➥ 11

2.4K 255 8
                                    

─¡No puedo hacerlo!

─Freen, sí puedes.

─¡No puedo!

Freen se escondía en el baño, se suponía que ese día sería el día de su declaración, pero a última hora se había retractado, con la excusa de que no podía hacerlo.

─Freen Sarocha, vas a salir, vas a ir con la princesa Armstrong y le vas a confesar que estás enamorada de ella y que la quieres para toda la vida.

Freen abrió la puerta, asomándose.

─¿Crees que pueda hacerlo?

─Eres Freen Sarocha, la chica que se ha peleado con más de cinco alfas siendo una omega, ¿qué no puedes hacer?

Freen soltó una sonrisa nasal, Charlotte siempre la animaba.

─Está bien.

─Vamos. ─Enrolló su brazo con el de la Omega. ─Ya te tengo ideas de lugares para que salgan a citas.

━━━━━┅━━━┅━━━

Becky se encontraba en los establos, pasando a saludar a los caballos, tenía tiempo que no los veía.

El olor dulzón a caramelos hizo que dejara de acariciar a los cabellos y se voltease a ver a la dueña de tal aroma.

Vio como Freen la veía desde la puerta del establo.

─¿Tienes miedo de pasar? ─Le preguntó divertida.

─La verdad es que me dan miedo los caballos. ─Confesó, mirando sus manos avergonzada.

─¿En serio? ─La alfa se acercó a Freen, quien asintió. ─¿Por eso es que no vienes aquí?

Freen volvió a asentir, muy pocas personas sabían de su raro miedo a los caballos.

─Me parecen bonitos y todo, pero me gusta más verlos de lejos.

Becky rio, tomando a la omega por la cintura.

─Vaya, la omega pateoalfastresmil le tiene miedo a indefensos caballos.

─¿Indefensos? Si la mayoría no pueden estar juntos sin querer matarse. ─Se defendió.

La alfa le tomó la mano dejando un besito en esta, para luego entrelazarla con la suya.

─¿Quieres caminar un rato? ─La omega asintió.

Mientras van hasta el jardín, Freen le explica por qué le tiene pavor a los caballos.

─¿Desde siempre?

─Sí, cuando era chiquita estuve al lado de un caballo que casi se pelea con uno que estaba al lado, me asusté mucho, desde ahí les tengo pavor. Se que suena tonto, te puedes reír.

─Si me sorprendió, pero no como para reírme. ─Le dijo.

─Becky. ─La omega se detuvo justo debajo de un árbol de cerezo.

─¿Qué sucede?

La omega tomó las manos de la alfa, quien la veía confundida esperando una respuesta.

─¿Tú... quieres ser mi novia?

La princesa y la sirvienta「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora