ocho

119 32 9
                                    

— ¿por qué todos quieren tu número? que se vayan... —dijo jungkook, al lado del rubio.

— porque soy lindo, por eso. —se rió— porque ninguno me conoce más allá de lo físico...

— es que eso es peor, porque más allá de lo físico sos todavía más lindo... —hizo un puchero.

LE QUERÍAN ROBAR A SU PUFLITOOO o sea no eran nada, jefe y empleado, PERO NO IMPORTAAAAAAA

— no me mientas, pedazo de puto. —dijo con tanta naturalidad que jungkook se rió— aguantá a que me vean tener un ataque de pánico, y después se van solitos.

¿cómo? si hasta en tus ataques sos el tipo más lindo que pisó la tierra... el más alto no entendía que la gente se alejara.

— un ataque no mata a nadie. —se encogió de hombros.

continuaron caminando por el centro. sip, ya era domingo y ese día, después de dormir la siesta como de costumbre, decidieron salir a caminar.

esta vez fue jimin, que se hizo el dobolu y se agarró del brazo de jungkook mientras caminaban.

y caminaron un largo rato en el centro hasta que fue hora de volver? digo volver, porque el castaño lo invitó a dormir. así que pasó a su depto a buscar ropa para el día siguiente.

— el otro día me dijeron mis clientes que contratarte había sido una muy buena decisión. —le dijo, mientras miraban tele en el sillón de casa.

— ¿sí? —se dió vuelta para mirarlo— ¿y vos qué decís? ¿fue buena?

— sí... —asintió, sin dejar de mirar la tele.

— ¿de verdad? —se acercó un poquito más, pero jeon ni bola.

— sí, sí...

— me tenés medio pelotudo hermano. decidite.

— ¿e? ¿de qué? —preguntó, genuinamente confundido.

— me vas a seguir mirando y tirándome indirectas, solamente para dormir la siesta?

— ¿no te gusta dormir conmigo? —preguntó, con cara de ratita ojona.

— ¿eso es todo lo que me entendiste?

— ¿es porque ronco? —un puchero asomó.

definitivamente no se hace, es. sentenció el rubio en sus pensamientos.

— no es eso. me gustan tus ronquidos. —sonrió.

— tonce? 🥺

— ¿por qué todavía no me besaste?

— ¿tenía qué? —respondió— o sea yo si quiero pero no quería ser desubicado-

— ¿vos me estás jodiendo? —se mordió el labio.

— n-no...

jimin se sentó en su regazo, mirándolo fijamente.

— te voy a besar. —le avisó.

jungkook tenía los ojitos enormes y brillantes mientras veía a la preciosura que tenía encima. totalmente ido.

entonces, sin querer esperar más... le mandó.

posó su mano izquierda por debajo de su remera, agarrando la cintura, y su mano derecha en la parte de atrás del cuello, para acercarlo a sí mismo. y por fin, lo besó.

con ganas, muchas. entusiasmado por la correspondencia, y feliz por como los brazos de jimin se apoyaban en sus hombros, mientras que sus manitos se le enredaban en el pelo.

nunca estuvo tan feliz de haberse dejado las crenchas largas.

— q rico besa jefesito. —dijo el rubio con el tono más de leche posible, sonriéndole, todavía encima de él.

jungkook se rió. y para sorpresa ajena, volvió a tomar la iniciativa para volver a besarlo.

ni me voy a quejar. este cristiano está buenísimo. su único defecto es que es medio pelotudo pero eso también es lindo. jimin supo entonces, que estaba hasta las manos.

— quedémonos así un rato más. —pidió jimin.

— no pensaba moverte. —se rió el más alto, escondiendo la cara en el suéter ajeno.

estoy robando. robando a mano armada. con pasamontañas. y con contactos en la comisaria. un chorro bárbaro. pero a pesar de todo no se sentía mal. capaz porque el perfume de jimin le estaba nublando el panorama. sí, eso.

esa noche cuando se acostaron a dormir, penosamente, jungkook admite que le gustó ser la cuchara chiquita.

le gustó mucho.

BETTER DAYS - KOOKMIN SHORTFIC [ARG] [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora