LOGAN
La mañana de la carrera amanece con una luz dorada que se filtra a través de las ventanas del motorhome del equipo. Desde temprano, me sumerjo en mi rutina de preparación física y mental, consciente de la importancia de estar en óptimas condiciones para enfrentar la exigente carrera que se avecina.
Comienzo con ejercicios de estiramiento, flexionando cada músculo con cuidado y precisión para evitar lesiones durante la competencia. Cada movimiento es deliberado, cada estiramiento calculado para garantizar la máxima flexibilidad y agilidad en la pista.
Luego, paso a la fase de calentamiento, donde realizo una serie de ejercicios cardiovasculares y de fuerza para activar mi cuerpo y aumentar mi ritmo cardíaco. El sudor comienza a perlarse en mi frente mientras me esfuerzo al máximo, preparándome para el esfuerzo físico que me espera en la carrera.
Mientras mi cuerpo se activa, mi mente también se enfoca en el desafío que tengo por delante. Cierro los ojos y visualizo cada curva del circuito, cada punto de frenado y cada oportunidad de adelantamiento. Me imagino trazando las líneas perfectas, manteniendo la concentración absoluta y aprovechando cada oportunidad para ganar posiciones en la pista.
La música suave suena a través de mis auriculares, creando una atmósfera de tranquilidad y concentración mientras me sumerjo en mi preparación mental. Me repito a mí mismo las estrategias y tácticas que hemos planeado con el equipo, visualizando cada escenario posible y preparándome para adaptarme rápidamente a cualquier eventualidad que pueda surgir durante la carrera.
Cuando finalmente termino mi preparación, me siento listo y determinado a enfrentar el desafío que me espera en la pista. Con el corazón lleno de determinación y los músculos tensos con anticipación, me dirijo hacia el paddock, listo para enfrentar la batalla que se avecina en la carrera.
Mientras recorro los pasillos rumbo a los boxes de nuestro equipo, un encuentro inesperado interrumpe mis pensamientos. Nicki sale apresuradamente de su oficina observando su tableta chocando conmigo, perdiendo momentáneamente el equilibrio. Actúo instintivamente, rodeando su cintura con mi brazo para evitar que caiga.
Su respiración se detiene por un instante, y puedo sentir la sorpresa en su cuerpo tenso contra el mío. Nuestros ojos se encuentran en un instante de sorpresa compartida antes de que ella recupere la compostura y aparte la mirada.
—Oh, Logan, eres tú... —dice con indiferencia.
—Sí, soy yo, ¿extrañabas verme? —respondo con una sonrisa traviesa, disfrutando de su desconcierto.
Ella frunce el ceño, como si no estuviera del todo impresionada por mi actitud.
—Bueno, ¿preparado para intentar no quedar en último lugar hoy, Logan? —pregunta con un tono sarcástico, desafiándome con la mirada.
—Más que listo, Nicki. ¿Me deseas suerte? —digo, elevando una ceja de manera sugerente, desafiándola a jugar.
Ella suspira con exasperación, pero no puedo evitar sonreír ligeramente ante su actitud.
—Por supuesto, no quiero ser testigo de tu fracaso en vivo y en directo —responde con sarcasmo, pero hay un brillo de diversión en sus ojos.
Mis labios se curvan en una sonrisa desafiante ante su respuesta.
—Entonces espero que tengas un asiento en primera fila para ver mi victoria —replico con picardía, disfrutando del juego de palabras.
Ella rueda los ojos, pero no puede evitar soltar una risita ante mi actitud desafiante.
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Curvas Peligrosas [+18] [Finalizada]
RomanceNicki y Logan se consideran mutuamente las personas más insoportables. Sin embargo, su relación da un giro radical cuando comienzan a trabajar juntos en un proyecto que los obliga a pasar una gran cantidad de tiempo en estrecha colaboración. A medid...