La pieza faltante.

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Emilie junto con Sir Pentius buscaban pienzas de cosas rotas o viejas, bajar al infierno sería difícil y tomaría tiempo pero Sir Pentius tenía una grandiosa idea para ello, harían un cohete que pudiera bajar al infierno y hacerles una visita a sus amigos.

(...)

Mientras la reunión continuaba, Dios estaba listo para preguntar a cada uno su labor en el hotel y en qué consistia, todos habían ensayado sus partes para aquello, todos tenían los nervios de punta excepto Alastor que estaba más que nada con la cabeza vuelta hacía otro lado, estaba tan distraido en sus pensamientos, ya no sabía si obedecer a su razón, a sus pensamientos o a la voz de Lilith que le exigía continuar con su misión, pero su cerebro estaba en ella, su madre que le prometió esperarlo, tanto daba vueltas en su cabeza, Dios sonrió luego de que Husk terminará su explicación.

–Muy bien, la idea de un mini bar no suena mal, es excelente como un método de relajación, bien veamos quien sigue... Tu, ¿Como se llama el ciervo? –le pregunto a Charlie.

–Es Alastor... Alastor –llamo Charlie pero este seguía mirando a la nada, sin despejar esa sonrisa imaginando estar con su madre de vuelta.

–¡¡Alastor!! –le grito Vaggie captando su atención, esté volteo entrando de nuevo en razón, se levantó y trato de recordar sus líneas con suma tranquilidad.

–Bien a lo que vamos, Alastor... ¿Dime cuál es tu utilidad en el hotel? –pregunto Dios, Alastor tomo su micrófono y comenzó con su parte.

–Mi utilidad en ese hotel básicamente es sonreír a los huéspedes para darles la bienvenida a nuestro amado hotel, hacerlos sentir contentos en todo momento como buen anfitrión. –contesto Alastor sin titubeos, Dios quiso ponerlo a prueba una sonrisa en sus labios apareció.

–Muy bien, dime si yo fuera un pecador ¿como me darías la bienvenida? –aquella prueba era suficiente para que Alastor pudiera pensar en las palabras indicadas, Dios estaba por encima de él así que no podría hacerlo sentir mal o hacerlo enfadar.

–Bienvenido al Hotel Hazbin, donde sus pecados serán limpiados para continuar con el milagro de la redención.

–Bien muy astuto... Pero estoy seguro de que no lo harías así ya que titubeaste un poco... –fue algo tan ligero y poco notorio para el resto.

–Buscaba ser educado con usted...

–¿Y con los pecadores no?... Bien, prosigamos al siguiente pero te siento deficiente venado. –dijo Dios mirando a Alastor quien frunció el ceño levemente, dirigió su mirada a los pequeños botones que jugaban entre ellos.

–Bien pequeños botones... Díganme ¿que utilidad tienen ustedes en el hotel? –Frank se señalo a si mismo como preguntándose si le habían preguntado a él.

Todos asintieron esperando a que la parte que los obligaron a ensayar funcionará, Frank miro a Dios y comenzó a explicar.

–Nosotros somos como asistentes del señor Alastor, llevamos equipajes que traigan los huéspedes, también el servicio a la habitación en caso de peticiones espaciales... Digo especiales, además de molestar al rey del infierno con pasteles que le cocina nuestro jefe Alastor.

–Eso estaba de más –Dijo Alastor suspirando.

–¿Asi que ustedes obedecen a Alastor? –pregunto Dios.

¿Dónde está Sir Pentius?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora