Jimin intentó hablar conmigo durante la clase que teníamos compartida, sin embargo, me fue fácil evadirlo con una sola mirada. Aunque, sabía que no podría evitarlo por mucho tiempo.
Pero, claro que me fue casi imposible prestar atención a las clases. Me sentía ansioso y solo podía pensar cómo le había dicho a Yoongi que aún no estaba listo para venir a clases. Que era mala idea. Pero, no, Yoongi era tozudo y no me había dejado salirme con la mía. Según él y sus palabras: no me hagas llevarte a clases. No refuté más, porque lo veía muy posible. Y, ¿llegar a la escuela y que el famosísimo AgustD me baje a golpes para ir a clases? No, gracias.
Para cuando la profesora de análisis dio por terminada la clase, yo me quedé sentado en mi sitio. Esperando a que todos se fueran y yo sin intenciones de salir.
Me mantuve encerrado en el penthouse de Yoongi, analizando toda la situación y pensando en qué decir al respecto con mi acción. Sin embargo, de tan solo ver la mirada que Tae tenía en la mañana... la verdad es que no se me antojaba usar ninguna de las otras tácticas que no sea la de hacerme el loco y dejar todo en manos del alcohol y la mala toma de decisiones que uno tiene bajo esa influencia.
Yoongi seguro me golpea cuando le diga lo que decidí por fin.
―Qué fastidio ―me dije a mí mismo mientras tallaba mis ojos con las manos.
―¡Jungkook! ―alejé mis para ver hacia la puerta, en donde alguien me llamaba. Bueno, de los dos, pensaba que la mejor opción para que gritase mi nombre, era Jimin. Soltando un suspiro pesado, me dirigí hacia él. Quise evitar su mirada en donde solo reflajaba lo preocupado que estaba por mí ―. ¿Te sientes bien?
―Fantástico ―dije con sarcasmo.
―¿Quieres que le diga a Tae que ya te fuiste?
Abrí los ojos con ilusión ―. ¿Harías eso?
Él se encogió de hombros ―. Creo que, de los dos, quien tiene que pensar más es él. Se ha estado comportado como un bastardo.
Jugueteé con la correa suelta de mi mochila.
Me gustaba la idea que me daba Jimin. Yo también necesitaba tiempo para entender qué era lo que estaba pasando y qué es que haríamos apartir de ahora. Había jodido la dinámica de esta amistad de años. Cuando juré que siempre mantendría mis pensamientos por ellos enterrados en un baúl, en lo más profundo de mi ser. Ahora... la había cagado.
Abrí la boca para decir algo, sin embargo, los pasos de alguien más acercándose en el pasillo, me detuvieron.
Se me apretó el estómago de solo verle ahí.
―¿Vamos a casa? ―preguntó con un tono de voz que me dejó intranquilo. Ya quería llorar de nuevo.
Miré a Jimin, quien se notaba que no sabía qué bando tomar.
Sabía que, si tomaba el mío, dejaría irme, haría lo posible para que Tae no se me acerque. En cambio, si tomaba el lado de Tae, haría todo lo posible para que nosotros tengamos la maldita charla.
Mi respiración se volvió un poco irregular mientras asentía con lentitud y hacía uso de toda mi fuerza para despegar los pies del suelo para seguirlo.
Los tres caminamos por los pasillos hasta llegar al estacionamiento, ninguno de los tres dijo nada y la verdad lo prefería de esa manera. Todo iba demasiado bien (en lo que cabía), hasta que recordé en qué me vine esta mañana.
―Eh... he venido en el coche de Yoongi ―apunté mi pulgar hacia la dirección donde dejé la camioneta del idiota.
Taehyung y Jimin se lanzaron una mirada, y no me gustó una mierda, cuando Tae le lanzó las llaves de su Subaru a Jimin. El susodicho me miró un poco alarmado. Al ver al rubio, supe que no daría su brazo a torcer, así que, terminé por encogerme de hombros para demostrarle que no me importaba y luego me di media vuelta en dirección al SUV de Yoongi. Rogando para que Taehyung entendiera que no quería estar en un lugar encerrado con él. Pero...
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Fri(end)s +18 | ᵛᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿ
Fanfic𝙅𝙞𝙢𝙞𝙣 El problema es que os deseo como una droga. Como un mal hábito. Los malos hábitos son difíciles de dejar cuando estoy con vosotros. Sé que podría hacerlo por mi cuenta, pero quiero esa auténtica magia negra de luna llena. Y se necesita a...