Feelings | Felipe Otaño

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Narrador omnisciente

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Habían pasado meses desde que Paige y Felipe se formalizaron como pareja.

Ambos estaban muy contentos con lo que habían logrado.

Obviamente habían discusiones, pero ellos no estaban acostumbrados a estar más de una hora enojados. Siempre arreglaban sus problemas.

Enfrentaron desafíos que permitieron crecer juntos como pareja.

Hubo risas y bromas compartidas, momentos de complicidad y apoyo mutuo.

Y a medida que seguían pasando los meses, parecía que su relación se iba fortaleciendo más.

Paige conoció a la familia de Felipe, todos son muy amables y trataron a la chica como si fuera un hermoso tesoro.

Felipe, por su parte, ya había conocido a la familia de su novia, pero solo virtualmente. El día que iba a verlos formalmente, fue todo un caos.

Flashback
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Paige, quien entraba a la habitación que compartía con su novio, vio como todo era un desastre.

Camisas por aquí, medias por allá.

- Amor- habló Paige mientras miraba todo el desorden - ¿Qué pasó?-

-  No sé qué ponerme- dijo desesperante y su novia soltó una fuerte carcajada - No te rías, amor. No sé qué hacer. ¿Musculosa o remera? ¿Jean o short? ¿Medias largas o cortas? ¿Zapatillas o zapato?-

- Para, gordo. Solo vamos a ir a saludar y volvemos- lo tranquilizó Paige - Ponete una musculosa y un short-

- ¿Segura?-

- Segurísima-

- ¿Y si no le caigo bien a tus padres por cómo me visto?- preguntó con inseguridad.

- Ya le caes bien a mis viejos, vos solo sé tu mismo- agarró su mejilla mientras le hacía masajes - Y no te van a juzgar por tu ropa, cariño-

Él sonrió y se puso la ropa que le recomendó su novia.

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Aquella tarde Felipe conoció en persona a los padres de su amada, todo salió perfecto. Sus padres lo amaban y él amaba a los padres.

Ahora mismo la pareja estaba preparando un asado porque venían los chicos a pasar la tarde.

- Gorda, ¿Le pongo más sal?- preguntó mientras agarraba el salero.

- Solo un poco- respondió mientras ponía los platos en la mesa pero sintió un pelaje acariciar su tobillo suavemente- ¡Ay Canelo! ¡Me asustaste!-

Canelo, quien había crecido, estaba jugando con un pequeño juguete para gatos.

Paige al ver esto, sonrió y le tomó algunas fotos a Canelo. Su vida había cambiado rotundamente gracias al modelaje y fotografía, marcas muy importantes querían que ella fuera la portada de su revista y claramente Paige aceptaba con gusto.

Modelo y fotógrafa, era todo lo que las marcas importantes querían. Se volvió más famosa de lo que era y eso incentivaba su carrera.

- Amor, ¿Me podes sacar unas fotos?- no era algo raro que Felipe le pidiera eso a su novia, casi siempre lo hacía y Paige estaba feliz por eso.