Curvas Peligrosas [+18] [Finalizada]

CAPÍTULO 38

NICKI

Observo cómo el auto de Oliver se aleja, su figura se desvanece en la distancia. Un nudo en mi garganta se aprieta con cada paso que doy girandome lentamente para enfrentar a Logan, que se encuentra a unos pasos de mí, con el ceño fruncido y la preocupación evidente en sus ojos.

—Nicolette... —empieza a decir, pero mi frustración interrumpe sus palabras.

Suelto el aire con frustración, interrumpiéndolo antes de que pueda continuar. —¡Me acosté contigo! Y no pudiste esperar ni cinco minutos antes de invitar a tu exnovia a verte y, además, besarla. —termino de decir en un susurro tembloroso, sintiendo cómo el nudo en mi garganta crece con cada palabra.

Logan abre la boca para responder, la cierra y la vuelve a abrir para hablar. —No es lo que crees... las cosas no son así, Nicolette. Estás sacando todo de contexto. —cierra y abre los puños desesperado—. Si dejaras de ignorarme y me dejaras explicarte lo que realmente pasó.

Mis labios tiemblan mientras trato de contener las lágrimas que amenazan con desbordarse. —¿Acaso me vas a decir que fue un error? ¿Que no es lo que yo creo? Búscate otra excusa más creíble —digo, comenzando a caminar para alejarme de él. Siento una opresión en el pecho, como si cada paso que doy me costara respirar. —Y no te preocupes, puedo irme sola.

Logan me agarra del brazo, impidiéndome continuar. Su toque es firme pero no doloroso, una mezcla de desesperación y determinación. Su mano quema contra mi piel, y esa conexión me desarma aún más.

—Eres tan testaruda que no dejas que te explique cómo fueron las cosas...

Me giro bruscamente, sacudiendo su mano de mi brazo. Mis ojos arden con una mezcla de ira y dolor. —Llevas cinco minutos buscando excusas para que te escuche, cuando podrías estar explicándote de una puta vez. —Mis palabras salen más fuertes de lo que esperaba, resonando en el aire entre nosotros.

Tomo una profunda respiración, sus ojos fijos en los míos. Sé que me dolerá la respuesta a esta pregunta, pero necesito saber la verdad, aunque me destroce.

—¿Te acostaste con ella? —mi voz es baja, casi temblorosa, cada palabra un filo que me corta por dentro.

—¿Qué? —pregunta, desconcertado.

—En Barcelona... cuando saliste a cenar con ella —insisto, mi voz temblando de rabia.

Logan se queda en silencio, su expresión transformándose en una máscara de culpa. Ese silencio es todo lo que necesito. El nudo en mi garganta se hace insoportable, mis ojos se llenan de lágrimas que me niego a dejar caer frente a él.

—Esto se acabó, sea lo que sea que teníamos, se acabó —digo, mi voz firme aunque mi corazón se quiebra en mil pedazos. Me esfuerzo por mantenerme erguida, a pesar de que mi cuerpo tiembla con la intensidad de mis emociones.

La mirada de Logan se endurece, una mezcla de frustración y desesperación. —Nicki, por favor, no es lo que piensas. Yo...

—¿Sabes lo que creo? —lo interrumpo, mi voz subiendo de tono—. Creo que no sabes lo que quieres. Un momento estás conmigo, al siguiente invitas a Aitana. No voy a ser tu segunda opción. —Mi voz se quiebra al final, el dolor y la tristeza filtrándose a través de mi intento de mantenerme fuerte.

—Nunca has sido mi segunda opción —dice Logan, su voz llena de emoción y sinceridad—. Pero no me das la oportunidad de explicarte nada. Estás tan decidida a hacerme el villano de esta historia que no te detienes a escuchar. —Su desesperación es palpable, sus ojos imploran por un momento de comprensión.

—¿Escuchar qué, Logan? —respondo, mi voz llena de sarcasmo—. ¿Más excusas?

—¿Ni siquiera me darás el beneficio de la duda?... —Logan intenta alcanzar mi mano, pero lo rechazo, dando un paso atrás. Siento su dolor reflejado en sus ojos, pero no puedo dejar que eso me debilite.