NICKI
Estoy sentada en la encimera de la cocina, el peso de mis pensamientos se siente más agobiante que el de mi propio cuerpo. La taza de café en mis manos no es más que un triste intento de encontrar consuelo, su calor es un alivio momentáneo en medio de la tormenta interna que me desgarra. La luz dorada de la tarde entra por las ventanas, extendiendo su cálido resplandor sobre el suelo, pero ni siquiera su calidez puede ahogar la fría vacuidad que siento por dentro.
La cocina está envuelta en un silencio casi absoluto, interrumpido solo por el tic-tac constante del reloj de pared, que marca el paso del tiempo con una precisión casi cruel. Cada segundo se estira, convirtiendo la espera en una agonía silenciosa. La tranquilidad de este lugar parece burlarse de mi caos emocional, amplificando mi sensación de aislamiento.
Miro hacia un punto indefinido en la pared frente a mí, mis ojos desenfocados, incapaces de fijarse en algo concreto. La pared blanca, antes un simple telón de fondo, ahora se siente como una barrera impenetrable. Cada rincón de la cocina, desde los gabinetes meticulosamente organizados hasta las pequeñas decoraciones en las estanterías, parece observarme en un silencio acusador, como si esperaran que encontrara una solución a mi desesperación.
Alana está sentada frente a mí, su presencia es una constante fuente de apoyo. Aunque su mirada está cargada de preocupación, también hay una chispa de curiosidad en sus ojos. Está claramente interesada en la planificación de mi cumpleaños, que se celebra mañana, pero su preocupación por mi estado de ánimo es palpable.
—¿Qué quieres hacer mañana? —pregunta, su voz es suave pero cargada de un interés genuino. Está tratando de animarme, de darle un giro positivo a un día que debería ser festivo, pero que para mí se siente más bien sombrío.
Tomo un sorbo de café, sintiendo el líquido caliente deslizarse por mi garganta, un pequeño consuelo en medio de mi malestar. Dejo la taza en la encimera con un golpe sordo y hago una mueca, el gesto de frustración claramente visible. La idea de celebrar no me entusiasma en lo más mínimo; simplemente no tengo el ánimo para ello.
—No sé... —mi voz suena cansada, con una nota de apatía evidente. —Quizás no debería hacer nada especial. Además, mi madre llega esta noche y quiero aprovechar el tiempo con ella.
Alana arquea una ceja, claramente sorprendida por mi falta de entusiasmo. —¿Nada especial? Vamos, Nicki. Es tu cumpleaños. ¿No te gustaría salir y disfrutar un poco? —su tono se vuelve más animado, como si esperara que su entusiasmo fuera suficiente para levantar mi ánimo. —Podríamos ir a una discoteca. Hace tiempo que no salimos a bailar. Sería una forma divertida de celebrar. No creo que a tu madre le moleste que salgas un rato en la noche.
Sacudo la cabeza lentamente, mi cabello cae en cascada a ambos lados de mi rostro. La sensación de pesadez se acentúa con cada movimiento, y el mareo que me ha estado afectando estos días parece hacer que cada gesto sea más laborioso. Esta mañana ha sido particularmente difícil; la náusea en mi estómago es persistente, y el cansancio es una sombra constante.
—No lo sé. Esta mañana no me he sentido bien —mi voz tiembla ligeramente, y me esfuerzo por mantenerla firme. —Siento como si tuviera un nudo en el estómago que no se va.
Alana me observa con una mezcla de preocupación y empatía, sus ojos transmiten una comprensión profunda. Se inclina aún más cerca, su cercanía es un intento silencioso de ofrecerme consuelo.
—¿Estás segura de que estás bien? —pregunta suavemente, sus ojos llenos de una preocupación que va más allá de lo superficial. —¿No deberías ir al médico?
—No, no creo que sea necesario. Es el estrés... todo lo que ha pasado con Logan. —mi tono es una mezcla de resignación y tristeza, como si hubiera aceptado que mi malestar es una consecuencia inevitable de los eventos recientes.
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Curvas Peligrosas [+18] [Finalizada]
RomanceNicki y Logan se consideran mutuamente las personas más insoportables. Sin embargo, su relación da un giro radical cuando comienzan a trabajar juntos en un proyecto que los obliga a pasar una gran cantidad de tiempo en estrecha colaboración. A medid...