𝙖𝙟𝙤𝙥 ; 𝙏𝙖𝙚𝙝𝙮𝙪𝙣𝙜

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Habían pasado tres días desde el beso y tres días también, desde la última vez que vi a Jungkook. 

Como era de esperar, él no fue a clases al día siguiente del suceso. Ni el segundo. Y ahora estaba esperando el tercer día y al parecer...

―No vendrá ―anuncié molesto, mientras lanzaba la colilla de mi cigarrillo al suelo y lo aplastaba con mi bota. 

Jimin miró fuera de su móvil por un momento, los dos estábamos en la entrada de su facultad. No tenía pensado separarme de él hasta ver que llegase el menor. 

―Él vendrá, Taetae, solo dale un poco de tiempo ―respondió Jimin, un poco más tranquilo de lo que yo estaba. Le miré como si estuviera demente. 

―No entiendo cómo es que estás tan tranquilo, ¿qué pretexto ha puesto en la escuela por no venir? 

―Que tenía una intoxicación ―alcé una ceja en su dirección ―. ¿Qué? Ay, Tae, de verdad. Vendrá cuando crea que sea necesario, además, no creo que lo acorrales antes de clase sea la mejor...

Le miré confundido cuando se quedó callado de pronto, así que, dirigí mi mirada hacia lo que él veía. 

Se me hizo un nudo en el estómago cuando me di cuenta que Jungkook caminaba hacia el interior del edificio y no venía solo. Venía hablando con Yuki, quien tenía una sonrisa coqueta en los labios. 

Intenté leer su lenguaje no verbal. 

Jeon Jungkook, se veía relajado como siempre. Con la mirada en la chica que estaba a su lado. Vestía ropa que no le conocía y más teniendo en cuenta que creo recordar que alguna vez le vi esa camisa a Yoongi. Era de esperar que no iría a casa a cambiarse, seguro que su ex le dejaba un poco de ropa. 

―Me preocupé por ti cuando no te vi el otro día ―escuchamos cómo Yuki le decía a Jungkook al acercarse. Cuando pensé que este se vería un poco apenado por su ausencia, me hizo entender que estaba en lo incorrecto. 

―Lo siento, comí pescado pasado ―mintió descaradamente, lanzando una mirada rápida hacia nosotros. Quise golpearlo por notar la manera en la que solo quería escapar de nosotros o más bien, de mí. 

Miré cómo es que Yuki sonreía con una mueca de pena y escuché también cómo es que ella le decía qué tenía que comer cosas buenas. Me relamí los labios de manera nerviosa. Quería que Yuki se fuera para poder hablar con el bastardo de Jeon, pero ella parecía que no veía hora para irse. O no lo fue hasta que recibió un mensaje de texto y finalmente se despidió de nosotros. 

―Kook ―le llamé. 

―Debo ir a clases ―anunció sin ánimos, pasando de mi llamado. La calidez que había en su voz cuando hablaba con mi compañera, ya no estaba. Era como si se apagara la luz en una habitación y todo quedase en penumbras. 

―¿Ahora te preocupas por tus clases? ―me burlé, lo que no le hizo gracia ―. Has hablado con Jimin en estos días, pero a mí no me hablas, ¿me estás jodiendo? 

Los ojos de Jungkook se dirigieron hacia Jimin por un momento, se relamió los labios antes de hablar. 

―No tengo nada qué hablar contigo ―le analicé, su voz átona, sus ojos se veían cansados... Sin ese brillo juguetón que siempre tenía. Ni la calidez jovial que siempre estaban. Me sentó pésimo ver esa parte de él, esa versión que solo le ponía a las personas que no le caían bien. 

―Y una mierda ―refuté yo, cogiéndolo por el brazo para detender su andar. 

Jungkook bajó la mirada mientras soltaba un suspiro pesado ―. Escucha, me disculpo por ese arrebato, ¿de acuerdo? Fue un error, así que... lo hablaremos después. Tengo que ir a clases. 

―Jungkook... 

―Tae, es mejor que... 

―No, quiero hablarlo ahora mismo. 

―¡Pero yo no! Me abrumas, joder, ¡déjame solo! ―exclamó Jungkook de manera grave mientras se soltaba de mi agarre y salía por el pasillo. 

―¿Por qué me detuviste? ¿Por qué dejas que se vaya? ―me volví hacia Jimin, hecho una furia. 

―Porque estás haciendo una escena ―siseó él. Tenía el entrecejo fruncido ―. Si él quiere hablarlo, lo haremos en casa. No necesitamos que todos nos estén viendo en estos momentos. 

Miré por la dirección en la que Jungkook se había ido, no habían muchas personas que nos estuvieran viendo, solo un par de estudiantes. Maldije entre dientes, me rasqué la frente un poco antes de ver a mi amigo. 

―Os espero a la salida, haz que no se vaya. 

Y dicho eso, me alejé de mi amigo, con pocas intenciones de ir hacia mi clase. Así que, mejor fui hacia otro lugar, uno donde pudiera sentirme mejor o quitarme de la mente todo lo que he estado pensando desde aquél fatídico día. 

―¿Qué estás haciendo aquí? ―me preguntó Hyunsoo, mi profesor de cátedra. Sin mediar palabra, me lancé hacia él para poder comerle la boca. 

Hyunsoo se mantuvo sorprendido por un momento. No era la primera vez que venía a su despacho para comerle la boca y poco más, sin embargo, era la primera vez que lo hacía tan molesto. Siguió el beso poco más de unos minutos, hasta que nos alejó. 

» Oye, aprecio que vengas a hacerme estas visitas. Luego más, por haberme ignorado por semanas, pero, ¿qué te ha tenido tan ocupado? 

Hice una mueca de molestia al tiempo que me apartaba de él. 

―He estado ocupado ―me limité a decir. 

―Ya lo veo, ¿esto tiene que ver con una situación con Jeon Jungkook? 

No me molesté en preguntar cómo es que lo sabía, después de todo, Hyunsoo era el psiquiatra de Jungkook. El hecho de que mi profesor y uno de mis ligues sea el psiquiatra de mi mejor amigo, es mera coincidencia. En esta estúpida ciudad todos se conocían si eras del mismo mundillo. Y Jungkook no tiene la menor idea de mi relación con su psiquiatra. 

―¿Hizo una cita contigo? 

Él asintió y yo me tensé de pies a cabeza. Jungkook siempre era claro y hablaba siempre con sus terapeutas con sus problemas. 

» Mierda ―me quejé cuando me senté en el escritorio, me restregué el rostro con las manos ―. ¿Qué te dijo? 

―Sabes que no puedo contarte lo que pasó en terapia ―me dijo de manera severa. En ocasiones odiaba la regla de terapeuta-paciente. No importaba qué tan cercano era para Jungkook, él no podría decirme nada de lo hablado en terapia a no ser que se trate de una advertencia por su comportamiento ―. Pero, puedo decirte que no debes preocuparte por él. Solo está confundido. 

Alcé una ceja ―. ¿Confundido? ¿Sobre qué, sobre su orientación? 

―Por supuesto que no, los dos sabemos que él tiene muy en clara su orientación desde hace años. 

―¿Entonces? 

―Sobre su vida. Se siente perdido. Así que, quiere saber qué hacer ―se encogió de hombros y se colocó a mi lado, demasiado cerca como para que pudiera oler su colonia cara ―. ¿Nunca habías notado algo? 

Negué con la cabeza. Me sentía un poco nervioso ―. ¿Qué es lo que se supone que debía notar? Sé que está inestable, pero no creí que fuera para...

―No soy quién para decirte esto. Después de todo él es mi paciente y tú eres... ―alcé una ceja sin entender a qué diablos se refería. Le vi soltar un suspiro pesado ―. A Jungkook le gustas.




Fri(end)s +18 | ᵛᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora