Entre las Cortinas

5

Entraron a la cabaña cerrando la puerta, empapados en agua escurriendo todo el suelo, Aziraphale dejó caer su cabeza hacia atrás y Crowley se apoyó en la puerta jadeando por toda la carrera. Comenzó a desnudarse dejando la ropa a un lado en el suelo en un intento de quitarse las prendas mojadas, Aziraphale estornudó. Crowley se giró hacia él en ropa interior y se acercó desvistiendo al rubio, entre risitas se dejó desnudar y cuando también estuvo en ropa interior extendió sus brazos para que Crowley le cargara.

Le sacó de la silla dando un traspié, sus bocas chocaron de forma brusca dándose un golpetazo, rieron por aquello, y Crowley le dio un besito en los labios para que ya no le doliera. Aziraphale rodeó su cuello acariciando la nuca del otro, las manos de Crowley sostenían las caderas de su novio quien se pegó más a él. Hizo un movimiento rápido y le cargó en sus caderas, aunque Aziraphale a penas podía mover sus piernas hizo su mayor esfuerzo para no soltarse. Entre besos y caricias el pelirrojo llevó a su novio al baño donde le sentó en el lavabo y dejó llenando la tina.

Volvió rodeando su cintura y besando sus labios, sus bocas danzaban en un fogoso beso, el cuello de Aziraphale fue llenado de suaves besos mientras las manos de Crowley se colaban en su ropa interior. Entre jadeos ambos se miraron, Crowley frotó su rostro contra el de Aziraphale y este se sostuvo de sus hombros levantando el trasero para que le sacara la ropa interior, una invitación a que muchas cosas sucedieran. Lanzó los boxers de Aziraphale a un lado agarrando su miembro masturbando uno contra el otro, Azi jadeó aferrándose al cuerpo de su novio, sintiendo una sensación deliciosa por su cuerpo.

La boca de Crowley se ocupó en los pezones rosados de Zira quien gimoteaba de una forma sexy, el agua de la bañera se desbordó al mismo tiempo que ellos alcanzaban el orgasmo. Jadeando con una sonrisita en sus labios, volvieron a besarse y Crowley se ocupó de cerrar la ducha y meterse a la bañera con Aziraphale. Limpiaba cada parte de su cuerpo con la esponja, Zira jugaba con la espuma apoyando su espalda al pecho de Crowley.

— ¿Te gustó? —preguntó dejando besitos en el hombro de Azi, dibujando estrellas contra su piel—. ¿Estuvo bien?

— Si, me gustó, fue la primera vez que alguien me tocaba —admitió, frotando su mejilla contra el mentón de Crowley—. Pensé que llegaríamos al final... Ya sabes...

— ¿Estás listo para ello? —separó su rostro, observándole, Aziraphale se sonrojó asintiendo—. Entonces, comencemos a prepararte.

Murmuró contra su oído, le volteó hacia él y comenzó a prepararle lentamente metiendo sus dedos de forma delicada, al principio Aziraphale sintió aquellos toques algo extraños, y poco a poco se fue acostumbrando mientras Crowley le preparaba para lo próximo. Terminaron el baño, Crowley se encargó de secar a ambos llevando al rubio a la cama, tropezó con la alfombrilla y ambos cayeron de bruces de la cama. Siendo todo risas al inicio, Crowley recobró un poco el sentido de sobriedad comenzando a tocarle con más suavidad y miedo a hacerle daño, Azira sostuvo sus manos delgadas frotándolas por su cuerpo, dándole a entender que podía tocarle.

— No voy a romperme porque me toques, no soy tan débil —jadeó, y Crowley sostuvo sus muslos levantando estos, deslizándose hacia su intimidad—. ¿Que vas a...? Ah~

Gimió dejando salir todo el aire que tenía en su garganta, la boca de Crowley estaba devorando su entrada, la lengua hacía un buen trabajo mientras sus dedos le ayudaban a dilatarlo. Apretó las sábanas entre sus dedos arqueando la espalda, casi al punto de correrse, sus ojos azules miraban al techo, mientras su boca jadeaba en busca del aire que le faltaba. Crowley se separó haciendo gruñir al otro, sonrió lamiendo la comisura de sus labios, se colocó entre sus piernas frotando su erección contra el agujero de Zira, colocándolo dentro poco a poco.