Fri(end)s +18 | ᵛᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿ

𝙮𝙚𝙤𝙙𝙚𝙤𝙡 ; 𝙅𝙞𝙢𝙞𝙣

Solté un suspiro pesado mientras veía cómo mi móvil se colocaba de color negro. Al alzar la vista, pude ver cómo es que Taehyung tenía las manos apretadas en puño. Bastardo, había terminado de ducharse más rápido de lo que esperaba. 

―Iremos por él ―sentenció, sorprendiéndome. 

―¿Qué? Tae, Jungkook está bien con Yoongi. 

Él me miró como si me hubiera salido una tercer cabeza ―. ¿Te escuchas, Jimin? ¿Cómo es que dejaremos que se quede con un alcohólico abusivo? 

―Yoongi nunca fue abusivo con él y lo sabes ―por lo menos nunca supimos que golpeara a Jungkook, pudo haber golpeado a otros chicos por arranques de celos, pero nunca a Jungkook. O por lo menos era lo que él nos decía y esperaba que fuera real. 

―No teníamos que esperar a que lo hiciera, por eso hicimos lo posible para que se alejaran ―refutó él mientras se llevaba las manos hacia el cabello húmedo. 

Negué con la cabeza ―. En realidad, a mí me preocupaba más que Jungkook terminara por golpearlo a él, en un ataque maniáco. 

Jungkook solía tener ataques maniacos cuando estaba en abstinencia y era un grano en el trasero. Nos hemos peleado demasiado por esas situaciones. 

Taehyung negó con la cabeza mientras se colocaba un abrigo e iba hacia la puerta, colocándose los zapatos. Me acerqué a él para detenerlo, solo que él se zafó de mi agarre. 

―Suéltame, Jimin, iré por él. 

―Taehyung, siempre lo dejas solo para que se sienta mejor, ¿por qué quieres intervenir ahora? Sé que está bien, se escuchaba mejor, ¿no lo escuchaste? 

―Fue mi culpa, yo hice algo mal... tengo que hablar con él, ¿qué tal si recae por cómo se siente? ¿Qué vamos a hacer si tiene una recaída y esta vez no se controle? 

Me quedé sin palabras por un momento, claro, ese era nuestro mayor miedo por parte de Jungkook. Pero... tenía que hacer algo para darle tiempo, sea lo que sea que haya pasado con Taehyung o lo que sienta al respecto de lo que pasó, necesitaba tiempo para pensar y si dejaba que Tae vaya por él, se sentirá peor. 

―Llamaré a Yoongi ―anuncié, intentando calmarlo. Taehyung me miró con una mueca extraña ―. Yoongi nunca mentiría acerca de la situación de Jungkook, sabes que él... 

Pude ver la manera en que Taehyung se debatía por las palabras que yo le había dicho. Quería hacerlo entrar en razón, él nunca había confiado en Yoongi, menos después de lo que pasó cuando estaban por terminar su relación. 

Taehyung se relamió los labios y después asintió. Le imité antes de sacar mi móvil del bolsillo y buscar uno de los números que guardé en su momento para emergencias como estas. Los dos esperamos impacientes a que la llamada sea atendida, no fue hasta el quinto tono que el idiota atendió. 

―Mi noche iba muy bien hasta que atendí. ¿Qué quieres, Park? ―viré los ojos al escucharle hablar así. 

―Jungkook. Quiero saber si está bien ―me limité a decir, conociendo las tácticas de Min para hacerme enfadar. 

―¿Solo tú o tu compinche también? ―no respondí cuando entendí que mencionaba con retintín a Taehyung. Soltó un suspiro pesado después de un rato ―. Está bien, está dormido. 

―¿Tomó algo? ―pregunté sin poder evitarlo. 

―Las únicas medicinas que tengo son Tylenold para la migraña. 

Miré a Tae, quien se veía molesto. Relamí mis labios ―. ¿Y le diste? Jungkook puede...

―Las boté por el váter. ¿Qué queréis? Él estará bien aquí, no tengo nada que pueda hacerle daño. No dormiré para ponerle un ojo encima. 

―Solo quiero que esté bien, las cosas no han ido de ese modo y me preocupa...

―No hables como si fueras solo tú, Park. Sé que Taehyung también está ahí ―los dos nos miramos un momento al ser pillados ―. ¿Qué diablos hiciste? ¿Por qué permitiste que pasara eso? 

Taehyung frunció el entrecejo sin entender ―. ¿Qué culpa puedo tener en esto? Quiero lo mejor para Jungkook. 

Al otro lado de la línea escuchamos cómo es que se abría lo que se presumía ser una botella de vino. Al parecer, Yoongi no ha dejado la bebida. Qué novedad. 

―¿Recuerdan cuánto tiempo tengo conociéndolos? Desde hace cuatro años ―no esperó a que respondiéramos, abrí la boca para decir algo, pero él me interrumpió ―. Y desde entonces sé lo que Jungkook siente por vosotros. Así que, si yo pude verlo desde que le conocí, ¿cómo es que vosotros no lo sabéis? 

Mi mundo entero se detuvo en ese momento. ¿Qué diablos estaba diciendo? 

―¿Tienes mierda en la cabeza, qué dices? 

Yoongi se rió un poco al otro lado de la línea ―. Debo irme. Tengo trabajo qué hacer. Si vosotros no queréis verlo, a tomar por culo, pero no metan a Jungkook en sus cosas. Ha tenido suficiente como para teneros como otras piedras en su camino. 

―Hablas como si tú no le hubieras hecho el suficiente daño, ¿serás cabrón? ―bramó Taehyung ―. No me compares contigo, Min. 

―No lo hago. Pero yo nunca le mentí y pienso darle todo el apoyo que en aquél entonces no le di ―dicho eso, cortó la llamada. 

Tanto Taehyung como yo miramos fijamente mi móvil. No fue hasta que Taehyung lanzó su zapato lejos de nosotros, como para hacerme reaccionar. Se veía molesto y no estaba realmente seguro porqué, así que me llamaba la atención. 

―Creo que Yoongi tiene razón ―me limité por decir, aunque sabía que eso no le gustaría. 

―No. No  me vengas con eso, Jimin, ¿de verdad le harás caso? 

―Tae, tenemos que ponernos del lado de Jungkook. ¿Qué harías si fuera alrevés? 

Mi amigo negó con la cabeza ―. No estamos hablando de volver con tu ex, Jimin, estamos hablando que Jungkook no está lo suficientemente estable como para tomar decisiones por su cuenta. El hecho de que... ―le vi tragar saliva, nervioso de pronto ―. Que haya hecho eso, significa que estoy en lo correcto. 

―Espero que no hables acerca de un experimento para tu tésis. 

―No está estable, Jimin, solo está confundido. 

Abrí la boca sorprendido cuando usó ese argumento. Me sentí incluso ofendido ―. Hablas como cuando un padre se niega a aceptar que su hijo es gay. ¡Eres el menos indicado para hablar así de él!

Taehyung rió un poco mientras se alejaba de mí e iba hacia la cocina. Del gabinete mágico, sacó una botella de licor, se sirvió en un vaso y yo solo pude ver lo que hacía. Estaba evadiendo algo, de eso seguro. Siempre se cerraba como una hostra cuando estaba molesto. 

―Jungkook es bi, Jimin, lo aceptó hace mucho. Y los dos sabemos que no le importa lo que los demás piensen. 

―No, pero, le importa lo que nosotros pensamos ―refuté ―. Si su mente cree que tú lo rechazaste, no entenderá razones. Solo creerá que el raro es él. 

Mi amigo se rascó la cabeza sin saber qué hacer ―. Por eso quiero hablar con él. 

―No es el momento, dale tiempo. 

―¿Cuánto? 

Me encogí de hombros ―. Hasta que él venga a ti.