16 - ¿CÓMO FUE?

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~WENDY~

Tom le había disparado, por mi culpa. Yo hice que le disparara.

- ¿Te importa si vamos a recoger a mis hermanos al colegio? - Preguntó sacándome de mis pensamientos.

Me acababan de dar el alta e íbamos de camino al coche.

- ¿Wen? - Ahora sí, lo miré.

- Sí, osea que no me importa - Desde que me he despertado me ponía nerviosa mirarlo fijamente. Su mirada me penetraba y eso me daba escalofríos.

- Wen, - Y eso es otra de las cosas que me ponen nerviosa - ¿seguro que estás bien? Te noto...

- Sí, estoy perfectamente. - Dije abrochándome el cinturón de seguridad.

- Vale, te gustaría ir primero a cambiarte de ropa. Aún tenemos tiempo. - Asentí lentamente.

De verdad que no entendía el porqué... Miré sus grandes manos, ¿un hombre conduciendo podía ser tan sexy? Creo que él notó mi mirada en su perfil, eso le hizo girarse hacia mí y yo giré la cara antes de que cruzáramos una mirada.

Llegué a casa, me cambié de ropa y todo fue más rápido de lo normal, ya que las chicas tenían clase y debido a eso no había nadie que me entreteniera en casa.

- Mis hermanos salen por esa puerta. Quedan dos minutos.

- Me hace ilusión verlos. - Dije, Jax me echó una mirada mientras me sonreía.


- ¡Wendy! - Se escuchó desde lo lejos. Era la pequeña Sofí.

- ¿Sabes? - Dijo Jax - De todo el tiempo que llevas con nosotros, e sacado una conclusión. Que mis hermanos te prefieren a ti antes que a mí.

- Será mi encanto.

- Tu encanto y... - Se calló a mitad de la frase.

- ¿Qué? - No me respondió - ¿Qué ibas a decir Jax?

- Nada. A mira, mis hermanos.

- Sí, sí... Cambia de tema. - Murmuré.

- Decías algo - Dijo sonriendo. Yo negué.

- Jax... - Dijo Sofí. Lo decía de una manera... Cómo si quisiera algo. Él pobre hermano rodó los ojos.

- Algo me vas a pedir, ¿verdad?

- Mmm... - Escuché a Andy. El contemplaba la situación.

- ¿Te acuerdas de mi mejor amiga? - A Jax se le cambió la cara, y a peor.

- Sí, la de la hermana pesada... - Le dí un codazo para que no dijera eso delante de su hermana pequeña.

- Es su cumpleaños.

- No. - Me sorprendió esa respuesta. Y me dolió ver la carita de decepción de los niños.

- Jax, no seas así - Tomé la decisión de meterme en la conversación. Me echó una mirada terrorífica.

- No te metas. - Enarqué una ceja.

- Chicos, meteros dentro del coche. Tengo que hablar con vuestro hermanito. - El aludido me miró como si no quisiera hablar del tema. Los niños entraron y cerré la puerta.

- ¿Por qué no quieres llevar a la tus hermanos...?

- No. - Me cortó.

- Déjame terminar la frase.

AMOR FUERA DE JUICIO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora