NICKI
Mónaco, la joya reluciente de la Riviera Francesa, muestra su esplendor característico. Las calles rebosan de vehículos lujosos, y los yates anclados en el puerto añaden un toque majestuoso al escenario.
Me encuentro frente al espejo del baño, observándome detenidamente. Mis manos descansan sobre el lavabo mientras peino mi cabello apenas desordenado. Todo está intacto: el maquillaje impecable, las mejillas sin rastros de rubor. Pero, no puedo evitar sentir una punzada de decepción. No quiero exagerar, pero acabo de vivir una de las peores experiencias sexuales de mi vida. Ojalá fuera una broma, pero lamentablemente no lo es.
Jean Pierre Chevalier, con su porte imponente y una mirada que podría derretir los glaciares más fríos, es un verdadero hijo de Mónaco. Heredero de una cadena de hoteles que abarca la costa, su apellido es sinónimo de riqueza y poder en estas tierras. Pero detrás de su fachada de príncipe moderno se esconde un amante egoísta, cuyos encantos se desvanecen en la intimidad. Con un cuerpo esculpido por los dioses y unos ojos que prometen mucho más de lo que ofrecen, Jean Pierre parece el sueño hecho realidad. Sin embargo, en la alcoba revela su verdadera naturaleza: un egocéntrico que solo busca su propio placer, dejando insatisfecha a su compañera en la cama. Es como si el mundo girara en torno a él, mientras que el placer de su pareja queda relegado a un segundo plano.
Salgo de su apartamento, dejando atrás el aura de lujo y opulencia que lo rodea. No puedo negar que la vista desde su balcón, con Mónaco extendiéndose ante mí como un lienzo de ensueño, es impresionante. Caminando lentamente por la acera, siento la brisa marina acariciar mi rostro. La frustración se apodera de mí. Seguí el consejo de Alana y me aventuré en Tinder en busca de un poco de diversión, pero ahora me pregunto si fue la decisión correcta.
—Deberían permitirnos darles una calificación: dos estrellas, No satisface en la cama.
—¿Le das dos estrellas? —pregunta Alana al otro lado de la línea sin entender la razón de mi puntuación. —Pero si no te dejo satisfecha, ¿por qué dos estrellas?
—Las dos estrellas son por la vista espectacular desde su departamento. —Sonrío para mí misma—. Esa sería definitivamente mi calificación.
Alana suelta una carcajada al otro lado de la línea. —No dejes que una mala experiencia en Tinder arruine las demás. Sigue buscando. No todos pueden ser tan malos como Chevalier.
—Shevalyé— Le corrijo.
—Me excita cuando hablas en francés. —Alana murmura con diversión.
—No hables de excitación.
—Siempre puedes buscar un poco de sexo cerca de ti. —murmura con diversión.
Al llegar al vestíbulo del hotel, mi conversación con Alana se ve interrumpida abruptamente por una figura familiar. Logan. No puedo evitar tensarme al verlo allí, con su porte seguro y su mirada burlona.
—¿Tan temprano terminó tu cita? —pregunta con sarcasmo, observando su reloj—. Apenas son las 9:30 de la noche.
—No es asunto tuyo, Logan —respondo con frialdad, intentando mantener la compostura.
—Ven vamos, te llevaré a recorrer Mónaco. —dice Logan.
—Dile que sí. —Escucho a Alana al otro lado de la línea. Había olvidado que estaba hablando con ella.
—Te llamo después. —Le hablo antes de cortar la llamada.
Guardo mi teléfono en mi bolso y dirijo mi mirada hacia Logan.
—¿Y tú no deberías estar celebrando tu triunfo?
—Podemos recorrer Mónaco y luego nos vamos de fiesta.
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Curvas Peligrosas [+18] [Finalizada]
RomanceNicki y Logan se consideran mutuamente las personas más insoportables. Sin embargo, su relación da un giro radical cuando comienzan a trabajar juntos en un proyecto que los obliga a pasar una gran cantidad de tiempo en estrecha colaboración. A medid...