once

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— te voy a ojear si te sigo mirando tanto. —dijo jimin.

ya por entrar al veranito, ambos estaban ese domingo almorzando en el río mientras el rubio no le quitaba la mirada de encima.

no, todavía no eran novios.

no, tampoco habían culiado.

jungkook reconocía ser el presidente de los vírgenes pero bueno q se le iba a hacer. con un tipo tan hermoso al lado cualquiera se cohibía.

— ta bien k soy feo pero tampoco para que mires tanto-

— no sos feo... —se rió— o sea para los demás capaz que sí, no puedo controlar eso. pero para mi... sos el tipo más lindo que vi en mi vida.

jungkook amaba lo sincero que era. o no? seguro le mentía, de verdad que no había chance de que lo viera lindo.

— me gustas mucho. siento que te lo digo mucho y sigue sin entrarte. —se rió— puedo enumerarte las cosas si querés.

— soy gracioso. seguro es eso.

— más que eso... son muchas cosas, en realidad. todo lo que te compone es lo que a mi me complementa, me completa. —sonrió— más allá de lo bien que encajamos para dormir la siesta.

— estoy haciendo choripanes, puflito. no te pongas puto ahora. o se van a asar con mis lágrimas. —advirtió.

— me gustan hasta tus esfuerzos... cuando me decís los piropos pedorros que te dice josé que digas. —soltó una carcajada— todavía me sorprende que tenga novia.

al jose le sorprende que yo no tenga novio todavía. pensó jungkook.

— te juro que no lo escucho más...

— no, no... están bien. me dijiste esas boludeces el otro día que estaba triste y volví a llorar, pero de la risa.

-

por la tarde, todavía en el río, mirando el atardecer... el más bajito se dijo a sí mismo que mejor le pedía él noviar.

dió lo mejor de sí para encontrar una piedrita en forma de corazón. y como el q persevera alcanza obvio q la encontró.

jungkook es lindo. lo sabe. por fuera y por dentro y por donde lo miren.

— kookie...

— ¿si?

— ¿querés ser mi novio? —cortito y al pie, asies.

le extendió su piedrita con forma de corazón.

— puflito... —hizo un puchero, tirándose para atrás en la manta y empezando a llorar.

— ¿qué? —se rió.

— e-es que te lo iba a p-preguntar yo...

jimin largó la carcajada antes de tirársele encima.

— bueno. yo quiero. vos?

— sí... —el rubio le dió un beso y después le secó las lágrimas.

al final del día, POR FIN, ya en casita, jimin tuvo la suerte de poder sacarle la ropa a su feo más lindo. a su tutuca. a su kookie.

ese era su arco de felicidad? esperaba que sí, porque ese sentimiento que estaba teniendo justo ahora no se comparaba con absolutamente nada.

no era muy fan de los ronquidos, pero ahora esos mismos sonidos provenientes del hombre en su pecho, eran la melodía más linda.

y en la mesita de luz, descansaba su piedrita.

será que la vida por fin lo empezaba a querer?

ojalá.

BETTER DAYS - KOOKMIN SHORTFIC [ARG] [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora