Algunos creen que los vikingos eran bárbaros sin valores ni honor. Esta historia demuestra todo lo contrario, como un hombre, únicamente con su determinación y voluntad inquebrantable, desafío lo imposible, logrando hazañas que ningún mortal podr...
Erik juró la mayor venganza frente a todos los dioses. Con una ira y una explosividad por dentro, tal como un Berserker, Erik siguió escuchando atentamente a Floki. Conversaron cuál sería la mejor forma de llegar hasta Finlandia, Floki pensó mucho, ya que Erik tenía la cabeza nublada de ira, lo único que podía hacer en ese momento era mirar al vacío, con una mirada de venganza, de odio y frialdad.
Pero Floki dio con la respuesta, Erik debía pedir prestado una de sus naves al conde Haraldson, y así navegar hasta Finlandia. Erik pensó que sería una buena idea, los dos concordaron, pero Erik sabía que eso no sería posible, ya que el conde Haraldson era avaricioso, vanidoso, muy corrupto y dictador. Así que Erik decidió robar una nave del conde Haraldson, no quería robar, pero era necesario.
Aquel mismo día, por la noche, Erik apareció en el puerto del pueblo y con su hacha cortó el cabo que unía la barca con el puerto, aquella barca se llamaba skoll, como el lobo gigante, hijo de Fenrir, que perseguía el sol hasta el ragnarok. Aquella nave majestuosa, enorme y tan bella como una valkiria, esa sería la nave que acompañaría a Erik durante su travesía.
Erik embarcó la única comida que tenía, 4 panes hechos por su mujer, y su única pertenencia, un hacha. No tenía mucho, pero era lo necesario para un viaje hasta Finlandia. No era tanto, era un trayecto de 2 días en barco, probablemente Jarl Born ya está allí, ya que su nave era remada por más hombres y esbirros, Erik necesitaba llegar lo más rápido posible, así que comenzó a navegar sin vacilar, también tenía un mapa que le dio Floki, que le ayudaba a no salir de su camino.
Él seguía todavía remando cuando salió el sol y se hizo por la mañana, ahí empezaba su travesía, estuvo largas horas hasta que por fin lo vio era la roca del hellheim, le llamaban así, ya que por esa zona había un temporal terrible y también se hablaba sobre una marea que rompía con cualquier barco que pasase, eso era una buena señal quería decir que no se había desviado de su destino, la vio a lo lejos y mientras llegaba se hizo la noche, él pensó que todos esos mitos, eran mentira, ya que por el momento no vio razones para el peligro.
Empezó a dormir, ya que sus fuerzas habían sido devastadas, durmió tranquilo hasta que un fuerte golpe contra su nave lo despertó, su nave había chocado contra la roca del Hellheim, él pensó que eso era una mala señal, así que comenzó a remar, pero era tarde las mareas comenzaron a subir, Erik remó lo más rápido que pudo, se arrepintió de no hacerle caso a los mitos que resultaron ser verdad. Cuando despertó del choque, las mareas lo habían arrastrado hacia su destino, él lo vio en el mapa, estaba más cerca.
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Erik comió el último pan que le quedaba para recuperar un poco la energía, pero se dio cuenta de que su barco tenía un tablón salido. Debía arreglarlo si no quería que eso fuese lo último que intentara. Él vio cuál era el problema y necesitaba salir del barco para solucionarlo, un clavo había decidido salir de su posición, pero con un buen golpe con el mango del hacha lo soluciono de inmediato.
Erik remó con las últimas fuerzas que le quedaban, hasta que por fin vio tierra, desembarco en la costa, devastado, comenzó a desembarcar sus cosas. Decidió armar una pequeña choza con troncos talados a base de hacha y quedarse a dormir ahí hasta el siguiente día y buscar un pueblo.
Durmió por fin tranquilamente hasta que un sonido estridente lo despertó, mientras un gran rugido hacía temblar la tierra, cuando salió vio algo que lo dejo atónito, un oso pardo, tan enorme como su barco rugía ferozmente a unos metros de la cabaña, Erik sabía que un enfrentamiento directo sería mortal, pero no dudo ni por un segundo en huir.
Erik con una gran astucia condujo al oso hacia un lago congelado. En el cual el oso tenía una gran desventaja, ya que sus garras no servían de nada ahí, el oso se resbaló por el hielo. Pero gracias a un poco de equilibrio logro embestir a Erik y causarle una herida brutal. Erik, con el pecho desgarrado, contraatacó al oso y cargo contra él fuertes hachazos en el cuello, mientras escapaba de sus garras. Los dos estaban malheridos, pero Erik sabía que no se podía rendir por su familia, así que cargo tal hachazo en la cabeza del oso, que el oso no pudo ni reaccionar.
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Erik había logrado vencer al oso pardo, regreso a la cabaña y con su piel se hizo una capa, él sabía que la herida en el pecho era imposible de curar, pero no se rendiría ante la muerte, a lo lejos logro divisar el humo que salía de una chimenea, cogió su hacha y capa, y partió hacia allí. No camino mucho hasta ver el pueblo, y no tardo en llegar.
Pregunto por un forastero pelirrojo y trenzado, por cada casa del pueblo, hasta que un hombre le dijo que lo vio pasar con personas sospechosas, entonces Erik le pregunto por su ubicación, entonces el hombre le dijo que el hombre se hospedaba en una cabaña hacia el norte, Erik agradeció la ayuda y se dirigió al norte.
Erik encontró dicha cabaña y seguido a eso vio como Jarl Born salía de ella con 4 hombres armados, acto seguido Erik y Jarl Born cruzaron miradas, mientras que Jarl Born lo miraba con maldad, Erik lo miraba con una sed de venganza nunca antes vista en un hombre, Jarl Born envío a sus esbirros para que lucharan contra Erik, en una injusta batalla de cuatro contra uno.
-¡Jarl Born ven aquí, si eres un hombre, maldito, cobarde!- gritó Erik mientras los hombres se acercaban a él.
Los hombres ya estaban cerca cuando Erik se dispuso a pelear, él sabía que un mínimo error le costaría la vida de él y de su familia. El primer esbirro se acercó confiado, el cual por tanta soberbia acabo recibiendo un hachazo mortal en la cara, al ver eso los otros tres se pusieron en serio uno por uno fueron atacando a Erik, uno de ellos logro rasgar con un puñal su hombro.
Pero eso no le detuvo, solo le dio aún más fuerza, Erik contraataco con mucha más irá y uno por uno fue acabando con cada uno de ellos, pero el último logro apuñalarle, Erik tuvo la gran suerte, o ayuda de los dioses de que no fue en una zona vital, y Erik acabo con ellos.
Estaba malherido, entonces miró a Jarl Born, solo sin ningún otro hombre ayudándole, entonces vio el terror en sus ojos, pero Jarl Born era tan cobarde, incluso de tenerle miedo a un hombre malherido, Erik mirándole con una mirada matadora suspiró.
-¡Jarl Born, si no luchas conmigo, serias el mayor cobarde en midgard!, ¿pero a que no sabes qué?, tampoco creas que tendrás descanso después de la muerte que te daré, no iras al valhalla, porque eres un cobarde y ni siquiera te dará tiempo para decir tus últimas palabras, ya que te asesinaré de una forma tan brutal como no tienes idea-Le dijo Erik con una mirada asesina a Jarl Born, mientras sangraba de forma increíble.
Erik sabía que ese era su destino, darle muerte a Jarl Born. Mientras iba perdiendo sangre y sus fuerzas se agotaban poco a poco, lo único que tenía en su cabeza eran recuerdos de su familia. Él amaba con todo su corazón a su familia, y cada vez se le iban viniendo más y más recuerdos hermosos.
-¡ja!, ja!, ja! ¿Oye te crees que te tengo miedo? Ya estás muerto, no puedes hacer nada-río con miedo y nerviosamente Jarl Born.
-¡Yo no moriré, no importa que mi cuerpo sea totalmente destruido!, ¡yo no caeré hasta darte muerte Jarl Born!-respondió Erik con firmeza y seguridad.