11 - BELLA DRAMÁTICA

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~ALEX~

Wen abrió la puerta del coche y subió. Llevaba un vestido rojo corto ajustado a sus caderas.

Esta hermosa he.

Calla.

Se puso el cinturón e intercambiamos una mirada rápida.

- ¿Preparada? - Decidí cortar el ambiente. Ella asintió lentamente.

Quise arrancar y comenzar a conducir pero una cabeza castaña asomándose por mi ventana me asustó.

- ¿Naya? - Dijo Wen. Naya deslizó su mirada hacia mí.

- Jax, confío en ti, intenta controlarla. Cuando volváis la quiero igual ni con bebé en el vientre. ¿De acuerdo? - Asentí sonriendo lentamente.

- De acuerdo - Naya se marchó y miré a Wendy que se tapaba la cara con sus manos.

- Ves... Te lo dije aquel día. Una controladora con todas las letras.

- Sigo pensando que es buena amiga.

- Y lo es pero... - Decidí arrancar.

- Que se preocupe mucho por ti no significa que sea controladora.

- Bueno...

- Si se preocupa de este modo por ti es que eres una persona muy importante en su vida. Y porque habrás echo algo que la haga preocuparse.

- ¿Estás insinuando que salgo por ahí para cometer delitos?

- No. - Sonreí.

- Pensaba. ¿Oye, de que te ríes? - Dijo pinchando mi mejilla con su uña.

- Te imagino peleando con un guardia de alguna discoteca.

- Mmm... Imaginas bien. Soy de las que hace eso.

- ¿Por qué harías eso? - Miré sorprendido hacia la carretera.

- Porqué según él aperentaba menos de dieciocho años y no me dejaría entrar - Solté una risa.

- ¿Y al final te dejo entrar?

- Después de discutir con él, intentar colarme, e incluso intentar meterme en una pelea, me acordé de que existía el DNI. - Volví a soltar una carcajada - A día de hoy me llevo muy bien con él, incluso somos amigos.

- Pobre guarda. ¿Te aguantó haciendo todas esas cosas?

- Sí.

- Pobre - Volví a repetir.

- Oye no seas así. A día de hoy me considera adorable.

La verdad que si lo era.

Mucho ¿verdad?

-¿Qué te ha parecido el día de hoy? - Quise cambiar de tema.

- ¿Quieres que te sea sincera?

- Sorpréndeme.

- Primero, no te enfades.

- Eso ya me enfada.

- Es que... Parece que tienes doble cara. Con tus hermanos eres adorable, no hay mejor hermano que tú. Pero en le trabajo, eres como un robot adicto a trabajar y trabajar por horas.

- ¿Así que para tí soy un robot?

- Sí... - Sonreí.

- Tu a mi me pareces un gato negro de ojos verdes.

-¡Oye! ¡Qué no era para ponerse así!

- Te da miedo cualquier tipo de gato. Sólo que pusiste de ejemplo ese precisamente.

AMOR FUERA DE JUICIO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora