𝙮𝙚𝙤𝙡𝙙𝙪𝙡 ; 𝙏𝙖𝙚𝙝𝙮𝙪𝙣𝙜

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Miré atento cómo es que Jungkook comenzaba a cortar las uñas de mis pies. Entonces era verdad. 

Sentí un nudo en la garganta. 

―¿Estás seguro? ―pregunté sintiendo la voz un poco ahogada por los nervios que me borbujeaban en el interior ―. Jungkook, lo que tú sientes... es normal que creas que sientas cosas por mí o por Jimin nosotros... 

Jungkook negó con la cabeza mientras se levantaba de su lugar ―. No, no, no, no me vengas con esa mierda. No es algo que pasó ahora solo porque me siento mal. 

Fruncí el entrecejo ―. ¿Desde cuándo? 

―No lo sé. 

―¿Cómo no vas a saberlo? ―exclamé, tal vez un poco más alto de lo normal, perdiendo los estribos. 

―¿Cuándo supiste que te gustaban los chicos? ¿Acaso uno tiene que saber cuándo siente algo? ―mascó Kook ―. Siento como si hubiera hecho algo malo, joder. 

Se estaba poniendo nervioso. Pero era consciente que Jungkook trabajaba mejor bajo presión cuando se trataba de este tipo de situaciones. Era mejor llevarlo al límite. 

―No te estoy diciendo que sea algo malo, solo te digo que... 

―Que complicará las cosas, ¿crees que no lo sé? Intenté suprimirlo mucho tiempo ―miré cómo es que se despeinaba el cabello con exasperación, sus manos comenzaban a temblar ―. Joder, que hasta Yoongi lo sabía, lo vio cuando yo no lo hice. 

Alcé una ceja ―. ¿Cómo es que lo supo él? 

―Taehyung, te estás yendo por la tanjente... ―intentó centrarme Jimin, pero es que yo quería saber todo lo que le pasaba a Jungkook para poder ayudarlo. 

Abrí la boca para decir algo, sin embargo, Jungkook se detuvo. Frunció el entrecejo y comenzó a morderse uno de sus pulgares. No pasó mucho tiempo antes de que un hilo de sangre bajara por ahí. 

―Jimin... ―le informé a mi amigo para que viera la herida. Él sin dudarlo, salió a la cocina para ir por el kit de primeros auxilios ―. Jungkook-ah, oye, sé que te puedes sentir asustado. Lo que me preocupa es cómo vayas a reaccionar cuando...

―¿Cuando me rechaces? ―se rió un poco ―. ¿Crees que eso me preocupa? No es la primera vez que me rechazan, pero... somos amigos, ¿cómo te enamoras de tu mejor amigo? 

Me levanté rápido cuando vi que estaba angustiándose demasiado, sus emociones lo estaban controlando y pronto tendría un ataque de pánico. Cada paso que intentaba hacer en su persona, él daba uno hacia atrás. 

Me alteré al no poder hacer nada por él, cuando por fin pude ver cómo es que Jimin ingresaba a la sala y dejaba el botiquín en la mesa antes de acercarse a él. 

―Jungkookie, está bien, no pasa nada ―le arrulló Jimin mientras intentaba calmarlo o hacerlo quedarse quieto ―. Estás bien, solo somos nosotros. 

Me rasqué la frente al ver así a Jungkook. La última vez que estuvo así, fue cuando tuvo un problema por su abstinencia hace un par de meses. Siempre era difícil cuando se encontraba en una crisis, le costaba demasiado el controlar sus emociones. 

Se me encogía el corazón de solo verlo de esa manera. 

Y me sentía peor porque él no tenía con quién sentirse protegido. Sus padres murieron cuando era muy joven y no hay nadie en su familia que no lo busque para otra cosa que no sean acciones. Jungkook solo nos tenía a nosotros. Y ahora las cosas podrían descontrolarse. 

―Lo siento... lo siento mucho ―parpadeé cuando comencé a escuchar su voz rota. Al ojearlo, noté que estaba llorando en el suelo con Jimin abrazándolo. 

Me coloqué en cuclillas frente a él ―. Jungkook, no tienes porqué preocuparte por ello, es solo que... tienes que entenderme. Quiero ayudarte. 

―Solo necesito tiempo y... ―Jimin me lanzó una mirada extraña cuando vimos que se quedó callado. Jungkook negó con la cabeza  y cerró los ojos ―. No puedo, hyungs... no puedo, no puedo hacerlo solo. 

―No lo estás haciendo solo, Kookie, nos tienes a nosotros ―le susurró Jimin. Le vimos negar con la cabeza y yo pude notar cómo es que Jimin estaba por comenzar a llorar también. Carajo, tenemos que mantenernos con calma ―. ¿Qué quieres hacer? 

―Sí, dinos, ¿qué quieres hacer? ―le animé, con voz tranquila. 

―Quiero Xannie ―murmuró en un mohín, muy por lo bajo. 

―¡No! ―exclamó Jimin, Kook apretó los labios y yo viré los ojos. 

―Te está tomando el pelo ―le informé a Jimin, mi concentración se volvió hacia Kook ―. Me iré del piso unos días, ¿qué te parece eso? 

Kook negó con la cabeza ―. Me quedaré con Yoongi. 

Negué con la cabeza ―. No creo que estando con Min sea lo... 

―Esta es tu casa, Tae, no puedes irte ―negué nuevamente, no me convencía ―. Escucha, confío más en mí estando con Yoongi que estando con vosotros. Lo siento, Jiminie. 

Fue suficiente que dijera eso para que Jimin comenzara a llorar. Siempre era el más sensible de los tres y no sabía porqué. Bueno, la diferencia entre Jimin, Jungkook y yo, es que él creció en una casa amorosa. Con padres que siempre estuvieron cuidándolo, amándolo, un poco estrictos, sí, pero nada fuera de lo normal. 

―Tendré que hablar con él ―murmuró Jimin mientras seguía abrazando a nuestro pequeño amigo ―. Y ver su estúpido piso, ¿tanta fama y tiene una Hyundai? Está más loco de lo que recordaba. 

Jungkook rió un poco mientras se limpiaba los mocos, tiré de su cabello. Se veía más tranquilo y eso me hacía sentir mejor. 

―Kook, no quiero que tengas una recaída. Eso es lo que más me preocupa ―me confesé. Relamí mis labios cuando sus ojitos llorosos se dirigieron hacia mí ―. No sé qué tan fuerte te sientas para la siguiente crisis y no quiero... no quiero que te pase algo. Vosotros sois mi familia. 

Supe que le había herido como nunca antes cuando vi algo romperse en su mirada. Pero, tenía que aceptarlo, las cosas conmigo no funcionarían. Jungkook está más roto como para que yo viniera y le hiciera más daño. Tal vez por eso siempre he tenido un conflicto con Yoongi, porque aún cuando dijo que le quería, siempre le hizo daño de alguna manera porque él no estaba bien como para estar en una relación con alguien como Jungkook. 

Mis ojos admiraron cómo es que Jimin peinaba el cabello de Jungkook mientras este se enjuagaba las lágrimas. Ellos eran demasiado puros y buenos como para que estén involucrados con mis mierdas. Pero era un bastardo egoísta y tenía que consumir ese brillo tan puro que ellos tenían. 

―Llama a Yoongi, dile que iremos a su piso. Primero veré que no tenga nada que pueda hacerte daño ―dije finalmente, yo siempre era la cabeza fría. No dejaría que Jungkook se quede con ese idiota, cuando sabía que él tampoco era estable lo suficiente como para que cuide de otra persona que no sea él mismo. 

Fri(end)s +18 | ᵛᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora