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La alfa se sobaba la frente, había ido a buscar a la omega de ojos cafés, pero esta no estaba por ningún lado.

Buscó en todos lados, en la cocina, en el jardín, en el almacén, pero no había rastro de Freen, por lo que acudió a su última opción.

─Su majestad. ─La beta hizo una pequeña reverencia al entrar, cerró la puerta y se acercó al escritorio. ─Me dijeron que me estaba llamando.

─Sí, ¿sabe dónde está Freen? ─Fue directo al grano.

La beta se mordió el labio, insegura de lo que iba a decir.

─La joven Freen no sé encuentra en el palacio.

─¿Dónde está?

─La joven Freen fue enviada a su casa unos días por su ciclo de celo, tengo entendido que se va reincorporar en cuatro días. ─Explicó.

La alfa analizó sus palabras mientras asentía con la cabeza.

─Gracias, puedes retirarte.

La beta hizo otra pequeña reverencia y se fue de allí.

Parece que tendría que esperar unos días para volver a ver a su amada.

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DÍAS DESPUÉS

─¿Estás segura de que te sientes bien para ir a trabajar? ─Preguntó de nuevo la señora Chankimha, dándole el té a su hija.

─Estoy bien mamá, además no puedo darme el lujo de faltar más días, necesito trabajar

─¿Ya mañana te vas? ─Preguntó la pequeña Nita algo triste, llevaba semanas sin ver a su hermana y que se fuera tan rápido la ponía muy triste.

─No puedo quedarme más tiempo, perdóname cachorrita. ─Le dijo mientras le hacía una seña para que viniera con ella a la cama.

─¿Cuándo volverás?

─No podría decirte cuando, pero volveré.

─¿Por el meñique? ─Le mostró el meñique, a lo que este juntó su meñique con el de ella.

─Por el meñique. ─Le dejó un beso en la frente

La señora Chankimha veía con cariño la escena, a ella también le ponía triste el que su hija ya se tuviera que ir, sin embargo, si no fuera porque con el salario que ganaba su hija le alcanzara para las cosas de la casa, hace rato le hubiese pedido que se quedara con ellas.

Alguien tocó la puerta principal, rompiendo la burbuja familiar.

─Voy a ver quién es. ─Freen asintió mientras acariciaba el cabello de la niña.

La madre de Freen fue hasta la puerta, y grande fue su sorpresa al ver a la mismísima princesa Armstrong detrás de esta.

─Buenos días, señora Chankimha. ─Hizo una pequeña reverencia, la omega imitando su acción. ─Me dijeron que aquí vive Freen Sarocha, ¿es correcto?

─Sí, es mi hija, ¿En qué puede ayudarla?

─¿Me permite pasar a verla?

─Eh, sí, pase. ─Se hizo a un lado para dejar pasar a la alfa. ─Déjeme avisarle que usted está aquí.

La alfa asintió, la omega fue rápidamente hasta la habitación de su hija.

Becky tenía las manos atrás de su espalda, analizando la casa. No era tan grande pero sí acogedora, vio algunos cuadros colgados en las paredes, había algunos que estaban perfectamente hechos, otros parecían haber sido pintados por algún infante.

Sintió el olor a familiar a caramelos más cerca, segundos después la figura de Freen estuvo en su campo visual.

¿Acaso se había puesto más bonita? Porque ante los ojos de Becky, el no ver a Freen en días lo hizo darse cuenta que la belleza de la omega había aumentado

─Princesa Armstrong.

─Freen. ─Se acercó hasta la omega.

─¿Usted qué hace aquí?, ¿cómo supo donde vivía?

─Vine porque quiero a verte, tu ausencia me estaba volviendo loca, y le pregunté a la señora Nam donde vivía y me dijo. ─Tomó las manos de la chica.

─No puede venir así como así, ¿qué tal si alguien la vio? ─Le regañó, sacándole una risa a la alfa.

─¿Y qué tiene que me vean? ¿te pone celosa?

La omega la miró con incredulidad. ─¿Por qué piensa que me pondría celosa? Lo dije porque conociendo a la gente de aquí, se pondrán a chismear y decir cosas que no son.

─¿Y qué cosas, según tú, dirían? ─Preguntó en un tono coqueto mientras la tomaba por la cintura acercándola a ella.

─No sé. ─Dijo en un tono bajo, sin poder verla a los ojos.

─¿Qué pasa?, ¿por qué actúas tan tímida de repente? Eres la mismo omega que le gritó a un alfa, ¿o acaso era mentira?

Freen la miró con el ceño fruncido, cuando iba a hablar sintió una pequeña mano golpear su pierna.

─Freenkie, ¿quién es ella? ─Preguntó con inocencia Nita, la señora Chankimha apareciendo atrás de ella, Freen le hizo señas para decirle que no importaba, la señora asintió y se fue.

─¿Ella? ─Preguntó mientras cargaba a la niña. ─Ella es una alfa tonta que siempre me dice cosas lindas y después me avergüenza.

─¿Es tu novia?

La repentina pregunta hizo que se sonrojara, mientras que Becky hacía un gran esfuerzo para no reírse.

─Sí.

─No. ─La alfa puso una cara inconforme. ─Estamos saliendo, pero aún no es mi novia.

─¿Pero lo va a ser?

─¿Quieres que sea su novia? ─Le preguntó Becky a la niña.

La niña miró a la alfa y luego a su hermana, su mirada volvió a la alfa.

─Ves bonito a mi hermana, si quiero que sea tu novia.

─¿Viste? Hasta la nena sabe que me muero por ti.

─Ni, ¿por qué no me esperas con mamá mientras yo termino de hablar con ella?

La niña asintió, se despidió de la alfa con la mano y se fue de allí.

Freen le dio un pequeño pero fuerte golpe a la alfa en el hombro, esta se tocó la zona adolorida, Freen tenía bastante fuerza.

─¿Por qué me avergüenza enfrente de mi hermana? Usted no tiene decencia. ─Se cruzó de brazos, volteando su cara.

─No te enojes, omega. ─Volvió a acercarse a Freen, volviendo a tomarla por la cintura. ─Sabes que te amo, no te enojes.

Abramos un gran paréntesis para procesar que no fue un «te quiero» sino un «te amo», era una pequeña pero gran diferencia a la vez, haciendo que cada vez más cayera en los encantos de la alfa.

─¿Me amas?

─Desde la primera vez que te vi supe que te quería como algo más, sólo he querido ir despacio, un cortejo digno de ti.

Bum, bum, bum, Freen sentía que Becky podía escuchar los latidos de su corazón acelerarse.

─Quisiera quedarme más tiempo contigo, pero me salí del castillo a escondidas y no quiero asustar a nadie, así que debo volver. ─Dijo algo triste.

Quédate por favor, quiso decir Freen, pero decidió no hacerlo.

Acompañó a la alfa hasta la puerta para despedirla.

─¿Cuándo vuelves al castillo? ─Preguntó mientras juntaba sus manos con las de Freen.

─Mañana por la mañana ya debería estar allá.

─Entonces te esperaré en la entrada, hay algo que te quiero mostrar. ─Se acercó a la omega y dejó un beso su mejilla. ─Nos vemos mañana.

Freen vio como la alfa se montaba en su caballo y se iba de allí, llevo una mano a su mejilla sin creer lo que había pasado.

La princesa y la sirvienta「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora