dieciséis [final]

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dos días pasaron para que por fin le dieran el alta, y un pase directo al psiquiatra. 

su ánimo no había mejorado, si tenía que ser honesto, pero de cierta forma algo se sentía menos pesado. 

capaz era el hecho de que no había tocado su departamento todavía.

¿quién se haría cargo de semejante bolsa de huesos? cierto feo, un feo muy lindo.

— ¿querés contarme ahora o después? —le preguntó, secándole el pelo.

— e-es vergonzoso... —dijo sinceramente— no quiero que te rías...

siempre iba a ser vergonzoso abrirse y contar qué es lo que pasaba por su mente. no quería lástima, no quería que lo trataran de loco y no quería que los demás cambien a su alrededor solamente por las pelotudeces que le pasaban.

contar era sinónimo de vulnerabilidad, de debilidad. de ser un blanco fácil.

no quería volver a ser el blanco fácil.

— ¿cómo me voy a reír de vos, mi sol? —preguntó abrazándolo por detrás— eso nunca...

— ¿y si algún día te vas y me dejás, y lo usas en mi contra? —susurró, tembloroso. ciertamente, tenía muchísimo miedo.

— prefiero pegarme un tiro en las pelotas antes de hacerte daño. —besó su mejilla.

no sé si deba creerle, pero quiero hacerlo.

entonces, tras un largo suspiro, jimin empezó a hablar. con sinceridad, con pausas un poco largas porque realmente su vida se sentía vergonzosa, y sin ninguna lágrima. eso último no sabe cómo le salió, pero le salió.

— mi puflito... —jungkook sollozaba en su regazo.

— no te odio y no es que te quisiera dejar... pero bueno... es mucho más vergonzoso verte a la cara sabiendo que lo único lindo es mi apariencia, y que el resto está tan podrido... en cambio vos... sos tan lindo, por donde te mire. —sonrió— no te quiero quitar eso, no quiero arrastrarte a mi miseria.

— la única miseria que yo conozco es en la que me sumiría sin vos al lado. —respondió— quiero trabajar todo lo que te pasa, quiero que sonrías y quiero que te veas como yo te veo... —se abrazó a sus muslos.

— jungkookie...

— yo sé que vos pensás que no le hacés bien a nadie... pero la vida que había en ese mostrador era absoluta, los chistes de josé nunca fueron tan graciosos y iara por fin tuvo alguien con quien conversar. —le sonrió— si tan sólo pudieras ver lo miserable que se siente todo cuando no estás...

— d-de verdad? —preguntó.

— mi paleta de colores nunca es igual de brillante, colorida e intensa como cuando vos estás cerca... usualmente, los colores se apagan cuando no estás vos dando vueltas por ahí... —dijo— pero en la cena, cuando venimos para acá y hacemos comida... vuelven los colores y tienen hasta destellos... —explicó— el show de luces más lindo que alguna vez ví.

— jungkook... —todo su corazoncito se había hecho añicos, en el buen sentido— te amo... muchísimo.

— yo te amo más... —ahora, besó sus nudillos— no te vuelvas a ir... no dejes a tu feo solito. 

— yo no tengo ningún feo... tengo a uno lindo, muy. —le sonrió.

— genial, y que sepas que seguimos siendo novios. yo no acepté terminar y positivo con negativo da negativo... —le guiñó el ojo.

jimin le sonrió.

finalmente, después de esa derrapada BRUTAL, por fin, algo comenzó a sentirse mejor. algo cambió.

BETTER DAYS - KOOKMIN SHORTFIC [ARG] [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora