~WENDY~
No quería caer en las redes de otro tío. Ni muerta. Estaba dispuesta a centrarme en mi futuro sin ningún gilipollas de por medio, eso seguro. Podía permitirme todos los amigos que quisiese pero no quería que ninguno fuera con segundas intenciones. Está claro que en algún momento de mi vida quería enamorarme... Y llenar mi vida de amor, pero no lo veía en este momento.
- ¡Qué mono es tu hermano! - Fue lo primero que escuche al entrar por la puerta.
- Otra igual, es un demonio andante.
- ¿Cuantos años tiene?
- Cuatro.
Cuando llegué al salón me encontré a Emily con un portátil en su regazo, mientras que las demás estaban a su alrededor.
- ¿De qué habláis? - Decidí preguntar.
- Hablo con mis padres.
En cuanto lo supe me asomé a la pantalla y saludé.
- Hola, soy Wendy.
Sus padres me miraron y no dijeron nada. Me senté al lado de Naya que me abrazó con fuerza sin importar que viniera del gimnasio.
- ¿Algo importante que contar?
Con una sola mirada que crucé con ella entendió que era un sí.
- ¿Estás embarazada? - Preguntó Luna.
- ¿¡Qué!? ¡NO!
- Adiós mamá, adiós papá. - Luego Emily colgó y cerró el portátil para dejarlo sobre la mesa y centrar su atención en nuestra conversación.
Yo me estaba quitando los zapatos y noté que todas las miradas se dirigían hacia mí.
- ¿Qué? - Dije confusa.
- ¿Nos lo piensas contar hoy? - Dijo Emily.
- Ah, eso.
Hubo un silencio mientras yo me sentaba en el sofá. Luego me aclaré la garganta.
- Jax me a besado.
Mis amigas se miraron fijamente.
- ¿Solo lo has besado? - Yo asentí.
- No habéis hecho... Nada.
- ¿Qué? No... ¿Porqué preguntas eso?
- No sé, ¿tampoco te ha declarado su amor?
- No hay nada que declarar. Le he pegado un puñetazo... - Seguí.
- ¡Le has pegado un puñetazo! - Chilló Luna.
-... Y me a pedido que lo bese para que me perdonára.- ¿Y como a sido?
Busqué la palabra perfecta. Luego, miré a un punto fijo en el aire - no sé por qué - y luego solté la palabra.
- Maravilloso.
Silencio, incómodo.
- ¿Tiene fiebre? - Dijo Emily.
- Eso a sido demasiado cursi para haberlo dicho tú - Respondió Naya.
- Definitivamente, está enferma. Le brillan los ojos, está hablando de él como si fuera el amor de su vida.
- ¿Ahora vas a su casa? - Asentí.
- Pues me voy contigo.
Miré a Luna que me sonreía.
-¿Conmigo? ¿Para qué?
- Mark me ha dicho que va a estar allí... Y me ha pedido que vaya.
- Mmm... Interesante - Dije sonriendo. Mis amigas y yo mirábamos fijamente a Luna.
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AMOR FUERA DE JUICIO
RomansaPara Wendy, la vida la ha traicionado muchas veces, es una mentira constante hasta el punto que tiene miedo de lo que pueda pasar en su futuro como abogada. Es una chica dispuesta a darle su castigo a quien lo merece aúnque implique saltarse las reg...