Despertar Z: Romance entre Ruinas

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Llegó el domingo, el último día para todos los chicos ahí. Haechan se había levantado primero, miraba hacia la ventana abarrotada, él no quería irse, no quería abandonar a las chicas. No quería que sus amigos corrieran el mismo destino incierto. Tenía miedo de perderlos, pero más miedo tenía de que Cari no pueda sobrevivir, tenía miedo de regresar y no verla.
Haechan ya se cansó de sobrepensar y se acercó más a Cari, la acariciaba la espalda mientras dormía boca abajo. Cari al sentir eso se levantó, miró a Haechan que tenía una mirada triste y preocupada. Cari odiaba ver a la persona que más amaba triste, así que se levantó y se sentó en la cama. Haechan hizo lo mismo quería abrazarla por un buen tiempo. Pero antes de que él pudiera hacerlo.
Cari agarró las manos de Haechan. Y miró su rostro.
- Antes, mi vida era muy callada, mis mañanas eran tan solas. No había nada que me diera ánimos para seguir además de mi querida Gigi, entre ambas nos empezamos a cuidar. Y dijimos que si nos íbamos a enamorar seria de la persona correcta. Dos chicas con el corazón roto buscando piezas para llenarlo y sanar. - Cari rió en voz baja.
- Imaginé que mi romance iba a ser como las películas. Un chico me miraría en un restaurante y me pediría mi número para así salir a citas. O tal vez encontraría alguien sin querer porque lo embarré de café su camisa blanca. O tal vez estaría borracha llorando en el portón de una casa y un desconocido bailaria frente a mi para hacerme reír...- Haechan empezó a sentir pena, él ahora mismo no podía darle nada de eso.
Cari lo miró directamente y veía que Hae se sentía apenado y triste, así que acercó su mano y empezó a acariciar su cabello y mejilla.
- Pero cuando te conocí, todo cambió, supe que podía confiar en ti, desde ese día que me buscaste en el bosque, esa vez que me abrazaste para hacerme saber que todo mejoraría. Me sentí amada y especial. Y cuando vi tu rostro, tu bella cara con tus lunares cada mañana, creo que empecé a caer más. Solo no me di cuenta hasta ese día. - Haechan estaba impactado casi emocionado por lo que oía.
- ¿que día? - preguntó algo coqueto.
Recibió un codazo por parte de Cari.
- auch eso dolió. -
- Tú sabes bien que día. -
- Pero si eso fue anteayer. - Habló Haechan con una sonrisa picara en el rostro.
- Ya basta. - Dijo Cari algo sonrojada
Haechan se acercó y le dejó un beso en los labios.
- Tú no me vas a dejar continuar. - Habló Cari algo frustrada.
- No necesito que me digas un párrafo para saber cuanto me amas, ya lo sé. No necesito más preciosa. - comentó Haechan mirando el rostro colorido de Cari que se pintaba de todos los rosados.
- Diablos, estoy enamorada de ti. - Dijo Cari dándose la vuelta para tapar su cara.
- te dije que ese era el plan. - Comentó Haechan acercándose a ella para abrazarla y oler su perfume.
- Y aun no entiendo el porqué. - agregó Cari.
- No hay, solo me gustaste desde la primera vez que te vi. - Dijo Haechan.
- Tanto para que quieras protegerme. -
- El amor es proteger a tus seres queridos, de eso se trata bebé. - Habló Haechan.
- ¿No fue por esa vez que me miraste en el río? - preguntó Cari dándose la vuelta.

-¿Qué? ¿lo sabías todo este tiempo? - preguntó Haechan.

-Tú que crees. -   

- Eso fue un motivo más. - respondió Haechan con una sonrisa.
- Eres un estúpido. - Dijo Haechan.
Se acercó a besarla en la mejilla.
- Trataré de volver. Quiero estar contigo por mucho tiempo. - Dijo Haechan ahora algo serio.
- Lo sé, confío en ti. Y cuando vuelvas te contaré todos nuestros planes. - comentó Cari.
- ¿Qué planes? - preguntó Haechan curioso.
- Eso es un secreto. - Dijo Cari, se paró de la cama y buscó algo en ropero. Haechan solo la observaba y ella sacó una bolsa. Entró al baño, Haechan también se levantó y se cambió de ropa. Decidió usar su chaqueta de cuero favorita y peinó su cabello largo para que estuviera algo ondulado. Entonces Cari salió del baño con un vestido rojo brillante, Haechan se quedó atónito al igual que Cari al verlo.

Mark y Gigi habían ideado un plan para tener una última cena por así decirlo con los chicos, buscaron trajes y pidieron comida y una gran mesa para que todos puedan entrar. Querían que sea algo dulce y bonito, no querían llorar como toda la gente lo estaba haciendo.
Gigi se puso un vestido de color celeste, Mark le ayudó a cerrar el cierre. Y le dio la vuelta.
- Te ves preciosa mi vida. -
- Tú también te ves bien. - Gigi se acercó para acomodar la corbata de Mark.
Mark miró los ojos de Gigi y vio algo de tristeza.
Mark levantó el rostro de Gigi para que la mirase y le dio un beso.
Gigi sonrió.
- No es momento, debemos ir. - Dijo Gigi algo apenada.
- Siempre es el momento, pero tienes razón, ahora no, nos están esperando. - Dijo Mark agarrando la Mano de Gigi para así poder salir.

Al hacerlo se toparon con Cari y Haechan que también salían de su habitación. Se sonrieron mutuamente. Pero los chicos, Haechan y Cari no tenían ni idea de lo que se venía. Caminaron por el pasillo y llegaron a la cafetería que estaba llena de velas encendidas. Y una de la mesas estaba llena de comida, todas eran latas guardadas pero era mejor que nada. Los chicos estaban sentados riendo, hasta que vieron a las parejas entonces se levantaron para saludar con enormes sonrisas a pesar de las circunstancias.
- wow todo esto es precioso. - comentó Cari.
- Mark tuvo la idea. - dijo Gigi
- En realidad, ambos la tuvimos. - agregó Mark mirando hacia Gigi.
- UUUUUUH- Dijeron los chicos.
- Aún no como y ya quiero vomitar. - Dijo Jeno actuando como si estuviera mareado.
- Jeno. - Llamaron Chenle Jaemin y Haechan.
-¿Qué? - respondió Jeno.
- KYUUUUUU- Hicieron los chicos.
A Jeno casi le da algo, todos se reían por la caótica escena.
Se sentaron a comer y contaron anécdotas. Hablaron de esa vez que Jisung y Mark habían tratado de cocinar. O esa vez cuando a Haechan casi se le incendia la casa cuando preparaba algo con su familia.
Todos esos recuerdos estaban llenos de nostalgia.
- ¿Y ustedes tienen alguna anécdota? - preguntó Renjun a las chicas.
- mmm de hecho aun no. Estábamos estudiando en la universidad cuando pasó eso de los zombies. - Comentó Cari.
- Somos muy cuidadosas como para que nos pase algo así. - dijo Gigi
- Bueno si hablamos de esa vez que trataste de planchar mi cabello y casi me quedo sin oreja. - Habló Cari mientras tomaba un poco de agua.
- ¿Enserió? ¿Que hay de esa vez que trataste de hacer un Brownie en la sartén y se te quemó? - Dijo Gigi
- ¿Brownie en una sartén? - preguntó Chenle.
- Eso es algo que Jisung haría. - Dijo Renjun riéndose.
- oigan así tampoco, perdón cari. - Dijo Jisung
- Pobre Haechan le va a tocar comer algunas cosas curiosas. - Dijo Jeno.
- No me importa la verdad, además yo voy a ser quien cocine. - Dijo Haechan agarrando la mano de Cari.
- Bueno es hora de bailar un momento, voy a traer algo de vino. - Dijo Mark
Llego este con una radio antigua con un CD de los 90 y con un botella de vino tinto.
Todos se sirvieron y bailaban al ritmo de la música.
Todos miraban como ese grupo de amigos eran felices a pesar de todo el desastre mundial.
Pero nadie comprendía que los chicos no querían aceptar su desgracia, ellos no querían pelear para siempre. Querían vivir a pesar de todo, querían vivir.
Mark se acercó a Gigi y le colocó un anillo en su mano, ella no entendía.
- era de mi mamá, quiero que lo cuides por mi, bueno técnicamente es tuyo. Eres mi esposa. - Dijo Mark algo apenado.
- ¿estas seguro? - preguntó Gigi casi al borde del llanto.
- Nunca estuve tan seguro en mi vida. - se acercó Mark para abrazarla.

Cari al ver la escena de su amiga sintió algo en su corazón, sentía pena por como tenían todos que separarse, ella por fin había hallado una familia y tenía que dejarla ir. Eso le dolía en el alma. Quería llorar pero trató de aguantar. Haechan se acercó y le mostró algo que tenía en sus manos.
Era un collar dorado, con dos girasoles y un anillo.
- Gigi me contó que perdiste tu collar favorito mientas huían. - Dijo Haechan.
- Si se me cayó, ¿qué es? - preguntó Cari curiosa.
- Son girasoles, uno eres tú y el otro soy yo. Con este collar jamás vas a estar sola, estaré contigo a donde vayas. - Dijo Haechan acercándose para colocarse ese collar.
- No tengo nada para darte. - Dijo Cari.
- No necesito nada, yo quería darte algo. - respondió Haechan
- Todo saldrá bien, lo prometo. - Dijo Haechan.

Ambos se abrazaron. Más bien todos lo hicieron. Se despedían del uno del otro debido al destino tan incierto que iban a enfrentar. Pero había esperanza de que todo iba a salir bien.