―Entonces, ¿no vendrás con nosotros? ―sonreí por la manera en que Hyemin intentaba persuadirme para hacerme quedar. No hacía mucho que habíamos terminado el recital y había recibido el mensaje por parte de Taehyung con la dirección en donde se encontraban.
Según el mensaje de Tae: ya que no cuidaste a Kook la noche pasada, más te vale estar aquí.
Pensé seriamente en quedarme, me encontraba a punto de ignorar el mensaje, sin embargo, recibí uno de Jungkook que me hizo colocarme de pie e ir hacia donde ellos se encontraban.
Así que, aquí me encontraba, buscando por todos lados a mis amigos en un pequeño bar de Itaewon. No fue hasta que escuché una exclamación de una voz que yo conocía, que los encontré. Fue al causante del grito: a Jungkook, al primero que vi. Se encontraba detrás de una mesa de billar, por la sonrisa que tenía, seguro que había ganado. Y, por la mirada que tenía Namjoon, el amigo de Taehyung, con una mueca de derrota, supe que iba con las de perder.
―Eso agregan diez mil a mi cartera ―canturreó de manera jovial Jungkook. Me pareció tierna la mueca de fanfarrón que tenía.
―Eso no es justo, me engañaste ―se quejó Namjoon hyung.
Jungkook y él comenzaron una discusión sin sentido, ninguno de los dos se dieron cuenta que había llegado, solo Taehyung lo hizo. Me dio un vaso de lo que parecía ser una cerveza y la acepté gustoso.
―¿Qué es lo que pasa aquí? ―le pregunté a mi amigo cuando me senté a su lado.
―Namjoon mencionó que quería jugar un poco de billar ―Tae apuntó a su amigo con el mentón ―. Jungkook mencionó que quería aprender.
Reí un poco ―. ¿Usó esa táctica tan inútil para coquetear con él? ¿Por qué?
―Para molestarme ―no le había prestado mucha atención a la respuesta de mi amigo, hasta que escuché cómo lo dijo con amargura. ¿Acaso estaba molesto?
No me sorprendía demasiado que Taehyung estuviera molesto con Jungkook, por coquetear descaradamente con su amigo, más teniendo en cuenta que era uno de sus amantes y no solo su amigo artista. Yo era un bastardo cotilla, pero Jungkook lo era más y fue él quien me dijo que la musa de las pinturas que fueron a ver, eran imágenes del cuerpo de Tae. Jungkook es un idiota demasiado inteligente y no fue más que una suma básica para contectar los puntos. Me lo dijo por mensaje de texto, la razón por la que estaba aquí.
―Nunca mencionaste a Namjoon... de ese modo, por lo menos.
―No soy como vosotros que habla de sus amantes a sus anchas ―respondió él, encogiéndose de hombros.
Yo sabía que, de los tres, Taehyung era el que más secretos escondía. Tuvo una vida difícil, de eso seguro, pero nunca nos ha contado acerca de lo que pasó en realidad. Tenía tantos secretos y demonios como nosotros. Lo veía en sus ojos.
―¿Y ahora te molesta que Kook esté con él? Tú nunca te encariñas con ellos, ¿qué hace las cosas diferentes?
―Namjoon no es de quien me preocupo ―mencionó. Miré atento cómo es que se llevaba la cerveza a los labios.
―¿Te preocupas por Jungkook?
―Hablamos en el coche ―los dos miramos cómo es que nuestro amigo se entretenía con el moreno ―. Me dijo que estaba aburrido.
Mi estómago dio un vuelco cuando le escuché decir aquello.
No era bueno cuando Jungkook estaba aburrido, regulamente, siempre que estaba así, hacía cosas sin medir las consecuencias. La última vez, comenzó a salir con un rapero obsesivo. Me rasqué la frente.
―¿Crees que tengamos que tener un ojo sobre él?
Taehyung asintió ―. También invitó a salir a Yuki. ¿No crees que es un comportamiento autodestructivo que quiera salir con dos personas a la vez? Más teniendo en cuenta que ninguno de los tros dos saben acerca de sus intenciones.
Maldije en voz baja mientras me llevaba la boquilla de la cerveza a los labios. Jungkook, a la distancia flilteaba con Namjoon de manera descarada. Tenía una mano en el brazo del mayor y una sonrisa coqueta en los labios. En otras circunstancias me habría dado gracia su intento de llevarse a Namjoon a la cama, sin embargo, el hecho de que lo haga porque estaba aburrido... sí era para preocuparnos.
―¿Qué tienes con Namjoon? ―le pregunté a Tae, él se encogió de hombros.
―Solo sexo casual.
―¿Y cómo pasó? Él no es... ―pensaba decir que no era varios años mayor ―. Tu tipo.
―Un día fui a visitarlo, bebimos un poco y me dijo que sería un buen modelo ―reí un poco por el rintintín con el que mencionó lo último. Seguro que no le gustaba que le vean como tal ―. Fue cosa de una vez. O tal vez dos.
Fruncí un poco el entecejo. La molestia de Taehyung era por algo, yo estaba seguro. Solo que no podía ver realmente porqué. ¿Se estaba preocupando demasiado por Jungkook?
Estuve a punto de abrir la boca para preguntar al respecto, cuando noté cómo es que Jungkook se acercaba a nosotros con una sonrisa de oreja a oreja. Estaba ebrio, de eso seguro. Comencé a reír.
―¡Jimin hyung! ―exclamó mientras caminaba hacia nosotros ―. ¿Hace cuánto que llegaste?
―Hace un rato ―sonreí ―. ¿Has bebido mucho?
―Hombre, la champaña de pijos es la cosa más buena que he bebido en mi puta vida ―le miré como si le hubiera salido una tercer cabeza ―. Qué cabrones más afortunados.
―Kook, eres un pijo.
Él se encogió de hombros ―. Pero nunca voy a esas mierdas, yo no sabía. Oye, Namjoon hyung, ¿no ibas a decirle algo a los chicos?
Alcé una ceja cuando le llamó con ese honorífico, Jungkook era muy propio al hablar, pero, solo le decía honoríficos a las personas con las que se sentía cómodo.
―Ah, es verdad ―sonrió mostrando sus hoyuelos ―. Quería preguntaros si os gustaría continuar esto en mi casa.
Yo era consciente que él estaba hablando únicamente con Taehyung, la invitación iba hacia él. Aunque eso no fue lo que me llamó mi atención, sino la mueca que Jungkook tenía al pensar que nadie le estaba viendo.
Sí, estaba recargado en Namjoon, pero los ojos estaban fijos en Tae. La sonrisa que antes había en sus labios, se borraba de a poco. Le estaba provocando. Casi escupo la cerveza que había bebido cuando me di cuenta que, en realidad, Jungkook estaba flirteando con Taehyung.
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Fri(end)s +18 | ᵛᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿ
Fanfic𝙅𝙞𝙢𝙞𝙣 El problema es que os deseo como una droga. Como un mal hábito. Los malos hábitos son difíciles de dejar cuando estoy con vosotros. Sé que podría hacerlo por mi cuenta, pero quiero esa auténtica magia negra de luna llena. Y se necesita a...