preguntó Wendy para calmar el ambiente.

- Los espaguetis - Dijeron mis hermanos a la vez.

- La mía también - Respondió ella.

- Y¿sabéis ya que queréis ser de mayor?

- Yo quiero ser actriz o modelo - Dijo mi hermana.

- Y yo quiero ser ninja - Dijo mi hermano.
Más tarde le enseñé la casa a Wendy, firmamos unos papeles y listo... Ya tenía niñera.

AMOR FUERA DE JUICIO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora